Homofóbica ⊹ Jensoo | #3 [ Saga Homofóbica ]

O65 | Mi corazón es tuyo

No supo ni cuanto tiempo llevaba despierta, pero sabía que pasaba de la media hora, porque el ruido de la lluvia en la ventana la hizo despertar.

Observó el su novia que estaba durmiendo a su lado como una bebé y a su mente rápidamente llegaron aquellas imágenes de lo que paso, chillando mentalmente de la vergüenza y es que ellas lo habían hecho, lo más bochornoso de la situación es que le había gustado mucho y no se arrepentía.

Minutos después Jisoo sintió la vergüenza en sus mejillas al notar su desnudes debajo de las sábanas de la cama, soltando una pequeña risita apenada al descubrirse de esa manera, pensando en que sí le hubieran dicho a su 'yo' del pasado que en el futuro enamoraría de una mujer, tal vez se hubiese reído de ese mal chiste, pero ¿Así de bonito se sentía el amor? Era tan dulce y cálido, aunque demasiado vergonzoso, era tan nuevo para ella que no sabía que sentir, pero no era un sentimiento malo, porque se sintió tan correcto que no se arrepentía de nada.

Recogió su vestido del suelo para ponérselo e ir baño, tratando de no despertar a su novia.

Cuando Jisoo llego al baño, observó su rostro en el espejo. Sonrió mirando su reflejo, después de tanto tiempo, veía su semblante tranquilo, fresco, sin ojeras y palidez cómo un fantasma. Al parecer, tenían razón cuando decían que el sexo te ponía de buenas.

Jisoo observó su cuello y se sonrojo a más no poder. Tocó con sus dedos la zona que había dejado marca, pensando seriamente que Jennie había hecho de lo que quiso con ella, pero estaba feliz. Lo había permitido porque quiso, sus sentimientos le habían aceptado continuar hasta el final.

─Jennie vampiro, me has dejado marcas ─Murmuro Jisoo con las mejillas sonrojadas al ver su cuello, aunque luego sonrió con orgullo, también había dejado marcada a Jennie como su propiedad.

Jennie era suya. Solo suya y nadie más.

Salió del baño y observó a la menor sumida en sus pensamientos. En el rostro de Jisoo se dibujo una sonrisa.

─Que linda te ves durmiendo, Jennie.

Ahora en adelante, le haría saber a Jennie que sus sentimientos eran los mismos que ella.

Jisoo observó la hora en su celular y soltó un suspiro. Dejaría a la menor descansar e haría algo en la cocina, sólo esperaba no incendiar el lugar.

Quería sorprender a Jennie cuando esta despertará.

Luego de algunos minutos Jennie lentamente sus ojos, tratando de acostumbrarse un poco a la luz, después del largo sueño del cual no quería despertar.

Había descansado cómo nunca en esos últimos meses, talló sus ojos para ver mejor, mientras que en su rostro se dibujo una tierna sonrisa por lo que había pasado.

Buscó a la mayor pero no la encontró allí, cubrió su cuerpo con la sábana para levantarse de la cama.

─¿Unnie? ─su voz salió casi como débil susurro.

La mirada de Jennie se apagó y la inseguridad se instaló en su corazón, ¿Jisoo se habría arrepentido de lo que habían hecho? ¿Ella se había ido sin decirle nada? Porque ella no estaba por allí.

Jennie tomó algunas prendas de su armario para cambiarse en silencio.

« No está, unnie se fue » pensó Jennie decepcionada. Decir que no le afectaba, sería mentirse a sí misma, como siempre lo hacía.

Debía ser fuerte y cuando salió del baño se detuvo por unos segundos para pensar un poco en su situación. Ella amaba a Jisoo, como nunca se imaginó querer y necesitar a alguien, aunque no era fácil.

Kim Jisoo era tan difícil de entender, pero fácil de querer ¿Ella también la amaría a a ella? Tal vez se había asustado por tener sexo con una mujer y había huido asustada, lo cual sería lo más probable que pasará.

Jisoo había sido hetero toda su vida.

Tocar, besar el cuerpo de una mujer y no un hombre, ¿Jisoo se abría sentido asqueada?

Cuando Jennie quiso avanzar hacía su cama y creer que su día había decaído, algo la detuvo, o más bien, un olor de comida se hizo presente en el ambiente.

« Huele rico... » El estomago de Jennie rugió. Era tarde, su pancita pedía a gritos alimento, aunque después reaccionó.

El corazón de Jennie se aceleró rápidamente cuando lo pensó detenidamente y sin esperar más tiempo, corrió.

Aún existía esa llama en su corazón llamada "esperanza".

Casi a tropezones, la pobre morena llego para detenerse al final de las escaleras.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, retiró las lágrimas de sus ojos al ver la figura de Jiso, riendo con Chaerin, ambas estaban cocinando y Jiyong estaba por allí cerca, el cual sí notó su presencia.

Ellos habían salido a una cita ─que tal vez les llevo toda la noche ─, habían llegado hace poco.

─Oh, pequeña Jennie. ─Jiyong saludó a la castaña con una tierna sonrisa.

─Buenos días, bella durmiente ─dijo  Chaerin con gracia, Jisoo se giro para verla.

Jennie trataba con fuerzas ocultar aquella sonrisa que quería aparecer en su rostro.

─Ya despertaste, me estaba comenzando a preocupar ─Jisoo dejó las guantes de cocina y se acercó con una tímida sonrisa a la menor.

Chaerin se acercó a su novio para tomarlo de la mano. Jiyong acarició la mano de su novia. Ambos eran cómo los padres de Jennie, habían cuidado de ella por bastante tiempo cómo si fuese un bebé, de lo cual se sentían felices de ver a la menor ser feliz.

─Unnie ─Jennie estaba en shock. Sin esperar más segundos, solamente abrazó a Jisoo con fuerza, no queriendo soltarla de sus brazos, mientras cerraba sus ojos, sintiendo la felicidad en su cuerpo al tener a la mayor de esa manera.

Era real, Jennie estaba agradecida que no era una alucinación, Kim Jisoo se había quedado con ella al final.

Jiyong y Chaerin solamente veían aquella tierna escena con unas son risas en sus rostros.

─Buenos días ─Musitó Jisoo cerca del oído de la menor, mientras sus mejillas ardían.

─Jisoo ─Murmuró Jennie sin poder creer que su novia estaba a su lado ─. Eres tú, no eres una alucinación.

─Estoy aquí, no me iré.

La sonrisa de la pelinegra era imborrable. Jisoo se sentía tan bien en los brazos de la menor, le gustaba ser mimada, dejarse de abrazar por Jennie sería una de sus muestras de cariño favoritas por su pareja.

─Te amo cómo nunca pensé amar a alguien ─Jennie solto un poco a Jisoo para tomarla desde su cintura y mirarla con una sonrisa.

Los ojos de Kim Jisoo eran hermosos, sin duda una obra de arte digna de apreciar, por eso Jisoo los observaba con un sonrojo en sus mejillas.

─Me estás haciendo sonrojar, Jendeukie ─Jisoo cubrió sus mejillas apenada.

Jennie sonrió con alegría.

─Solamente tú tienes el derecho de tener mi corazón en tus manos Jisoo, espero que lo aceptes.