Ugly [Omegaverse]

21. Es solo un mito ¿verdad?

Pov Cheiz

8:35 AM

Los días pasan tan rápido, estoy olvidando la sensación del roce de mi piel con la de Dorian cuando chocaban nuestros cuerpos al dormir, y hoy es uno de los peores días.

Además hay un problema en mí.

8:00 AM

Me levanté de la cama sin ánimo, es lo mismo cada día, cepillarme, ducharme, comer, no hacer nada todo el día. Tengo que esperar que finalice este año, ya no puedo entrar en mi antiguo colegio, me perdí de mucho y tendré que repetir el año.

Entré al baño, cerré la puerta para no ser molestado, sin embargo, por alguna razón fui al espejo en primer lugar.

No está.

Sabía que esto pasaría, es más, duró demasiado en mí, pero, duele.

Me acerqué más al espejo, odio mis ojos, otra vez estoy llorando, definitivamente no está, mi mano se pasea por mi cuello intentando buscarla.

La marca desapareció.

Cierro mis ojos intentando buscar calma, mi mano derecha cubre mis ojos, me esfuerzo por sonreír pero mis labios solo tiemblan. No puedo ser sincero conmigo mismo.

— Primero estoy yo, saldré de esta, Cheiz, tú, saldrás de esta, él, se fué —me siento en el suelo— Dorian, decidió irse, sin importar —suspiro— lo que yo sintiera.

Se acabó.

Ya no siento la conexión que teníamos, estoy solo de nuevo, hace un mes mi omega no se hace presente. Me pregunto si alguna parte de mí murió, se paralizó o solo el proceso es lento.

Esto es horrible, odio este cuerpo, odio este momento, odio la cordura, odio el arrepentimiento, gracias a este Dorian me ha dejado y me está haciendo sentir vacío una vez más.

🍈

— Cheiz, hace poco nos vimos pero me alegra tenerte nuevamente en esta casa —visito a David cuando necesito hablar, hoy lo encontré en toalla, entiendo, apenas son las nueve de la mañana.

— Ve y ponte ropa, si llega tu Jaime, se pondrá celoso.

— Eso no —sonríe como un niño— Pensando bien, sí, se pondría rojito de la rabia.

No tuve ni que imaginarmelo, Jaime entró a gran velocidad por la puerta.

— David, olvidé mi teléfono, ay-----

— Hola, Jaime —fue lo único que mi boca soltó, pues todo se quedó en silencio por diez segundos, muy incómodo.

No estamos haciendo nada malo, pero, David en toalla, su omega es muy celoso, David es guapo, sé sobre las inseguridades de los Omegas (soy uno, Dah), obviamente se va a sentir herido Jaime.

— Cheiz —el tic en su ojo, logré verlo— Que sorpresa, siéntete como en casa.

No me dejó dar las gracias por lo rápido que subió las escaleras y fue a la habitación, se despidió solo de mí y salió con su celular en la mano; David estaba haciendo pucheros.

— Está molesto —dijo como un bebé.

— Tendrás un gran dolor de cabeza hoy —me burlé.

— La vida y él me azotan —reí y le ví sorprendido, haciéndome el inocente a esa palabra— Mejor dime, cómo te has sentido, cómo estás, cuéntame.