DÍA 13

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Nightmares

(Pesadillas)

París estaba hecho un caos.

Era una escena horrida, bizarra y sobretodo apocalíptico.

En las calles había cadáveres por doquier.

Marinette miraba a todo su alrededor con lágrimas en los ojos, sus oídos no dejaban de escuchar gritos de dolor, de horror y de ayuda.

Ella se encontraba en los Campos de Marte justo en frente de la Torre Eiffel, ahí mismo, justo en la punta de ésta se encontraba Hawkmoth. Riendo macabramente. Esa risa hizo asustar a Marinette, su corazón no dejaba de latirle tan rápido pensando que en cualquier momento le daría un paro-cardíaco.

El villano la miró y ella vio algo que la hizo entrar en pánico.

Hawmoth desenvaino su bastón convirtiéndolo en una filosa espada.

Marinette no le dio tiempo de reaccionar cuando Hawkmoth hizo lanzar su espada directamente a ella, la chica quería moverse de ahí, quería esquivar el ataque del villano; pero; algo le impedía hacerlo. Era como si una fuerza sobrenatural hiciera que su cuerpo quedara paralizado.

Todo fue en cámara lenta.

Hawkmoth lanzando su espada.

La espada iba a dirigirse hasta Marinette.

Marinette hacia un esfuerzo por esquivar la letal arma.

La espada finalmente había sido clavada en el cuerpo de la víctima mientras que en la letal herida brotaba una enorme cantidad de sangre.

Y finalmente la expresión de Marinette se encontraba en un completo shock al saber lo que había ocurrido en ese instante.

La heroína en su forma civil había sido protegida por Chat Noir, quien había utilizado todo su cuerpo como escudo para evitar que la espada del villano lastimara a su princesa.

¿? – Chat... Noir... – apenas su voz le salía de su garganta.

Chat Noir le dedicó una última mirada y sonrisa a la chica quien inmediatamente ella tenía una expresión de horror y angustia en su rostro. Pocos segundos después el héroe de París perdió el equilibrio de su cuerpo y justo antes de que él cayera al suelo Marinette rápidamente lo sostuvo entre sus brazos y comenzó a llamarlo con una enorme y angustiada desesperación.

– ¡Chat! ¡Chat por favor! ¡Gato idiota! ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡¿Por qué?!

– Marinette... lo... siento.

– No hables... no hables por favor... te pondrás bien te lo prometo. Estarás bien... estarás... estarás...

– Mari. – con ultimo esfuerzo el héroe colocó su mano sobre la mejilla mojada de la chica.

– ¿Qué? – ella seguía llorando, sus lágrimas no paraban de caer de sus tristes y angustiados ojos azules, miró con suplica y perdón a su gatito quien no quitaba su sonrisa tierna y pacífica de sus labios.

– Yo... te...

No pudo decir más, su voz se había apagado al igual que la vida en su esmeralda. El cuerpo de Chat Noir comenzó poco a poco a perder su calor, la mano que él tenía sobre la mejilla de Marinette cayó hasta tocar el suelo.

Algo dentro de la chica se rompió y a su vez sintió que una parte de ella murió junto a su gatito.

– ¿Chaton? – lo llamó por su apodo pero ella sabía que él jamás le respondería. – Chat Noir... Chat Noir por favor háblame. Chat. ¡CHAT NOIR!

Su grito había sido doloroso y desgarrador.

Marinette aferró el cuerpo inerte de su compañero contra la de ella sin importarle que aquel color carmesí manchara su ropa, lo llamaba destrozada con la única esperanza de que él la escuchara.

– ¡CHAT! ¡CHAT! ¡POR FAVOR! ¡TE LO SUPLICO! ¡NO ME DEJES!

"Marinette"

"Marinette"

"¡Marinette!"

La chica de pronto abrió bruscamente sus ojos, sus lágrimas aun caía y resbalaban en sus mejillas, a la vez que ella dio una profunda bocanada de aire que además esto ocasiono que se sobresaltará en su lugar.

Un sudor frío había empapado todo su cuerpo haciendo que la pijama que traía puesta se le estampara contra su figura.

Esperen, ¿Pijama?

La chica miró todo su alrededor, estaba en su habitación y Chat Noir se encontraba justamente a un lado de ella; observándola con preocupación y miedo.

Esperen otra vez, ¿Chat Noir? ¿En su habitación?

– Gracias al cielo que despertaste Princesa. Me has dado un susto de muerte. – comentó ya aliviado Chat Noir a su Princesa.

La chica no dijo nada sólo se le quedo mirando confundida y aliviada al héroe. Unos leves sollozos comenzaron a escapar de sus labios los cuales estos trato ella de reprimir.

– ¿Marinette? ¿Estás bien? ¿Por qué lloras? – preguntó Chat Noir preocupado.

Acto seguido el chico quedo estático en su lugar cuando vio a la chica abalanzarse sobre él para envolverlo en un abrazo. Fue en ese momento en que Marinette ya no lo resistió más y rompió el llanto. Pero no era un llanto de tristeza o de miedo, sino más bien era uno de alivio.

Chat Noir no dijo nada sólo se le quedo viéndola preocupado y triste; y escuchándola decirle "estás bien", "estás vivo", "no me dejes sola" entre otras cosas más que había experimentado en aquella horrible pesadilla de muerte.

A Chat se le rompió el corazón.

Ver a su Princesa así desprotegida y asustada en un lugar donde él ni siquiera puede protegerla le dolía bastante.

– Shhh... tranquila. No llores, estoy bien. Todo está bien. No tienes nada porque temer.

– No me dejes... no me dejes sola por favor. – suplicó entre lágrimas.

– No lo haré. Te lo prometo. – juró a su Princesa mientras la tranquilizaba con sus ronroneos y caricias. – Y es una promesa que jamás romperé.

May MarichatWhere stories live. Discover now