Capítulo 7 - Volver (I)

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8'2k de visitas ya, cada vez más gente se pasa a leer esta cosa y a mí me hacéis muy felices. De hecho, me he animado a escribir más cositas y hay un oneshot Warmi lleno de smut que se llama She loves Havana y un Wariam que se llama Viento de cara al que le quedan dos capítulos para acabar. Y tengo más plots y cosas preparadas, tanto de Warmi como de Wariam, incluso alguna cosa propia, así que nada, espero que os siga gustando todo y os quedéis para leerlo. Realmente me hacéis muy feliz, en serio, con cada comentario, cada voto... No puedo estar más agradecida. Hacéis que la escritura sea algo que disfrute muchísimo otra vez. Bueno, y que este es el capítulo más largo del fic (por el momento): nada menos que 4000 palabras. Quizá peque un poco de largo pero bueno, ES NECESARIO. Y ya no me enrollo más.

G R A C I A S <3

Canciones de este capítulo:

- Volver, de Estrella Morente.

-Planetarium, de Justin Hurwitz (BSO de La La Land).

- LN Granada, de Supersubmarina.

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Heaven (Ana):

El gesto con el que me miró Mimi al decirle que iba a estar tres meses fuera y que no íbamos a estar juntas me partió pero al mismo tiempo me llenó de interrogantes: sus ojos, ya habitualmente caídos, se entrecerraron aún más, y pensaba que se iba a poner a llorar, pero al momento levantó la cabeza y me miró con una sonrisa radiante.

-Aunque sea en tu tierra, es trabajo de lo tuyo, y me alegro muchísimo, de verdad. Llevabas un montón esperando esta oportunidad y por fin es tuya.

-Pero vamos a vernos poco, o casi nada, en tres meses...

-Ya lo iremos viendo. De momento, tengo una idea.

-¿El qué?

-Es una sorpresa.- Dijo mientras se levantaba y me tendía una mano.- ¿Confías en mí, Banana?

-Total y completamente.- La sonreí de vuelta y me puse a su altura.- Pero me muero de ganas de saber qué es.

-Todavía queda un poco para que sepas qué es.

Me reí y le di un golpe suave en el brazo para terminar besándola lentamente. La quería, y estaba buscando lo mejor para las dos. Nos marchamos de allí un rato después, y aquella noche le hice el amor como nunca, como se lo merecía: lento y cuidadoso pero lleno de pasión y de significado. Todo tenía sentido con ella.

Pero no pude dormir. Daba vueltas en la cama y temía despertar a Mimi, así que me levanté, paseando mi desnudez por todo el piso mientras agarraba una manta y me sentaba en el sofá, mirando al balcón. Me encendí un cigarro y disfruté la primera calada; era un vicio horrible, pero me aliviaba, en cierta manera. Era mi manera de calmar mi incipiente ansiedad, en algunas ocasiones, y en otras era simplemente por relajarme. Por eso siempre lo hacía sola. Para mí, fumar era un acto de una gran intimidad y respeto. El humo y el olor molestaban a mucha gente, y aparte hacía daño. Por eso prefería que sólo me hiciese daño a mí. Era un vicio que había cogido cuando conocí a Javier, fue él el que me enseñó a fumar. Desde jovencita machacándome los pulmones, pensé al apagar la colilla y quedarme mirando la inmensidad y el silencio del piso.

Cuando estaba con él siempre fumábamos juntos y mucho, y cuando lo dejé con él pasó de ser algo que me gustase mostrar a ser algo mucho más íntimo, más mío. Un acto privado, más malo que bueno, pero lo había hecho casi un ritual. Había pasado de fumar muchísimo a reducirlo paulatinamente a algunos cigarrillos a la semana. Un cambio grande, pero también necesario. La traición de Javier fue una de las cosas que más me había dolido en mi vida; jugó conmigo mientras nos separaba tanto mar y tanta tierra, y me engañó más veces de las que hubiera deseado.

Sweeter than heaven, hotter than hell // WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora