Capitulo 22

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Melany

No sé cuánto tiempo estuve en el baño y realmente es que ya no me importaba nada, no podía dejar de darle vueltas en mi cabeza a lo que estaba pasando, me había acostado con el novio de mi hermana ahora con qué cara la vería mejor aún a el cómo lo vería, porque para mí simplemente ya no era mi cuñado era mucho más que eso y me dolería el verlo con mi hermana.

En este momento yo era todo un caos a punto de explotar en la cara de todo el mundo, principalmente en la mía.

Pero que podía hacer yo solita me había metido en esto, yo sola me había entregado a él, nadie me había amenazado y no podía echarle la culpa a que había tomado porque simplemente esa no era la razón, lo había hecho porque quiera hacerlo porque quería que fuera el primero en mi vida, pero jamás medí las consecuencias que eso traería.

Tal vez en este momento me sentía adormecida por la culpa y un poco de decepción. 

—¿Todo bien?—Me sobresalte al escuchar la voz de Dylan al otro lado de la puerta.

Me fue inevitable quedarme viendo la puerta como si esta me fuera a dar las respuestas o como si Dylan se atrevería a entrar.

No lo hizo. 

—Si—Trate de sonar lo más convincente posible aun perdida en la puerta. 

—Tenemos que hablar Mel.

Un nudo se formó en mi garganta al saber lo que se avecinaba. Y aquí venia la parte de fue un error jamás me debí haber acostado contigo estoy con tu hermana y todas esas cosas que ya se.

Tenía que dejar de torturarme yo sola con todo este desastre, tenía que morderme la lengua y afrontar lo que paso, tal vez restándole importancia. Si no importaba no dolía.

—Lo se.

No sé exactamente cuánto tiempo después salí del baño ya vestida, había tenido una pequeña discusión conmigo para saber cuál sería nuestro maravilloso plan de ataque lo mejor sería afrontar esto de una vez por todas, era lo mejor acabar con este corazón roto de una vez por todas, porque en el fondo sabía que eso pasaría y yo sola me lo había ganado sabia donde me metía desde el primer momento, sabía que no podría obtener un felices por siempre del hombre yo sola había logrado que todo esto pasara, a pesar de que sabía lo que vendría después, bien ahora era el momento de afrontarlo.

Salí con el cabello aun escurriendo y me senté en la cama.

Dylan aún estaba en mi habitación así que no necesite buscarlo, estaba recargado sobre el marco de mi ventana y sabía que tenía la misma batalla que yo. 

—Sabes de lo que quiero hablarte ¿Cierto?—En este momento hasta su tono había cambiado. No dije nada porque en realidad me estaba doliendo un poco la formalidad de su tono.

Era una chica estúpida, eso era en este momento. 

Era mejor que yo diera el primer golpe, tal vez dolería menos y acabaría más rápido. 

—Si vas a decir que todo fue un error que lo lamentas, está bien yo también lo lamento.

—Yo no... espera—Se giró hacia mí con una mirada extraña en sus ojos— ¿Lo lamentas?

—Si lo lamento eres el novio de mi hermana y por más que la odie o ella me odie a mi jamás debí haber hecho eso contigo. Debemos olvidar todo esto ¿de acuerdo? Tu sigue con tu vida y yo sigo con la mía, así que espera feliz a tu novia pero a mi déjame en paz sí.

En mi cabeza no dejaba de pensar que estaba siendo muy cruel. 

—Eso no era lo que yo quería decir—Hablo más serio si es que era posible.

Me dio un poco de miedo en realidad lo que estaba viendo en sus ojos, porque parecía que lo había herido de la peor forma posible cuando era yo la que estaba evitando salir herida a toda costa.

¿Y si por querer salvarme a mí lo herí a él? ¿Y si acababa de dañar mi felices por siempre?

Dylan no hablo por unos minutos mismos que se me hicieron eternos. Lo escuche reír, pero fue una de esas risas vacías y sin nada más que dolor y de nuevo todas las preguntas me atormentaron. 

—Bueno, esto es lo mejor para todos, si hablamos de nosotros y mi hermana. Velo de este modo Dylan en ningún mundo nosotros funcionaríamos—Mentiras que tenía que decir para salvarme—Fue una buena noche, fueron unos buenos momentos, pero eso es todo.

Esas palabras saliendo de mi boca se sentían como acido quemándome y matándome lentamente. 

— ¿Es lo que realmente piensas?—La incredulidad en su tono definitivamente no lo había podido dejar pasar. 

No por supuesto que no, pero jamás le daría esa respuesta jamás le diría la verdad. Que me estaba quemando por dentro con cada mentira que salia de mi boca.

—Es lo mejor.

Cave mi propia tumba. 


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La Chica Problema. (Trilogía La Chica #1) (Edición)Where stories live. Discover now