Capítulo 2 - Breathe in

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Antes de nada quería daros las gracias a todas por la tremendísima acogida que está teniendo esto. ¡No me esperaba semejante repercusión con el primer capítulo! Muchísimas gracias por vuestros comentarios, por vuestros votos y sobre todo por las visitas. Sois increíbles y espero que de verdad os guste todo lo que tengo preparado. Sobre la actualización, será semanal, ente el jueves y el viernes, y nada. Muchísimas gracias de nuevo <3

Canciones de este capítulo:

- A-YO, de Lady Gaga.

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Heaven (Ana):

Había disfrutado muchísimo del concierto, Mimi desbordaba energía por los cuatro costados y además era una bailarina fantástica. Tenía buen fondo con lo cual no se ahogaba. Era admirable. La sala no dejó de corear su nombre y las canciones en todo el show. Y a mí me había costado concentrarme para hacer mi trabajo. Era hipnótica: sus movimientos, su manera de expresarse, todo lo que irradiaba y desprendía... Aparte que era muy guapa. Ana Guerra, la que no se fijaba en una mujer desde hacía mucho tiempo, estaba ahora prendada de una completa desconocida. Cómo me gusta una buena narrativa, hubiese dicho Ricky si estuviese a mi lado, viéndome.

Al acabar me acodé en la barra mientras escribía unas notas más sobre el concierto y apuntaba qué temas habían sido los más llamativos. Pedí otra cerveza para intentar calmar mis nervios, y me arrepentí al darle el primer sorbo. Aquello sólo iba a mantenerme en ese estado de euforia y nerviosismo en el que estaba sumida desde hace más de dos horas, y además, me estaba empezando a emborracharme. Iba cada vez más lenta escribiendo en el cuadernito y me estaba entrando sueño. Un empujón me sacó de mi estado de somnolencia.

-Al menos podrías pedir disculpas, ¿no? – Musité sin girarme.

-Perdona, pero es que estás ocupando media barra... – En ese momento caí en que era ella. Mimi estaba detrás de mí – Y me muero de sed. Así que haz el favor de hacer un hueco, valga la redundancia – Acerté a escuchar cierto tono de vacile y desafío.

-Estoy trabajando, dame cinco minutos - Estaba enfadada porque Mimi se estaba poniendo chula conmigo, y realmente tenía razón, pero estaba lo suficientemente bebida como para intentar envalentonarme con ella. Sin embargo, lo pensé fríamente, dentro de lo que mi nublada cabeza me permitía, y decidí retirarme -. Perdona. Ya me marcho.

-Uh... Vale. Gracias, supongo – Aquel gesto pilló a Mimi desprevenida; no se esperaba que fuese a retirarme y supuse que buscaba a alguien a quién vacilar para descargar adrenalina.

-Adiós – Dije rápidamente, sin mirarla a la cara, mientras metía de manera apresurada todo en mi bolso y salía de la sala.

El aire fresco de la noche me despejó un poco y pude respirar. No entendía lo que me había pasado allí dentro. Es verdad que hacía muchos meses que lo había dejado con mi novio, y desde entonces y de manera muy esporádica había tenido algún roce con otros chicos. Pero hacía años que no me fijaba de manera romántica y sexual en una mujer. Aquello me resultaba raro pero también agradable: no sentía los mismos escalofríos cuando me gustaba una chica que un chico, y lo acababa de notar. Era todo muy distinto, y me gustaba.

Decidí irme andando a mi casa para terminar de despejarme y cansarme; quería dormir y vaciar mi cabeza de todas las cosas que habían pasado esa tarde. En cuanto llegué, Mimo se enredó en mis piernas reclamando amor y comida, no necesariamente en ese orden. Mientras él comía, me hice una par de tostadas con aguacate para no irme con el estómago vacío a dormir, y al terminar, me tiré en la cama en ropa interior y me tapé como pude. Mi gato me siguió y se hizo una bolita a los pies de la cama.

Sweeter than heaven, hotter than hell // WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora