Capítulo XVII: Highlight

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«Hay peores cárceles que las palabras».

[Carlos Ruiz Zafón]

—Avery —repitió Heather—. ¿De la Primera Guerra Mágica?

—Así es. —Draco se rio—. Se entregó a las aurores unos meses antes de que acabase la guerra, pero no vendió nada sobre Voldemort. Un loco, un sádico y un cobarde. Pero también la única persona que realmente podía acabar con el Señor Oscuro si se lo hubiese propuesto.

—¿Por qué no lo hizo?

—Porque de la misma manera que él podía acabar con Voldemort, éste podía acabar con él. —Draco echó la cabeza hacía atrás—. Estaba loco y los años encerraron lo habían trastornado, pero también era una persona muy sabia y daba buenos consejos. Me ayudó a mantener cuerdo en ese lugar.

Heather asintió y apuntó varias cosas en su cuaderno. Observó unos largos segundos a Draco antes de hablar.

—¿Y qué sucedió después de que te dijese quién era?

EL rubio frunció el ceño y miró a la psicóloga.

—Empecé a llamarlo Avery —contestó y tuvo que aguantarse las ganas de reír al ver la cara de Heather—. ¿Qué pasa? ¿Sorprendida?

—Sinceramente pensaba que dejarías de tratar con él —confesó ella.

—¿Por qué? ¿Porque era un sádico asesino que mató a más de cien muggles y magos durante la primera guerra? ¿Porque odiaba a todo el mundo y disfrutaba viendo a los «sangre sucia» morir? No, no lo iba a dejar de lado por eso —comentó—. Una vez que entras en Azkaban todo eso queda atrás. Lo que él hubiese hecho no importaba, lo que yo hice tampoco.

—No puedes ignorar los errores que cometes o que otros cometen —comentó la mujer—. Desgraciadamente, el ser humano disfruta recordando las faltas de los demás, incapaces de ver las propias. Es más fácil odiar al contrario que mirarse a sí mismo y descubrir lo sucios que estamos —reflexionó ella y Draco asintió ante sus palabras—. Por eso me sorprende la facilidad con la que olvidaste todo lo que Avery hizo y cómo mantuviste tu relación con él.

—No te lo niego. Claramente no eres la primera persona que llega a esa conclusión —aceptó él—. Pero por decirlo en voz alta no lo vas a cambiar, y tampoco la decisión que yo tomé de mantener mi amistad, si se le puede llamar así, con él —replicó—. Cuando entras en Azkaban ya no eres una persona, sólo eres una sombra encerrada en una celda esperando al día en el que todo acabe y puedas morir. Eso es lo que yo fui durante cuatro años y eso es lo que Avery ha sido desde hace casi veinte.

—¿Y ahora que eres, Draco?

—No lo sé —admitió—. Pero estoy preparado para descubrirlo.

Heather sonrió.

...

Hermione tocó el timbre de la casa de Pansy y esperó unos segundos a que alguien le abriese.

—Buenos días —saludó la antigua Slytherin cuando abrió la puerta—. Pasa.

Se dirigieron a la cocina y tras servirle un café a la castaña, la pelinegra tomó asiento a su lado.

—¿Qué te trae por aquí tan temprano? Pensaba que la cita de Draco era a las once.

—Sí, es a esa hora. Pero quería hablar contigo antes sobre, bueno, quién tú sabes.

Pansy tragó saliva y dio un sorbo a su café. Hermione observó la forma en el que los ojos de la pelinegra se habían apagado y la forma en que su mirada se había perdido en algún punto de la mesa.

Redención [Dramione]Where stories live. Discover now