Homofóbica ⊹ Jensoo | #3 [ Saga Homofóbica ]

T r e i n t a & c u a t ro

"Cada vez más cerca" 

No quería llegar, realmente Jennie estaba asustada, por eso a lo lejos seguía mirando la universidad, sintiendo un escalofrío recorrerla por la espalda. Volver a enfrentarse a su pesadilla diaria desde que se confeso.

—Tengo miedo —Los ojos de Jennie no dejaban de ver con inseguridad a Chaeyoung y Lisa, quienes caminaban con ella directo a la universidad.

—Estamos contigo —La dulce voz de Chaeyoung se hizo llegar.

—Tengo miedo de que se burlen de mi y que todos sepan lo de mis sentimientos.

La rubia y la castaña la miraron con tristeza. Sabían que no era fácil enfrentarse a ese temor, reconocían que Jennie intentaba con todas sus fuerzas ser valiente y no caer.

—No tengas miedo —Lisa apretó un poco su mano, en señal de que lo la dejaría sola —. Estaremos contigo en todo momento si es posible, no podrá pasarte nada si estás con nosotras.

Jennie negó. No tanto se trataba de eso.

—Descuiden, no hay que llegar a tanto.

—Pero bebita, estamos preocupadas por ti —Los ojitos tristes de Chaeyoung miraron los de su amiga —. Queremos protegerte.

—Lo se, pero no quiero volverme una carga. Además, mi único temor es que Jisoo les hubiera dicho a todos  que me gusta —susurró con pesar, tan sólo pensar esa idea le llenaba de miedo.

— No ha pasado de eso en la universidad, pero si supieron lo de la pintura azul encima. — Lisa hizo una ligera mueca enojada. — Pero algo es seguro, que Rose y yo les dimos su merecido a las que te hicieron daño.

— Los rumores de que te gusta Kim Jisoo aún no se escuchan.

— ¿Me debo sentir más tranquila por eso? — Jennie se sentía mal. Ni siquiera quería ir, pero Hoseok y Taehyung insistieron y se perdieron calles atrás para besarse, cuando menos hubieran camino con ellas al instituto.

— Creó que debes superar a Kim Jisoo, Jennie — Rose miró con tristeza a su mejor amiga, sintiéndose impotencia por no poder ayudar a su amiga. — No creó que vaya a cambiar de parecer la presidenta, no quiero que sufras.

Jennie negó, apretando los puños, ¿porque era tan masoquista? debía ser una tonta el no querer darse por vencida cuando aún no había luchado en nada.

— No me rendiré cuando aún no he luchado, Chaeyoung.

😳

"Me debería darme por vencida."

Eso pensaba la castaña cuando dio un paso por la entrada de lo que ella llamaba prisión de medio tiempo.

"Llévame, Ave María"

Caminaba temblorosa, sintiéndose completamente insegura y expuesta de caminar sola, debido a que sus amigas habían hecho lo mismo, perdiéndose en los baños tratando de "arreglarse" el maquillaje, eso era traición.

Tenía miedo, temía de lo que pudiese ocurrir.

Visualizo a una preocupada Yeri quien camino hasta la castaña quien estaba sacando sus libros de su casillero.

— ¡Jennie! ¿Estas bien? Estaba preocupada por ti —  la rubia de cabellos cortos había estado preocupada por la chica que le gustaba.

Jennie hizo una pequeña mueca de incomodidad. Meses atrás había rechazado a Yeri, quien era la persona más dulce y amable del mundo.

El karma era demasiado justo ¿Verdad?

—Y-Yo estoy bien, Yeri. No te preocupes —incomodidad era poco de lo que sentía, Yeri le hacía sentir mal y culpable.

— ¿Estás segura? Te veo muy delgada Jennie, estoy preocupada por ti —la chica era muy dulce, demasiado, ¿Por qué no le podía gustar ella? Yeri tenía todo, su corazón era un maldito masoquista de mierda.

Jennie miró por encima de los hombros de Yeri el pasillo al fondo. Jisoo venía caminando, revisando y supervisando a todos los estudiantes, tal y como solía hacerlo cada día, porque ese era uno de sus deberes presidenta.

"Está hermosa, maldita sea" chilló en sus adentros la menor, dándose una cachetada mentalmente por que debido a su confesión, la mayor ni en pintura la quiere ver.

"Tengo miedo" pensó Jennie temiendo de su vida viendo como Jisoo se acercaba  en su dirección, aún no se había dado cuenta de su presencia.

— Y-Yeri, ¿Crees que podemos hablar en otro lugar? —pregunto desesperada la chica, la rubia asintió confundida, dejándose guiar por la chica quien tomó su mano y salió corriendo con ella.

«Odio que mi corazón reaccione a su presencia.»