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Febrero 25 - 9:00 a.m.

- ¡Erick! ¡Despierta, por favor! -toca Zabdiel la puerta, Erick se levanta con los ojos adormilados y abre la puerta.

- ¿Sí?

-Alístate, tenemos que ir, no podemos faltar.

- ¿Murió? -rompió en llanto otra vez.

-Sí -dijo bajando la mirada.

-¡No! Era tan lindo, tan... mío. ¿Por qué, Zab? ¿Por qué tuvo que morir? -chilla Erick en sus brazos.

-No lo sé.

-Lo extrañaré, ¿sabes? Lo amo y lo seguiré amando hasta que yo muera.

-Espera, ¿qué?

-Joel murió, ¿no? -habló soltándose del agarre de Zabdiel.

-¿Joel? No, Erick, murió un amigo de Chris...

- ¿Entonces, Joel no murió?

-No, Erick, cálmate. Él está en su habitación.

-Todo... ¿todo fue un sueño? -secó sus lágrimas.

-Tal vez...

-Tengo algo que hacer, ya vuelvo.

Corrió apresuradamente a la habitación del mexicano, tenía una confesión que dar, no quería que fuera tarde para hacerlo. Toco aquella puerta, debía aceptar que estaba nervioso.

- ¿Quien?

- ¿J-Joel? Soy Erick, ¿puedo pasar?

-Me estoy cambiando, ven después.

-No, es urgente, en serio necesito hablar contigo.

-Bien -abrió la puerta mostrando su hermoso cuerpo envuelto con una toalla hasta la cintura, Erick se mordió los labios-. ¿Y? ¿Qué quieres?

-Disculpame, por favor -se lanzó a sus brazos mientras sollozaba-. No... no sé qué haría sin ti, sin tu rostro. Lo siento, no debí mentirte. Te amo, Joel, demasiado, no sabes cuánto. Quiero mostrarle al mundo lo mucho que significas para mí, quiero que se den cuenta que me perteneces, y yo te pertenezco. No... no puedo estar sin ti, lo siento, y aunque todo haya sido un sueño y no tenga porqué confesarte mis sentimientos, lo hago porque en mi sueño supe cómo es estar sin ti, y no quisiera experimentarlo porque no lo soportaría. ¿Podrías disculparme? Es lo único que necesito ahora.

-No sé -habló Joel con un fuerte dolor en el corazón y las lágrimas a punto de salir.

- ¿Por qué? -preguntó con un nudo en su garganta.

-Aunque pareces sincero, me da miedo. ¿Y si me lastimas de nuevo?

-¿No quedó claro ya? Te amo, Joey, jamás había amado a alguien de esta manera, tienes que creerme.

-Erick, yo...

Sin darse cuenta, los labios de Erick ya se estaban moviendo sobre los de Joel, el mayor sonrió ante el acto. Lo beso como si fuera la última vez que lo podía hacer, lo beso como hace tiempo no lo hacía. ¡Vaya, realmente lo extrañaba!

-Te extrañé -soltó el mayor con los ojos vidriosos.

-Y no me tendrás que extrañar más, estaré contigo para siempre.

- ¿Qué hay de los enfermos?

-Mi papá me metió esa idea en la cabeza en las vacaciones, sin darse cuenta, él me estaba hiriendo... pero no quiero recordar eso, ¿sí? Lo solucionaremos juntos como solíamos hacerlo antes de todo esto.

- ¿Qué hay de la opinión de el?

-No te preocupes, si él no me apoya, habrá alguien que si lo haga.

- ¿Hablas de tu mamá?

-Ella ya sabe todo esto, sabe lo mucho que te amo, sabe sobre ti.

Un inquietante silencio invadió la habitación, sólo bastaba las miradas para saber lo mucho que querían decir.

- ¿Por qué decidiste venir? En serio creí que no me amabas.

-Mi sueño no importa ahora, ¿sabes? Sólo importas tú.

- Dime, por favor.

-Estabas tumbado en el piso, con la muñeca sangrando. Revisé tu pulso y estabas muerto -susurró.

-Ahora sé el porqué de ese grito que pegaste al levantar -soltó.

- ¿Escuchaste? -exclamó.

-Estamos a sólo una habitación de distancia, obvio te iba a escuchar -rió.

-Te extrañé tanto -sonrió, lanzándose contra él y lo tumbo en la cama para darle un dulce beso.

-Erick, tenemos que ir a la entrevista -se separó rápidamente de él.

-Oh, mierda, verdad. No me extrañes -dijo para salir por la puerta, Joel sonrió.

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Fin, ahre no. Todavía me falta uno, dos o tres capítulos kcyo.

Se despide: Mary

Our Damn Mistake || Joerick ||TerminadaWhere stories live. Discover now