Dangerous [Embry Call] |Libro 4| de la serie 'Improntas'

CAPITULO 16

Maratón (3/3)

-wow esto es genial. – le dije retirando la gasa del hombro de Embry. – ya no tienes nada. – dije y entonces Embry acerco mi cuerpo a él, nos encontrábamos en mi habitación, en casa de la señora Moon; me enderece ante su acto ya que me encontraba de pie junto a el que estaba sentado en el borde de la cama, el escondió su cabeza en mi estomago y me miro con una expresión tierna desde allí mientras yo pasaba mi mano entre su cabello. – ¿Qué quieres? – le pregunte con una sonrisa.

-que me des mimos. – me dijo dejando de mirarme para besar mi estomago por encima de mi blusa.

-¿no es eso lo que hago todo el tiempo? – le pregunte con un tono burlón.

-si, pero ven. – me dijo jalándome para quedar sentada sobre su estómago.

-no deberíamos. – le dije al sentir su mano sobre la piel de mi espalda, el había metido su mano por debajo de mi blusa. – la señora Moon está caminando por ahí.

-como si ella no supiera que yo estoy acá. – me dijo riéndose, yo lo mire con sorpresa.

-¿a qué te refieres?

-ella a escuchado mi voz varias veces ¿sabes que muchos de los ancianos de la reserva creen en las leyendas y saben sobre la manada?; ella sabe quién soy. – me dijo como si nada, mi mandíbula cayo con sorpresa.

-¿en serio? – le pregunte sin poderlo creer. - ¿Por qué no dijiste nada antes?

-¿Cómo te iba a explicar que sabía que ella nos espiaba y murmuraba cosas como -ya está ese muchacho cambia formas de nuevo en su habitación-? – yo solté una carcajada junto a él.

-pues con mayor razón. – le dije con una sonrisa burlona. - ¿Qué tal si me escucha cuando grité a causa del orgasmo que me provoques? – le dije de forma descarada, la expresión segura de Embry cambio a una tímida.

-Monse... - dijo el tapándose la cara con sus manos. – se supone que yo debo sonrojarte, no tu a mí. – dijo, se veía como un niño inocente y yo solté una carcajada para relajar mi cuerpo sobre el suyo. – si te preocupa abusar de la hospitalidad de la señora Moon. – dijo enderezándose para obligarme a pararme y sentarme a su lado, nos miramos a los ojos un par de segundos. – siempre puedes mudarte conmigo. – ahora la que estaba sonrojadas era yo.

-pero tu vives con tu madre. – argumente.

-buscare un lugar solo para nosotros. – me dijo, se veía de repente muy serio para ser Embry.

-¿no es muy pronto? – le dije un poco nerviosa.

-no lo creo; Louisa y Seth se mudarán...

-stop – le dije levantando mi mano derecha. – ese par llevan más de un año juntos. – argumente.

-un año, un mes, una semana – comento Embry encogiéndose de hombros. – lo que importa es que yo te amo y quiero estar cada día de mi vida a tu lado. – me dijo con su sonrisa encantadora. – o ¿quieres que nos casemos? – me dijo meditándolo. – si es lo que quieres - me dijo deslizándose de la cama para arrodillarse frente a mí, yo me apresure a arrodillarme frente a él y a abrazarlo ante de que hiciera alguna propuesta espontanea de matrimonio.

-esto es muy lindo, amor. – le dije con mi cabeza metida en su cuello. – yo también quiero estar contigo cada día, pero hay cosas que debemos solucionar antes. – le dije apartándome de el para mirarlo a los ojos. - ¿estás seguro de que quieres dejar a tu madre sola? No quiero ser egoísta. – le dije meditándolo, sin embargo, la expresión en el rostro de Embry no cambio.