Cuñado |Zabdiel de Jesús|

3

— No te tengo miedo Luciana— me levanté de la mesa—. Si quieres tragate a tu noviecito. A mí no me importa nada. Ni él ni mucho menos tú.

Tomé mis cosas y me fui a la casa. Me quedé allí a esperar a que ellos les diera la gana de terminar su cena y así poder hablar con Zabdiel. Seguro la cita se va a terminar temprano, ya que Zabdiel está super enojado con Luciana. Creo que al final no van a terminar casándose porque él se dará cuenta que ella no es la ideal para él.

Y estaría bueno que eso pasara. Sé que es mi hermana pero es que hay veces que pienso que no lo es, me trata como si fuera un trapo sucio, y por eso es que la odio.

Hice mis maletas y me vestí sencilla: pantalón Jean corto y una blusa de tiros, se me veían la barriga, y mis Vans. Mientras todos se ponen su pijama yo me visto como loca.

Esperé a Zabdiel por horas, seguro que ya estaba loco por venir pero Luciana lo estaba entreteniendo con payasadas.

Sentí que llegaron a las 2 de la mañana y yo no había pegado el ojo en todo ese rato. Esperé a que subieran para ver a Zabdiel.

Luciana estaba algo pasada de copas y la cara de decepción de Zabdiel al traerla cargada me mató de risa.

— Bárbara— le escuché llamarme detrás de la puerta—. Se que estás despierta, ¿puedo pasar?

Dejé que esperara un tiempo y fui a abrirle.

— Pasa Zabdiel— miré su cara de decepción y trasnochado.

— No entiendo porqué te fuiste sin avisar— miraba extraño en la forma como estaba vestida y se rascó la cabeza.

— Luciana no quiere que esté cerca de ti. Piensa que le robaré al novio.

— ¡Por Dios! Jamás me imaginé que Luciana iba a resultar ser una...— aguantó las ganas de decir lo que iba a decir. Esto segura de que no era nada bueno.

— Tranquilo. Yo entiendo. Ya sabes lo que yo debo de pensar que tengo toda mi vida conviviendo con ella.

— Cambiemos el tema. ¿Qué haces así vestida?

— Te estaba esperando. Quería pedirte un favor. Necesito que me compres el pasaje y me mandes de regreso a Miami. No quiero estar cerca de Luciana y menos que te ande celando todo el tiempo conmigo.

— No creo que sea lo mejor en este momento Bárbara— parecía estar melancólico.

— No quiero arruinarte la relación Zabdiel ni que mi hermana piense que estamos enamorados— dije sin pensar y él me miró vergonzoso.

— Hagamos algo Bárbara. Cuando amanezca, bien temprano vistete decente y te vas conmigo. Ya en lo que queda de la noche voy a pensar que hacer.

— ¿Y Luciana?

— Debes irte conmigo antes de que ella se entere que salimos juntos— dio una pequeña sonrisa—. Nos vemos, buenas noches.

— Adiós cuñado.

Me eché en la cama a tratar de dormirme y fue bien fácil.

•   •   •

— ¡Despierta!— Zabdiel menea mi cabeza despeinandome toda.

— No— me cubrí la cara con la colcha.

— Si quieres que Luciana nos vea salir juntos entonces sigue durmiendo.

— ¡Espera!— me quité todo y me metí al baño super rápido.