Homofóbica ⊹ Jensoo | #3 [ Saga Homofóbica ]

O47 | Irreal

Jennie sonrió, mostrando casi todos sus dientes en una bella y enorme sonrisa emocionada. Tanto que parecía haber regresado aquel brillo de niña traviesa que había solido tener.

Jisoo miró a la menor con las mejillas ardiendo, frunciendo el ceño ante aquellos latidos acelerados de su corazón. Maldita Jennie, ¿que rayos estaba haciendo?

─Jisoo unnie, traje pollo frito, tu favorito ─Dijo Jennie sentándose al lado de la mayor. Sosteniendo con un fino toper de color rosa la comida.

Era receso, Jisoo trataba de recuperarse. Su dignidad ante Yeonwoo había sido pisoteada de la peor manera, y su orgullo herido, era segundo día de haber terminado con su novio, y trataba de vengarse, no de su ex y su mejor amigo, si no de Yeonwoo por haberle humillado de esa manera y ademas debía cobrar aquella vez que le hizo daño Jennie. No se había olvidado se aquel detalle y Jisoo juraba que iba a agarrar de las greñas a la chica para tirarla en el suelo.

Jisoo sonrió tímidamente, no pudo evitar emocionarse al ver aquella caja de pollo frito frente a sus ojos.

Y aunque ella quisiera negarlo, Jennue la conocía tan bien y ahora se sentía muy mal por haberle hecho llorar. Después de todo, ella seguía allí, aún con sus inseguridades y temores, Kim Jennie seguía allí, sin irse, porque la amaba.

Hizo una pequeña reverencia y miró el toper de comida con sus ojos brillantes.

Cuando se trataba del buen pollo frito, Jisoo no podía evitar caer por el. Cómo la primera vez que lo probó.

Era un amor extraño, pero sano, sin límites en él. Jisoo amaba al pollo frito desde que su abuela la llevo a comerlo cuando era tan solo una niña.

Desde ese entonces, un apodo que no quería que le dijeran ─por más cierto que fuera ─, era "Chikin" como le apodaron en primaria, causándole traumas en parte de su vida.

─Muchísimas gracias, Jennie por esto ─agradeció la mayor, mirando al pollo cómo la llamaba sin dejar de mirarla, era tentación. — Enserio, no tengo palabras para agradecertelo. — Jisoo sonrió feliz, dedicándole su mejor sonrisa la ma menor, quien miró a otro lado, tratando de que su sonrojo no fuese tan notorio.

Sólo Kim Jisoo podría provocar tantas reacciones sobre Kim Jennie, siendo esta la única dueña de su corazón.

Era sincero, Jennie lo podía ver. Los ojos eran la ventana al alma de las personas, y Jisoo hablaba con la verdad, estaba agradecida, y eso le hacía sentir tan bien a la morocha.

─ ¿Ya se encuentra mejor? ─se sentó al lado de la mayor. Era receso, estaban alejados de los estudiantes en el enorme patio de la universidad, tratando de tener paz.

Jisoo sonrió, mordiendo una presa de pollo, cerrando sus ojos, disfrutando del sabor.

─Estoy mejor, pero me vengaré de Yeonwoo, esa perra no se va a salvar de que me salga con la mía.

Oh si, Jisoo iba a hacer que tuviera que rogar por perdón, a lo que Jennie observó preocupada a la mayor, negando con la cabeza, esa era una mala idea.

─No debería meterse en problemas unnie. Recuerda que la venganza es mala.

─Te hizo daño a ti también ─Jisoo miró el rostro de la menor quien le miraba preocupada ─, así que debo cobrarle por eso ─Respondió, pensando en una manera, cruel y dolorosa para hacer llorar a esa perra por todo el daño causado.

─No es necesario, insisto.

─Claro que es necesario. El día de la fiesta te hizo llorar, así que ella pagará caro por eso.

─Jisoo, tú ─tartamudeó Jennie.

El corazón de la menor no pudo evitar acelerarse por eso, mordió su labio inferior intentando no sonreír ante aquellas palabras.

Todo parecía un sueño.

Tan irreal.

Un sueño del cual no tenia ganas de despertar.

Era tan hermoso.