¿Amigos o rivales?

262 19 33
                                    

Narra Link

La taberna de la posada local de Altea estaba algo concurrida, después de un rato de música alegre, los juglares optaron por cantar una canción triste, la cual jamás había escuchado antes y solo me hizo recordar la enorme pérdida que me invadía al haberme enterado de la decisión de Zelda. 

Aquel joven peliazul mostraba un extraño interés en absolutamente todo lo que yo decía, acepté que me invitara algo de beber pero no esperaba que me atormentara con tantas preguntas, algunas de estas eran un tanto incómodas y directas

—Entonces ¿Conoces a la princesa Zelda?— preguntó.

—Si...—

—¿Alguna vez te habló sobre su guardaespaldas?— insistió.

—No...—

Aquel sujeto no se cansaba de interrogarme, yo de por sí ya estaba bastante triste para hablar de la princesa Zelda en ese momento y aquel tipo insistía sin parar ¿Qué se cree?

Cuando Impa fue a ver a la princesa Zelda a su habitación después de su charla con Marth, esta le dijo que había aceptado la propuesta del rey, la sheikan observó que la princesa no se veía muy convencida, pero afirmó que no iba a cambiar de opinión.

Salí apresuradamente del castillo en busca de algún lugar donde pudiera olvidarme un poco de todo. A fin de cuentas, yo había intentado convencer a la princesa de tomar aquella repentina decisión y me sentía demasiado arrepentido de eso.

Pero en cuanto salí al patio, ví a los contrabandistas tratando de robar unas joyas del castillo, los seguí hasta aquella vieja taberna y ahí me encontré con Ike, así que decidí ayudarlo en su combate, solo que no esperaba que estuviera tan desesperado por obtener toda esa información sobre la princesa.

La plática entre nosotros se estaba haciendo tediosa e insoportable, yo solo esperaba el momento indicado para levantarme e irme de ahí lo antes posible, al otro lado de Ike se encontraba su amigo pelinegro, Soren, el cual parecía incluso más frustrado que yo por las abrumadoras preguntas del mercenario.

—Oye Link... eres de Hyrule así que supongo que sabes... ¿Quién fue ese que salvo a la princesa cuando la secuestro un tal Gononfoort?— 

—Es Ganondorf— dije rodando los ojos.

—Si eso ¿Sabes quién fue?— insistió Ike impaciente.

—Quizá no lo creas pero, fui yo— respondí dando un sorbo a mi amarga bebida sin darme cuenta de que el peliazul se había puesto de pie.

—Ahora veo ¡Con razón eras tan sospechoso!— gruñó.

—¿De qué hablas?— Pregunté al notar como Ike cambiaba de actitud conmigo de manera brusca.

—¡De que Zelda me rechazó porque esta enamorada de ti!— gritó, todos los presentes se giraron a verlo y este un tanto avergonzado tomó asiento de nuevo.

—Eso no es cierto, no esta enamorada de mí, ni lo estará jamás, se va a casar con Marth ¿Recuerdas? así que no creo que... espera, ¿tu la conoces?— pregunté un poco confundido, pues en ese momento comencé a entender todo.

—Fui su guardaespaldas por un tiempo— contestó el mercenario un poco más calmado y recuperando lentamente la compostura.

—Pues nunca me habló de ti— respondí un tanto molesto, pues pensé que talvez aquel mercenario se estaba burlando de mí.

Ike y Zelda "Amor Prohibido"Where stories live. Discover now