Capítulo X: Hellevator

2K 150 17
                                    

«Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo».

[George Santayana]

La tensión era tan palpable en esa sala que Hermione sentía que podía ahogarse con ella. Sus manos estaban tensas sobre la mesa de roble mientras observaba fijamente a Pansy, esperando a que esta comenzase a hablar.

—¿No vas a decir nada? —terminó preguntando la castaña.

—Estoy buscando las palabras adecuadas —comentó Pansy tras unos minutos—. No quiero extenderme mucho.

Hermione asintió ligeramente y tomó una profunda respiración.

—Draco está mal —comenzó Pansy, sobresaltándola—. Estar recluido en una celda durante cuatro años sin más compañía que tu propia sombra no es algo que se supere fácilmente, y él está tratando de avanzar, ¿sabes? Pero tú pareces ser un obstáculo en su camino, al menos en estos momentos.

—¿Un obstáculo? —articuló la mujer—. ¿Por qué sería yo una limitación para Malfoy?

—Quizá porque está enamorado de ti.

Hermione tragó saliva ante esas palabras, completamente incómoda ante esa oración.

—No creo que...

—Deja de negarlo, Granger, resulta cansino —la interrumpió Pansy—. Draco está enamorado de ti y que tú hayas decido que quieres explicaciones. —Hizo una pausa—. Corrijo, hayas exigido explicaciones a una persona que no se encuentra mentalmente estable es algo que puede suponer una limitación.

—Creo que merezco una respuesta a la confesión que Malfoy ya ha hecho en dos ocasiones —replicó Hermione, ignorando el filo venenoso que Pansy había dado a las últimas palabras.

—¿Debo recordarte que tu forzaste esa segunda confesión? —cuestionó cortante—. Para haber sido la bruja más brillante de nuestra generación pareces bastante impulsiva en lo que a Draco se refiere.

—¿Impulsiva con Malfoy? No lo creo, simplemente pedí que me diese una respuesta.

Pansy arqueó una ceja y soltó una risita entre dientes.

—¿Y quién eres tú para ir exigiendo respuestas? Además no creas que no sé qué escuchaste la conversación que Blaise y yo tuvimos con Draco —dijo la pelinegra—. Si hubieses tenido dos dedos de frente* no hubieras asaltado a Draco de la manera en la que lo hiciste, creo que eres bastante consciente de que él necesita ayuda profesional tras cuatro años de aislamiento.

—Entiendo que Malfoy tenga problemas tras cuatro años en Azkaban, pero no creo que responder a mi pregunta desencadenase ningún tipo de crisis emocional en él —replicó la mujer, terca.

Pansy se levantó furiosa y estampó sus dos manos en el escritorio, sobresaltando a la castaña que se echó hacia atrás con la silla.

—¿Eres idiota o solo finges serlo? —cuestionó con frialdad—. ¡Claro que afectas a Draco! Está enamorado de ti y no sabe lidiar con ello y vienes tú a recordárselo y exigiendo respuestas cuando no está preparado para dártelas, ¿y te crees que no le va afectar?

Hermione enfurecida encaró a la mujer frente a ella.

—¡No es mi culpa que Malfoy no sepa lidiar con lo que siente! —exclamó ella.

Pansy pareció calmarse tras esas palabras y se irguió, acomodándose un poco la camisa y dedicándole una sonrisa sarcástica a Hermione.

—Es irónico que tú digas eso —comentó Pansy arrastrando las palabras al más puro estilo Malfoy—. Si supieses lidiar con lo que sientes no hubieras estado cuatro años estancada en la confesión de Draco. —La pelinegra se giró y comenzó a caminar hasta la puerta—. Puede que Draco no sepa lidiar con lo que siente, pero tú no sabes lidiar con lo que él despierta en ti.

Redención [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora