Un solo ganador. (One Piece. Nami y los hermanos Vinsmoke)

Capítulo 10: Celos.

La cita había comenzado, en la plaza comercial, fueron al cine, Nami había escogido una película romántica, eso a los hermanos Vinsmoke no les gustaba la idea y eso ella lo sabia.

En la sala escogieron los lugares, Nami quedo entre Ichiji y Niji, Yonji se quedó al lado de Niji, estaba molesto por haberse quedado lejos de Nami, así que se la pasó toda la película cruzados de brazos.

Por su parte Ichiji luchaba por no dormirse y Niji parecía aburrido, Nami sonreía de manera disimulada, mientras tomaba soda y comía palomitas, fingía ver con emoción la película, en las partes tristes dejaba salir una que otra lagrima, los hermanos pensaban que en verdad la pelinaranja disfrutaba aquello.

Al terminar la función, Yonji tuvo que ser despertado, salieron mientras cada uno de los Vinsmoke se estiraba y bostezaba.

-¡Fue hermosa!- declaró ella con alegría. -¡Ya deseaba verla, gracias por traerme chicos!- al decir aquello provocó que los hermanos la miraron con ojos de amor.

-No tienes que agradecer... sin duda fue una buena película...- declaró con una sonrisa Yonji.

-Y ahora ¿qué quieres hacer?- cuestionó Niji, Ichiji estaba aún molesto por la idea de compartir la cita entre los tres, por lo tanto se mantenía al margen.

-¿No les gustaría patinar sobre hielo?- cuestionó con emoción, eso puso contra las cuerdas a los Vinsmoke.

-¿Patinar?- cuestionó incrédulo Niji.

-Si... es relajante y divertido...- declaró.

-No suena tan mal...- al fin hablo Ichiji, ante la sorpresa de sus hermano, pero después recordaron que durante un semestre el pelirrojo había ido a estudiar de intercambio a Drum, una tierra nevada.

-¡Genial!- celebró Nami, notando como los otros dos estaban tensos. -¡Vamos!- tomó la mano de Ichiji y se encaminó hacia la pista que se encontraba en la plaza.

En la pista de hielo no había mucha gente, lo cual alegro a Niji y Yonji, pero nada los salvaría de ponerse unos patines, Ichiji sonreía con soberbia, aquella cita no sería mala después de todo.

Nami fue la primera en entrar a la pista, comenzando a recorrerla, no era muy grande, pero eso era lo de menos, al principio los Vinsmoke se quedaron pasmados al verla patinar, parecía un hada del hielo, tan bella y delicada.

Ichiji reaccionó primero, se estaba fijando mucho en Nami, cuando no debería ser así, debía completar tres niveles de una apuesta, se metió a la pista.

-No se preocupen, yo los entenderé si no quieren entrar...- bufo, eso molestó a sus hermanos menores.

El mayor alcanzó a Nami, patinando con cierto estilo, Niji no se quería quedar atrás y comenzó a entrar en la pista, sin embargo para no estar en la orilla como principiante, se metió sin cuidado alguno, cayendo al suelo de manera cómica, Yonji no lo pudo evitar y estalló en carcajada, Ichiji sólo sonrió.

-Ridículo...- susurró, pero Nami al ver la situación pensó en algo, Reiju le contó que entre ellos nunca había existido una hermandad real, sólo con Sanji, pues en realidad ellos solían ponerse el pie para perjudicarse, en esta apuesta, aquella situación no cambiaría, así que se acercó a Niji, trataría de cambiar un poco aquella situación.

-¿Te lastimaste?- cuestionó con preocupación, Niji se sonrojó, trató de levantarse para evitar la vergüenza, pero no podía. -¿Quieres que te ayude?- extendió su mano, él dudoso la acepto. -Ya veras que no es tan difícil como parece...- explicó y el peliazul se sonrojó levemente.

-Gracias...- susurró, ambos estaban frente a frente, ella tomaba su mano, él trataba de equilibrarse.

-Será sencillo...- animó ella, le dio la espalda sin soltarlo, tomó la otra mano y la colocó en su cintura. -Yo seré tu guía...- él asintió mientras era guiado por la joven, ante las miradas de enojo de Ichiji y Yonji.

Yonji ya no entro a la pista, mientras Ichiji se mantuvo cerca de la pareja, haciéndole platica a Nami sobre sus viajes, pero como la joven estaba más entretenida como maestra de Niji, no le prestaba toda la atención, el segundo de los Vinsmoke se sintió afortunado.

La hora de renta de los patines pasó volando, después de eso Nami sugirió comer, pues después de una actividad física siempre salía hambre.

Fueron a un restauran de tipo familiar, dónde comieron de manera amena, Ichiji había regresado a su mal humor, Niji estaba más tranquilo, pero Yonji era quien sacaba más conversación con la joven.

Después de la comida Nami pensó en darles una oportunidad, haber qué sugerían ellos como entretenimiento en una cita...

-Ha sido una tarde linda...- declaró con una amplia sonrisa. -¿Se les ocurre a dónde ir?- cuestionó enarcando una de sus cejas.

-Tu puedes decidir Nami... está tarde es para ti...- dijo Yonji.

-Da igual...- declaró Ichiji.

-¿Qué tal los bolos?- cuestionó con ciertos nervios Niji, Nami se molestó un poco con la repuesta de Ichiji.

-Creí que está era una cita entre los cuatro...- exclamó indignada, mientras se cruzaba de brazos, Niji y Yonji lo vieron como una oportunidad para sacar a Ichiji de la jugada.

-Tiene razón...- habló el segundo. -Haz estado de un humor...- Yonji carcajeo levemente.

-Si no te gusta esto, te puedes ir...- habló Yonji, cruzándose de brazos, Ichiji no podía dejarse vencer.

-Ya quisieran...- declaró, mientras miraba a sus hermanos con cierto enojo, pero de inmediato miro a Nami. -¿Qué te parece si te llevamos de compras?- sugirió y ella se sorprendió, ¿sería correcto?

Pero ella no pudo contestar, una voz irrumpió en al reunión...

-¿Nami-ya?- la pelinaranja al reconocer la voz sonrió ampliamente, volteando a ver al recién llegado, eso sorprendió a los Vinsmoke, quienes observaron a un chico tal vez un par de años mayor que ellos, cabello negro revuelto, ojos grises, perforaciones en las orejas y tatuajes visibles desde los brazos hasta los dedos, mirada sería con unas leves ojeras, vestía sudadera amarilla con negro, pantalones azules, calzado negro.

-¡Torao!- se acercó a él. -A pasado mucho...- el mencionado sonrió levemente.

Mientras que los hermanos Vinsmoke se quedaban pasmados, deseaban saber quién era ese, pues al observa a Nami tan feliz de verlo, la sangre les comenzó a hervir sin saber el porqué.