Ugly [Omegaverse]

8. Primo y aprobación

Me pregunto porqué mis manos siguen su cuerpo, mis labios temblaron como si tuviera el peor caso de hipotermia, mi rostro se sentía caliente pero mis dedos se aferraban a buscar al alfa.
El calor desaparece al tocar su rostro, mi debilidad tiene esa apariencia, Dorian se convirtió en la persona que amo, al final perdí contra él.

— ¡Cheiz! —sus ojos se abrieron como platos, su mano tomó la mía y se hizo una pequeña carica con mi mano, la que tenía tocando su rostro. — Cheiz yo, no hice nada malo, yo. Yo. Yo solo estaba muy preocupado.

La expresión de su rostro me era familiar, esa expresión la tenía mi hermano el día que hubo un malentendido con Samuel. Así que Dorian habla enserio, rayos, me está destruyendo verlo así.

— Dorian —dije serio, a pesar de estar a punto de abrazarlo — ¿Por qué estabas agitado y mal arreglado cuando te ví?

Rodó sus ojos y un poco de mal humor estaba dominandome; — Explícame o nunca podré entenderlo.

— Okey, Cheiz sabes que cuando se trata de ti me vuelvo loco —ahora el de los ojos abiertos era yo— Cuando desapareciste me desesperé, esas chicas hicieron bromas de ti y solo las grité, ese fue el inicio de mis problemas.

— ¿Ehh? —siendo sincero, me sentía algo alegre de escuchar esto.

— Corrí a buscarte por todos los malditos rincones, le di la vuelta al establecimiento, hasta que escuché a esas chicas hablar por teléfono.

La expresión de Dorian reflejaba enojo, yo me corrí hacia atrás como reflejo — No, no, ven. —negué con mi cabeza y él siguió con la narración.

— Ellas hablaban de ti, quien estaba al otro lado de la línea tenía en su control a un Omega con tus rasgos. No quería actuar impulsivo esta vez porque debía saber el lugar en el que "te encontrabas". —me puse en los zapatos de Dorian, también estaría muy nervioso— Convenientemente ellas partieron al lugar y las seguí.

La historia puede que concordara pero aún no confiaba.

— Era en uno de los rincones más alejados del parque, había un tipo y ese tenía a alguien tirado en el suelo, ahí fue donde reaccioné. Cheiz te juro qué jamás había reaccionado tan agresivo antes; solo pensar que te habían tocado me cegó ante la ira. Así que lo golpeé y él a mí, espero que entiendas el porqué de mi desorden, obviamente solo le dejé darme dos golpes, soy Dorian Gómez y a mí no me golpean más de dos veces.

Ahora sentí algo de vergüenza, cuando lo ví no le di espacio para que me explicara, si el del malentendido hubiese sido yo Dorian me escucharía. ¿Enserio me escucharía?

— La chica —Continuó— se quedó estática, cuando acabé con el tipo me acerqué a aquél cuerpo y descubrí que no eras tú. Me sentí aliviado pero aún quedaba mi duda de dónde te encontrabas, así que la ira volvió, ví a la chica con mucha rabia y está tembló. Cheiz, por un segundo me sentí poderoso pero ahora que lo pienso odio el haberle eso a esa chica.

— ¿Q-Qué le hiciste?

— Usé mi voz de alfa y le grité: "Si te atreves a tocar a Cheiz te mataré" y como no quiso responder grité más fuerte. "¿Entendido?" Cada vez usaba más gravedad en mi voz hasta que la ví caer en el suelo, estaba temblando. Cheiz, yo estaba muy enojado porque perdí tiempo aquí en tal de estar buscándote. —vaya puchero.

— ¿Qué pasó con el Omega? —dije recordando al chiquillo.

— Ah, me daba estrés ver cómo pedía ayuda, creo que se asustó de mí, así que lo tomé como a un costal de papas y lo llevé hasta seguridad; me perdí de ahí para no tener que declarar ni nada —lo ví gracioso— ¡Cheiz, tenía que encontrarte! Corrí, hasta que te ví en un taxi, con ese tipo, pensando quién sabe qué, me sentí más horrible que cuando te perdí en el parque.