DÍA 12

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Touch starved

(Abandonado)

Marinette jamás pensó en adoptar en su vida a un gato callejero, especialmente si era parte del dúo de superhéroes de París. No ella siempre pensó que tendría algún día a su propio hámster o dos junto a tres niños con quien los tendría con su amor platónico; Adrien Agreste. En ninguna parte de sus más locos sueños ella se imaginaría la imagen de Chat Noir y sus juegos de palabras gatunos.

Mientras que ella nunca considero al héroe como parte de su presente o futuro, Marinette tuvo que admitir que la presencia del felino no la molestaba como ella lo pensó. De hecho, se podría decir que la azabache cuánto empezaba a preocuparle a su compañero secreto. Sus visitas se habían hecho bienvenidas mientras la ayudaba con su tarea cuando más lo necesitaba, veía películas con ella, jugaba algún videojuego favorito de ella, o incluso veía como ella trabajaba en uno de sus proyectos de diseño u otro.

En ese momento, Chat Noir se reclinó sobre el Chaise-Longue de Marinette mientras que ella colocaba un alfiler en el dobladillo de un vestido que estaba haciendo para Alya como un regalo de cumpleaños.

La Dupain-Cheng necesitaba la distracción después del día que ella tuvo. Esto sólo había ido mal en peor mientras que ella había llegado tarde a clases, tuvo detención sólo por su retardo, enfrentarse especialmente a un difícil akuma, y con Chloe tratando de intimidarla por alguna miserable razón. Ella regresó a casa y se dirigió a hacer su trabajo, esperanzada con probar la tela que ella compró para el vestido de Alya podría calmarla. Coser por lo general ayudaba, pero ese no era el momento.

Marinette giró su cabeza y echó un vistazo hacia Chat, notando por primera vez lo cansado que él se veía. No pudo evitar pero darse a ella misma una reprimenda por ser una mala amiga. Ella debió haber visto en el momento que él llegó, pero él mantuvo sus sentimientos seriamente guardados como los superhéroes deben de hacer ante su propia experiencia.

– Hola gatito, ¿Te gustaría algo de compañía? – preguntó ella con una voz dulce.

– Siempre, Princesa. – él se movió a un lado, permitiéndole a su princesa suficiente espacio para que ella se acomodara junto a él. Su brazo la había rodeado fácilmente para mantenerla en el chaise-longue ya que ambos habían crecido bastante desde la primera vez que compartieron el mueble. – ¿Cómoda?

– No mucho. – dijo ella mientras colocaba sus manos en el cabello del rubio y comenzó a recorrer con sus dedos en él. – Ahora, está mucho mejor.

Chat ronroneó mientras que ella continuaba sus mimos, poniendo al héroe relajado lo suficiente como para dejarlo completamente dormido sin que le importara.

Ella sonrió por su maniobra y el ronroneo de él, sintiendo como sus propias preocupaciones y el estrés se fueran mientras que él continuaba ronronear a un lado de ella. Marinette nunca pensó al no tocar a Chat Noir podría causar mucha angustia en su sistema y saber si él sentiría lo mismo. Ella no tenía intenciones de empujar los límites de su amistad desde que su corazón le reclamaba con su amor platónico, pero la azabache quería que Chat supiera que él siempre podía ir con ella por abrazos si él los necesitaba. Marinette quería ser su barco salvavidas cuando la vida fuera muy tormentosa para su gatito.

– Princesa, ¿Estaría bien si me quedo por esta noche? – preguntó Chat Noir. Marinette lo miró con ternura y le dijo.

– ¿Está todo bien en casa?

– Es lo mismo, pero me he sentido un poco abandonado últimamente.

La Dupain-Cheng no dijo nada durante varios minutos mientras que ella consideraba las palabras de su amigo y el posible cambio de su amistad si ella lo dejaba quedarse. Marinette consideró las implicaciones y ramificaciones si sus padres descubrieran a Chat Noir en su habitación, ella casi le dijo que no, pero al escuchar los mortíferos y lentos ronroneos hizo cambiar su mente mientras que el felino se puso tenso, esperando a su rechazo.

– Yo también me he sentido un poco abandonada, gatito. Puedes quedarte si quieres.

Chat Noir se calmó lentamente mientras él comprendía las palabras de su princesa y se dio cuenta de que ella no lo corría.

– Gracias Princesa, prometo siempre comportarme. Palabra de gato.

Marinette rió ante eso, sabiendo que su palabra no siempre era verdaderas mientras ella recordaba algunos incidentes con su bola de estambre y sus materiales de costura.

La chica encontró con su mano uno de los puntos débiles favoritos de su compañero y lo acaricio suavemente con sus dedos, amando el nuevo ronroneo mientras que ella completó su cometido.

– Confió en tu palabra, gatito. – después de acomodarse en su posición la chica pudo ver la expresión del rostro de Chat mejor que nunca, ella le habló con una voz delicada y tierna. – ¿Estás listo para regresar o prefieres quedarte aquí un rato más?

– Vamos a quedarnos aquí un poco más. No estoy listo todavía para dejarte Princesa.

El corazón de Marinette se aceleró ante esto, pero ella rápidamente lo hizo a un lado, creyendo a lo que él le decía de la manera más platónica posible.

– Está bien gatito, aquí nos quedamos.

Ellos permanecieron ahí toda la noche, quedando completamente dormidos acurrucados y abrazados en los brazos del otro y encontrando la paz del fin del día.

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La verdad el titulo no me convenció tanto ni mucho la traducción; ya que hubo mucho tipos de traducciones para este título.

May MarichatWhere stories live. Discover now