Ugly [Omegaverse]

13. Trajes

Pov Cheiz

Abrí los ojos, estaba en el cuarto de Carlos, lo reconozco porque es aquí donde cuchicheo con las chicas de la limpieza.
Ayer me quedé dormido mientras Carlos cantaba para mí, duele decirlo pero su voz es perfecta. ¿Qué hora será?

Veo mi reloj, lo acomodo, 11:50 a.m, hoy sí seguí de largo, con razón mis ojos pesan. Ya creo ser parte de los muebles de esta casa; sonrío por mis propios chistes malos, estiro mis brazos y me levanto algo perezoso.

Mi estómago gruñe, cientos de platos deliciosos vienen a mí mente y no hago más que babear, corro al baño para asearme e ir rápido a la cocina. Cuando estaba a punto de ir a atracar la nevera recuerdo que dejé mi reloj en el baño, voy a buscarlo y me doy golpes mentales al verlos tirado en el suelo, me lo pongo y cuando estaba a punto de salir el espejo llamó mi atención.

Wow, mi cabello ha crecido.

Siento que he cambiado, si no me equivoco, he crecido un poco, oh Dios,  soy una cabra, me están saliendo vellos en la barbilla.

D:

Olvidé el hambre, toda mi atención estaba en mi reflejo, mis labios ya no tenían cortadas, es más, se veían rosados, óyeme no estoy tan, tan, tan feo. Hice todo tipo de muecas para saber cómo me veo haciéndole estás a Dorian y a Carlos, me veo ridículo realmente, me sonreí, recordé la conversación que tuve con Carlos ayer, Dorian apareció en mis pensamientos y no pude evitar sonrojarme, ayer salí corriendo y no dormí con él, peor aún, dormí en el cuarto de su primo. Odio haber dormido sin Dorian pero odio más el que ambos durmiesemos con nuestros corazones tristes.

Cuando volví a la tierra me dí una última mirada al espejo, aún estaba algo inconforme con mi apariencia pero sé que voy a estar bien.

Hoy los escalones eran interminables, mis ojos no creían lo que veían, los abrí y cerré muchas veces para rectificar si estoy alucinando o no, está decoración, está preciosa.

— ¿Pero qué rayos? —antes de seguir con mis preguntas a nadie necesariamente, Carlos pasó corriendo junto a mi — ¡Hey tú!

Sus ojos volvieron a mí — Hola Cheizu —tenía una bandeja en sus manos.

— ¿Qué sucede? ¿A quién le van a celebrar esto?

Su boca solo hizo el gesto de "Oh" sonrío pícaro y me mostró su lengua.

— Deja de mirarme la bandeja, Dorian estoy siendo acosado sexualmente —dice subiendo un poco el tono de su voz.

Sonrío, pero solo por qué si estaba prestando atención a qué llevaba en la bandeja. Él apareció, estaba vestido igual que Carlos.

— ¿Por qué rayos llevan traje? —no me atrevo a ver a Dorian a los ojos, mi vista se clava en Carlos y noto la molestia del alfa.

— Eres la persona más ciega de la vida, Cheiz mira a tu alrededor.

Me detengo a observar con más detenimiento la sala, había una mesa larga, sobre ella un mantel gris, y no era todo.

Había un pastel mediano, vino, cupcakes con forma de smoking, la decoración en sí estaba basada en smoking de hombre; lo más sorprendente -aunque todo estaba de ensueño- fueron los globos.

Habían globos dorados flotando sobre toda la sala, amarrados a ellos habían fotos de las que no tenía idea.

Ambos recostados en la cama (Dorian y yo), habían fotografías mías recostado sobre la hamaca, también de Dorian rodeado de todos los peluches que me compró y las más graciosas o eróticas: Carlos y Dorian en traje de baño.