DÍA 23

1.7K 128 9
                                    

Actual cat Chat Noir

(Gato actual Chat Noir)

Se le podía ver a Marinette corriendo por todas las calles de París gritando de una manera desesperada y angustiada el nombre de su novio. ¿Por qué razón? Simple, hacia unos minutos atrás el héroe de París había sido atacado por un akuma el cual lo había convertido en un gato de verdad; nadie se hubiera imaginado que el akumatizado sería un infante con el poder de convertir las cosas o personas en los cuentos de hadas y para acabarla Chat Noir fue convertido en un felino por la referencia al famoso cuento infantil "El Príncipe Sapo". Marinette sabía perfectamente que para romper el hechizo sólo se bastaba con un beso de amor.

– ¡Chat Noir! ¡Chat Noir! ¡Ven gatito, gatito, gatito! – lo llamó varias veces pero él no se encontraba por ningún lado, corría calle por calle pero no había rastros de ese gato. – Chat Noir, ¿Dónde estás?

Aunque el cansancio ya la estaba venciendo la determinación por buscar al héroe de París le impedía detenerse, no supo por cuánto tiempo había estado buscándolo; lo único que le importaba era encontrar a su novio.

Se la paso así toda la tarde hasta caer la noche, pero lo que Marinette no contaba es que esa noche había una densa neblina la cual hizo complicar más su búsqueda.

Un nudo se formó en la garganta de la chica al no encontrar a su adorado minino por ninguna parte de la ciudad.

Las lágrimas comenzaron a asomarse por sus ojos amenazando con salir de ellas.

Al caminar derecho a su hogar, ella temió de perderlo la oscura soledad de la ciudad.

Le había fallado. Le fallado a Chat Noir. Aun cuando ella purificó aquel akuma y la ciudad entera, él sigue siendo un gato de verdad. No podía perderlo y no quería hacerlo, ni mucho menos ahora que él ya había formado una parte de su vida y amorosa también.

Perder a Chat Noir sería como caer en un abismo de oscuridad y desesperanza.

Marinette caminaba a paso lento que a su vez arrastraba sus pies con desgano, no fue hasta en ese entonces cuando escuchó algo; un leve maullido que se encontraba un tanto cerca de ella.

El corazón de la chica palpito con ganas pero no quería ilusionarse hasta asegurarse que ese maullido fuera de él, de su Chat Noir, rápidamente corrió hacia el lugar donde provenía aquellos maullidos; cuando ella se detuvo en un pequeño callejón una sonrisa amplia junto a una mirada de alivio y esperanza se notó en su rostro al encontrar lo que tanto tiempo había estado buscando.

– Oh Chat, te he encontrado. – con sumo cuidado ella se dirigió hacia su felino, ella notó como Chat se encontraba confundido y asustado por la situación en la que estaba pasando. – Hola gatito. Parece que tuviste problemas en este estado, ¿No es así?

El lastimoso maullido se escuchó de nuevo, la mirada felina de Chat Noir lo decía todo; suplicas y consuelo fueron lo que transmitió él hacia la azabache.

La niebla que los rodeaba a ambos era cada vez más densa, Marinette se puso en cuclillas quedando frente a frente del gato negro.

– Muy pronto la lluvia caerá. Te llevaré a casa Chat, ahí estarás más seco y cálido. Vas a estar a salvo, te lo prometo, gatito.

Con mucho cuidado Marinette dirigió su mano cerca de él, Chat Noir ni rápido ni lento colocó su cabeza sobre la palma de la mano de su novia; un ronroneó se dejó escuchar por parte de él. El héroe de París jamás dudaría nada de Marinette, después de todo ella era su pareja y sabía perfectamente que ella jamás sería capaz de hacerle daño a nadie ni mucho menos a un desafortunado gatito callejero como él.

May MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora