La Chica Problema. (Trilogía La Chica #1) (Edición)

Capitulo 11

Dylan

Desde que había dejado la casa de las Green tenía una extraña sensación en el pecho, por lo que fue una sorpresa para mi verme tomar las llaves de mi auto y comenzaba a manejar sin algún rumbo en general. Fue hasta que me detuve en un parque que algo dentro de mí dio un tirón que no reconocí.

Por alguna razón buscaba a Melany con la mirada por ese parque, era como una sensación que tenía en pecho que no desaparecía. Tal vez estaba siendo estúpido, pero algo dentro de mí la seguía buscando.

—Vamos guapa...

—Dije que no—Definitivamente no me estaba volviendo loco, pero joder si no algo dentro de mí se rompió al escuchar la voz de Melany.

Estaba siendo tan irresponsable en muchos aspectos. Entendía perfectamente que era una chica independiente y podía hacer lo que ella deseaba pero existan personas que no entendían eso y prueba de ello estaba aquí.

—Claro que no—El tipo la golpeo contra su pecho y joder si no quería volverme loco en ese momento, algo dentro de mí comenzó a volverse loco y vi rojo, por un par de segundos vi rojo.

—Dije que no, déjame ir—Melany era valiente y tal vez podía salir de esto sola pero joder si no algo dentro de mi deseo ser un caballero con brillante armadura.

—¿Estas sordo? Creo que dijo que la dejes ir—Mi voz salió lenta y tranquila, pero por dentro estaba listo para acabar con este hijo de puta en cualquier momento.

—Amigo, esta chica la vi primero así que largo—Otro tipo se atrevió a interrumpir.

¿Qué ellos la vieron primero?

En que jodido mundo vivíamos como para que eso se considerara algo importante y más viviendo de dos tipos que estaban ebrios, lo que más llamó mi atención es que estaban bien vestido, así que eran tipos ebrios que creían que podían conseguir todo tan fácil.

—No lo creo—Esta vez no pude disimular la rabia que estaba hirviendo dentro de mí, más que nada porque estos cabrones veían a Melany como si fuera un juguete, siendo que era un mujer hermosa que se merecía todo el respeto que no le estaban dando.

—¿Y tu quien carajo te crees?—Creo que esa es la pregunta que debían haberme hecho desde hace mucho.

—Su novio—Había salido tan natural y simple que me asuste un poco de que en el fondo quería que fuera verdad—Así que suéltala, maldita sea.

Los dos tipos se voltearon a ver y joder si no me quise reír en sus caras.

—Lo lamento hermano no sabía que ella tenía novio—La soltó de inmediato y caminando hacia atrás. No sé qué es lo que les había dado más miedo si mi tono de voz o la mirada que les estaba dedicando.

—¿Estas bien?—Justo en este momento estaba trabajando en piloto automático.

La tome de la cintura y pegue mi frente con la suya. No supe en que momento había cerrado los ojos, pero ella ni siquiera hizo el intento por mirarme o si quiera tocarme lo único que me daba señal de vida era su respiración irregular, tal vez por lo que acababa de pasar o por nuestra cercanía.

En el fondo deseaba que fuera la última.

—No escucho que se vayan—Había hablando sin siquiera darle una mirada a los hombres parados unos metros lejos de nosotros y poco después escuche sus pasos dejándonos solos.

—¿Por que?—Su pregunta me tomo por sorpresa.

No esperaba que preguntara nada, en realidad me estaba preguntando internamente que era lo que preguntaba concretamente.

—¿Por qué qué?

—Porque le dijiste que eras mi novio—Y justo ahí estuve al borde de reírme.

No me había preguntado como la había encontrado o porque la sostenía, no a ella le importaba que es lo que había dicho para alejar a esos hombres de ella.

Ciertamente ni siquiera yo me explicaba el porqué de las cosas, desde que la había visto por primera vez mi cerebro había cambiado a modo automático y lo único que me importaba en el fondo era verla bien.

—No lo sé—Me encogí de hombros pero tome su rostro entre mis manos, quería que me viera quería que abriera los ojos—Por favor Mel abre los ojos.

Cuando ella me miro por fin, me perdí en esos ojos marrones.

No sabia que era adicto a algo hasta que vi sus ojos.

Era tan extraño sentir esta paz con ella cosa que no podía sentir con Ashley, sabía que la vida de Mel no era fácil, pero había una conexión entre ella y yo que me era difícil de explicar.

—Eres el novio de mi hermana—Lo dijo en un tono tan bajo que fue difícil para mí escucharla.

—¿Eso que tiene que ver ahora aquí?

—Que quiero besarte—La sinceridad de esta chica me tomo por sorpresa y daba la casualidad que yo también quería hacerlo como ella decía yo era el novio de su hermana pero en realidad ahorita me importaba tan poco eso que la boca se me seco con tal de probar sus labios una sola vez.

—Porque no mejor...—Mi voz quedo ahogada sobre sus labio.

Por fin había conocido el cielo. 

Melany

No sé qué me había orillado a besar al novio de mi hermana, pero en este momento él era mi héroe, era él el que me tenía entre sus brazos y me sostenía alejando por un par de segundos lo malo que había a mi alrededor. Deseaba sentir un poco de remordimiento o culpa porque después de todo estábamos engañando a mi hermana, pero nada de eso importaba en este momento, solo sentir el calor de sus labios sobre los míos, la forma en que me sostenía era como tocar el paraíso con las manos.

Era tener mi todo en un solo beso.

Esto no era para siempre y ni siquiera era real. Después de todo era el novio de mi hermana.

Quería que me sostuviera para siempre que no me alejara nunca de sus brazos, eso era lo que deseaba, pero el jamás podría darme el cuento de hadas que se estaba formando en mi cabeza.

Me aleje y no vi hacia atrás cuando eche a correr escapando de aquel beso que me había dado tanto.