DÍA 3

2.3K 223 8
                                    

Adopted cat

(Gato adoptado)

Marinette. Tierna, encantadora y adorable Marinette. Desde que ella tiene memoria de muy pequeña siempre quiso tener una mascota.

Muchos pensarían que la mascota siempre quiso tener fue el hámster pero no al principio.

La mascota que siempre quiso tener fue el gato.

En específico un gato negro.

Desde que Marinette tenía memoria las personas que siempre veían o escuchaban sobre un gato negro su ignorancia sobre aquellas inocentes y pobres criaturas las relacionaban como la mala suerte.

Eso siempre le entristecía a pequeña Marinette de aquel tiempo.

Que nadie quisiera a los gatos negros.

Aun ella recordaba los días de su infancia, suplicándole a sus padres en que la dejaran tener un gato pero siempre recibía un "no" como respuesta y otras razones por las cuales no debían haber animales en su casa.

1. Porque no había suficiente espacio para poner al animalito.

2. La panadería era un lugar muy delicado y que debía tener mucha higiene.

3. Tener una mascota era una enorme responsabilidad.

Con el paso de los años Marinette perdió aquellas esperanzas de tener una mascota.

No fue hasta que cierto día cuando el destino decidió en darle ese anhelado deseo que tenia desde pequeña.

Marinette no dejaba de observar a aquel gato negro siendo mimado por sus caricias mientras que éste ronroneaba de la felicidad. Una sonrisa había decorado sus labios mientras que su rostro mostraba alegría y paz al ver como ese felino gustaba tanto siendo acariciado y mimado por ella.

La azabache dejo de acariciarlo y el felino ante su extrañeza abrió un ojo mientras la miraba curioso y extrañado.

– ¿Por qué te detuviste? – preguntó el gato a la chica.

– Lo siento es sólo que... se me hizo curioso de que ronronearas. – respondió Marinette.

– ¿Y eso te molesta? Digo, si te molesta puedo dejar de hacerlo aunque claro eso sería difícil de controlar. Después de todo soy un gato. – comentó el felino en un tono burlón.

– A mí no me molesta para nada. Es más creo que hasta ya me gusta tus ronroneos. – dijo ella con el mismo tono burlón que hizo el gato.

– Bien. Si tanto deseas escucharme ronronear entonces sígueme acariciando.

– Eres un gato callejero mimado.

El gato no dijo nada simplemente él le dedicó una de sus gatunas sonrisas mientras sentía los dedos de Marinette pasando por sus rebeldes y dorados cabellos.

Sí, el destino le trajo a Marinette un tierno y simpático gato.

Pero no era un gato cualquiera sino que ese gato era nadie más y nadie menos que el mismo héroe de París: Chat Noir.

Y además de eso Marinette sabía muy bien que había hecho una increíble destreza hacia sus progenitores por obtener un gato sin su acontecimiento. Ellos le dijeron que no podía tener un gato de mascota pero jamás mencionaron a un chico de cabellos rubios vestido de héroe de gato.

Y más aún cabe declarar que Chat Noir no sabía que en esos momentos él ya no sería más un gato callejero porque sin que él supiera Marinette Dupain-Cheng ya lo había adoptado como su gato.

May MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora