Capitulo 20

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Dylan

La guerra de miradas duro muy poco antes de que topándose con todo lo que tenía enfrente Melany se sentara en las escaleras y lo había hecho de una forma tan despreocupada que no le importo mostrarme las bragas en algún momento mientras se dejaba caer.

Me perdí en esa vista solo por una par de segundos antes de exigir la respuesta que quería.

—Vamos Melany responde—No quería perder la paciencia con ella, no cuando en realidad ella ni siquiera era tan consiente de lo que pasaba a su alrededor y no cuando yo estaba lo suficientemente enojado como para decir algo que no debía.

—ah el chico, no se solo quería divertirme un rato cosa que tu querido cuñado me has arruinado—Me señalo negando con la cabeza mientras se inclinaba hacia enfrente y joder tuve miedo de que se fuera de cabeza y se hiciera daño.

—Mel...—Me corte cuando vi cual era el objetivos, una botella que estaba a un lado de las escaleras ella la tomo y dio un gran trago sonriendo.

—Salud, cuñado. 

—Basta, Melany—Me acerque para quitarle la botella por lo que solo me gane un puchero de su parte.

No soportaba verla así, realmente comenzaba a importarme mucho más de lo que ella creía y verla así solo me llenaba de sentimientos que ni yo mismo era capaz de describir. 

—Pero ¿Por qué?—Cruzo los brazos sin apartar la mirada de mí. 

—Porque vamos a dormir ahora ¿Quieres mover ese lindo trasero o lo muevo yo?

Ella sonrió abriendo más las piernas para mi y levanto sus brazos hacia mi.

Joder si lograba pasar la noche sin siquiera tocarle un cabello realmente debían pensar en convertirme en un jodido santo.

—Esta bien—El puchero que hizo me hizo sonreír mientras me acercaba a ella.

La levante de las escaleras y no tardo en abrazarme y esconder la cara en mi cuello, estaba más que seguro que ella no era consciente de lo que me provocaba de lo que me hacia el solo tenerla así, quería gritar de frustración porque no podía tocarla más allá de lo que ella deseaba.

—Hueles demasiado bien—Sentí como olfateaba mi cuello cosa que me hizo sonreír un poco.

—Deja de hacer eso.

—¿Y si no quiero?—El pequeño olfateo cambio abruptamente a pequeños besos en mi cuello.

Me tome un segundo parado en las escaleras para recuperar mi compostura y no perder la poca resolución que me quedaba en este preciso momento.

—Por favor—Le suplique cuando sus besos en mi cuello no se detuvieron en lo absoluto al contrario lo había intercalado con pequeñas mordidas.

Joder, Melany no tenía idea de lo que estaba haciendo.

—No quiero detenerme—Ella siguió en lo suyo por un momento más—Al contrario quiero seguir así toda la noche.

A la mierda todo, a la mierda el que dirán, a la mierda lo que la gente piense la quería para mí en este momento y para toda la vida si de mí dependiera esto, cuando termine de subir las escaleras no perdí el tiempo en bajarla de mis brazos y recostarla contra una pared mientras yo me inclinaba hacia ella y comenzaba a besarla con desesperación y pasión, joder si me rechazaba esta noche de nuevo, perdería mi maldita cabeza. 

—Sabes que a estas alturas no tengo nada de fuerza de voluntad—susurre cerca de sus labios, ella tenía que ser consciente de lo que estábamos haciendo. 

La Chica Problema. (Trilogía La Chica #1) (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora