Capítulo 01: Flechados.

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Tres meses después del accidente de Sanji, todo estaba regresando a la normalidad, habían sido declarados muertos tanto él como (t/n), Big Mom no los pudo localizar y dio por perdido el caso, no desperdiciaría su tiempo por una simple huérfana, para buena suerte de todos, la mujer no hizo nada contra el refugio al que (t/n) solía ayudar.

Reiju ayuda al refugio, con donativos y materiales, Nami le estaba muy agradecida, después de todo, parte de ese dinero era de los hermanos de Sanji.

Cierta noche, Reiju llegaba a su hogar, donde Ichiji la esperaba en su habitación, tenía el semblante serio, pero eso no preocupo a la mayor.

-¿Se te ofrece algo?- cuestionó con una leve sonrisa.

-Nos preguntábamos ¿cuándo conoceremos ese lugar?- estaba sentado en la cama de su hermana, de brazos cruzados. -¡Nuestro dinero se va ahí cada mes y ni una prueba tenemos!- se quejó.

-Lo que en realidad quieren saber es si realmente Nami existe, ¿no?- cuestionó con una amplia sonrisa, para ella era obvio que Ichiji fue quien hablo, ya que es el más serio de los tres y tal vez no sería tan obvio.

-¡Cállate!- se quejó con cierta vergüenza.

-Bien, si quieren conocerla, pueden ir el domingo, ya que es cuando está Nami...- Ichiji enarco la ceja.

-¿Ese lugar funciona toda la semana?- se cuestionó, pues creía que daba mucho dinero para un día.

-Así es... toda la semana atiende a personas de escasos recursos que no tiene algún lugar para dormir o comer, sólo que los domingos hacen un comedor más amplio, por cuestiones de tiempo y dinero, a la dueña le gustaría extenderlo...- hablaba pero Ichiji sólo levanto la mano en señal de silencio.

-Eso me da igual... este domingo será...- su hermana asintió, él comenzó a salir del cuarto, cerrando la puerta.

Reiju le mando un mensaje a Nami, para avisarle de las visitas del domingo, la pelinaranja se encontraba con su madre adoptiva, Bellemere, quien antes pertenecía a la Marina, pero dejo esa vida cuando encontró a las que ahora son su vida.

A parte de Nami, había adoptado a otra joven Nojiko, quien vivía fuera de Shinsekai, y solía mandar dinero para ayudar al refugio.

Después de que (t/n) se fue de la ciudad Nami regreso a vivir con su madre, ayudándola en todo lo que puede sobre el refugio, la ayuda de los Vinsmoke había llegado en el momento más oportuno, pues lograron salvarlo.

Al ver el mensaje Nami suspiro con fastidio, estaba cenando con su madre, quien noto el cambio de humor de su hija.

-¿Qué pasa?- cuestionó.

-Es Reiju, me acaba de avisar que este domingo sus hermanos verán el refugio...- se quejó.

-Y no te gusta la idea por qué...- formulaba con una sonrisa amplia.

-No los conozco, pero Sanji-kun me dijo que eran egoístas y unos cabezas dura, además Reiju me dijo que son igual a Sanji-kun, unos pervetidos de primera...- se quejó. -No entiendo cómo (t/n) se fijó en alguien así...- cuestionó con genuino interés, por desgracia aún no sabía nada de ella.

-Es cierto que cuando un hombre tiene un mal vicio, todo puede ponerse difícil, pero no olvides algo Nami, la mujer siempre tiene la última palabra...- dijo con un tono de confianza y sin borrar su sonrisa, después tomó un trago de la cerveza que tenía.

-Tienes razón...- se relajó un poco, no se dejaría intimidar por aquellos muchachos de clase alta, de ponerse groseros los pondría en su lugar en un segundo.

El domingo llegó sin pena ni gloria, Bellemere no podría acompañar a Nami en aquella ocasión, así que la pelinaranja se quedaría sola con los Vinsmoke, eso no le gustaba.

Al medio día Reiju llegaba, acompañada de un empleado que cargaba cajas, Nami se alegró por el detalle, después de todo al dar dinero, ya estaba todo hecho, pero la pelirrosa llevaba extra.

-¡Hola Nami!- saludo de manera educada.

-Bienvenida... no debiste molestarte...- dijo con una amplia sonrisa.

-Lo hago por gusto, esto sería la parte de Sanji y (t/n)...- su tono era de nostalgia, la cual se le contagió a Nami, pero le dio la razón.

-¿Y sabes algo de ellos?- preguntó en voz baja.

-Están bien... es lo único que sé, cuando tengan un lugar a donde vivir por su cuenta, se comunicaran conmigo...- aseguró, mientras guiñaba el ojo, lo cual tranquilizó a la pelinaranja.

La tranquilidad del lugar se vio interrumpida por gritos, Nami recordó en ese momento que Ichiji, Niji y Yonji irían.

-Es verdad... mis hermanos también llegaron...- dijo con cierta ironía, Nami deseaba que no se atrevieran a entrar, pero las voces se escuchaban más cerca, lo cual no le gustaba para nada.

-Qué lugar tan pequeño...- se quejó el peliverde.

-Además está en una mala localización...- habló el segundo.

-¿Por qué aceptamos esta locura?- habló Ichiji, Nami se molestaba a cada palabra, Reiju sonreía con cierta incomodidad.

Al entrar los tres hermanos, fueron recibidos por un golpe de su hermana mayor, comenzando a quejarse por el dolor.

-¿Qué te pasa?!- gritó Ichiji.

-¡Sean más educados!- exigió con una mirada sería la mayor.

Los tres levantaron la vista, sólo para encontrarse con Nami, una joven de cabellos naranjas y ojos castaños, delgada, de curvas sexys, vestía un blusón de manga de ¾ color rojo, y un short corto, con unas sandalias.

El ambiente de inmediato se lleno de corazones, los tres jóvenes no creían lo hermosa que era, mucho mejor que en la foto, a Nami no le molestaban las miradas acosadoras, pero ahora se sentía un poco incómoda.

En ese momento Ichiji, Niji y Yonji, tuvieron algo en mente al mismo tiempo...

¡Nami sería suya!

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Recuerden que si no entienden la historia, es porque primero debieron haber leído "La Receta Perfecta" :3

Este libro a manera de Spin-off es como la continuación de dicho fanfic.

Nos vemos para el siguiente capítulo!

Hagan sus apuestas, quién ganará? Quién la regará? Quién será el malo? O:

Un solo ganador. (One Piece. Nami y los hermanos Vinsmoke)Where stories live. Discover now