CAPITULO 20

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ADVERTENCIA: El capítulo a continuación posee lenguaje y referencias sexuales.

-No, Embry ese sofá se ve mejor bajo la ventana. – le dije, este se giro para mirarme con cara de pocos amigos luego de que yo me quejara del lugar en que había acomodado dicho sofá como por quinta vez, lugares que de hecho habían sido sugeridos por mí. – ya amor. – le dije con una expresión de súplica. – acomódalo donde te digo, te prometo que es la última vez que te obligo a moverlo. – y dicho esto Embry empujo sin mayor esfuerzo el sofá hasta el lugar que yo estaba señalando, para luego sentarse sobre el y palmear el lugar a su lado, yo le sonreí para caminar y sentarme junto a él. – mudarse es cansado. – le dije estirándome como si me desperezara, Embry me miro con una expresión incrédula.

-pero si yo moví y cargué todo. – argumento. – tu solo me gritaste que tuviera cuidado con esto y aquello y me diste órdenes. – dijo el cruzándose de brazo y inflando sus cachetes como si fuera un niño a punto de llorar, yo comencé a reírme consiente de que tenía razón.

-esta bien, lo siento. – le dije paseando mi mano por su brazo. - ¿Qué quieres para que lo compense? – le pregunte, mis palabras parecieron iluminar el rostro de Embry.

-tu lobito quiere mimos. – me dijo apoyando su cabeza en mis piernas, en donde comencé a pasear sus manos entre su cabello.

-¿solo eso? – le pregunte con un tono de voz travieso y entonces Embry que había cerrado los ojos mientras lo acariciaba los abrió de golpe y se sentó de nuevo para mirarme.

Estuvimos así, un par de segundos intercambiando miradas traviesas hasta que este se inclinó hacia mi para unir mis labios con los suyos, me atrajo hacia el de tal modo que yo quedara sobre él, encerrando su cintura entre mis piernas, paseo sus manos por mis muslos deleitándome con su roce pues yo había decidido ponerme un par de shorts de jean para la mudanza, me separe de él unos centímetros tratando de regular mi respiración, pues su beso desesperado me había dejado sin aire este me miro un par de segundos para luego ponerse en pie sujetándome por las piernas y comenzar a caminar mientras me besaba de nuevo, en búsqueda de nuestra habitación; la cual ya habíamos amueblado y acomodado, me acomodo delicadamente sobre nuestra cama posicionándose sobre mí con cuidado de lastimarme, nuestro beso era cada vez más desesperado y en cuestión de segundos nos deshicimos de nuestra ropa, Embry parecía encantado lamiendo y besando cada centímetro de mi cuerpo besando aquellos tatuajes que solo el que me viera desnuda era capaz de conocer, como una pequeña media luna que yo me había tatuado hace un tiempo en la parte baja central de mis senos, o las frases de fortaleza que alguna vez había tatuado sobre mis costillas, seguros de que el sería el único que los besaria por el resto de nuestras vidas, por mi parte yo pasaba mis manos frenéticamente por toda su piel, dejaba besos, mordidas o buscaba su boca con desesperación; llena del placer que su toque me provocaba, feliz de estar con aquel hombre que me atraía como nadie nunca lo había hecho y lo hacía tanto en cuerpo como en alma.

-eres jodidamente hermosa, bebe. – me dijo el, levantando su rostro para mirarme ya que se encontraba besando la piel de mi abdomen, me miro con su expresión traviesa y sin haberlo previsto introdujo dos de sus dedos en mí, acción que provoco que yo arqueara mi espalda, Embry parecía divertido al ver todo lo que podía causar en mi pues me encontraba totalmente humeda y entonces yo baje mi mano por su abdomen hasta tocar su miembro que erecto que se veía apretado entre su ropa interior, en cuanto sobe su zona esta vez fue Embry, el que soltó entre jadeos y gruñidos.

-tienes que hacerlo ahora. – le dije entre jadeos de desesperación, Embry asintió a mi petición y yo me estire para alcanzar mi billetera que estaba sobre la mesa de noche para luego sacar un preservativo de esta, Embry me miro con confusión. – yo sabia que tu no estarías preparado para esto, o que al menos no te interesaría protegerte. – le dije con la voz entrecortada y el asintió con una sonrisa ladina, pues ambos éramos conscientes de que yo tenía toda la razón, lo vi ponerse el preservativo mientras me lanzaba miradas llenas de lujuria, lujuria que yo sabía también estaba presente en mi expresión, para luego abalanzarse sobre mí de nuevo para entrar en cuestión de segundos en mí, sus embestidas arrítmicas causaron que yo gritara de placer aunque al verlo pude notar que este se encontraba bastante concentrado en hacer un buen trabajo, el cual puedo asegurar lo estaba haciendo, grite y arquee mi espalda a causa del orgasmo provocado y al verlo echar su cabeza hacia atrás y soltar un gruñido supe que este también había llegado a él junto a mí, acerco su rostro al mío, con una deslumbrante sonrisa para darme un tierno beso y luego desplomarse a mi lado.

-gracias. – me dijo mirando al techo junto a mí.

-¿sabes que es raro que des las gracias luego de hacer el amor? – le dije con un tono burlón, consciente de que utilizar la simple palabra sexo, se quedaba corta para todas las maravillosas sensaciones que Embry desataba tanto en mi alma como en mi cuerpo.

-es que eres la mujer mas bella. – dijo pasando su brazo por debajo de mi cuello para que pudiera acomodar mi cabeza sobre este. – maravillosa y sexi. – dijo doblando dicho brazo para comenzar a dibujar delicados círculos sobre mí hombro con las yemas de sus dedos.

-te amo. – le dije paseando mi mano en su pecho desnudo.

-y yo te amo a ti, soy la persona mas afortunada de tenerte. – y dicho eso cerré mis ojos feliz, dispuesta a dormir desnuda al lado de aquel cuerpo que emanaba tanto calor; pero cinco minutos más tarde se escuchó un alboroto de risas y conversaciones animadas yo abrí mis ojos de golpe, molesta.

-no puede ser. – le dije a Embry. – nuestros vecinos son ruidosos. – dije alzando mi cabeza para mirarlo, Embry simplemente se tapó el rostro con la mano que tenia libre con evidente frustración.

-no son nuestros vecinos. – dijo soltando un sonoro suspiro. – es la manada y las improntas. – lo mire confusa preguntándole que hacían acá con la mirada. – preciosa. – dijo el acariciando mi mejilla. - ¿creíste que no vendrían a inaugurar la nueva casa? – me pregunto rodando los ojos. – lo que no puedo creer es que estén acá tan temprano. – y entonces yo solté una carcajada consiente de que ser parte de una familia revoltosa seria algo con lo que viviría el resto de mi vida.

Embry y yo tomamos una ducha tan rápido como pudimos; mientras la manada y las improntas ya habían comenzado la fiesta en la sala de nuestra casa.

-¿se bañaron juntos para ahorrar agua? – pregunto Paul, en cuanto salimos de nuestra habitación. - ¿Por qué te ves molesto? – pregunto de nuevo mirando a Embry.

-¿no es obvio? – le dijo Jared saliendo junto a Kim de la cocina con snacks vertidos en un recipiente. – esta molesto porque le interrumpimos su idilio de pasión. – dijo descargando el recipiente sobre la mesa de centro a la vez que hacia un intento de baile "sexi" que parecía más bien el movimiento de una lombriz en un gancho de pesca y Kim le daba una nalgada, causando que todos comenzáramos a reírnos.

-¿no te gustaba vivir metiéndote en la intimidad de los demás? – le pregunto Louisa al momento que pasaba por su lado, golpeándole suavemente el brazo. – la venganza es un plato que se come frio. – dijo con una sonrisa maliciosa para pasar de largo hacia a la cocina, en lo que supuse su búsqueda de una lata de cerveza.

El resto de la noche las improntas nos pusimos tan ebrias como pudimos, inclusive Emily que al principio no hacia mas quedecirnos que midiéramos el ritmo con el que bebíamos, descubrí que la condición de lobos impedía que el alcohol afectara a la manada, así que sin importar cuánto bebieran estos se veían igual mientras que nosotras estábamos cada vez peor, cerca de las 3:00 a.m los primeros en irse fueron Seth y Louisa luego de que esta le gritara delante de todos que tenía calor y quería ir a bañarse desnuda a la Push, lo que causo que Seth se pusiera rojo como un tomate y Anna le gritara a Louisa que se comportara mientras que Sarah que estaba bebiendo un sorbo de cerveza en ese mismo momento casi se ahogara al no poder retener la risa al escuchar a la imprudente chica, detrás de ellos se fueron Emily y Sam para evitar que Seth cediera a las peticiones de su caprichosa impronta y cerca de las 5:00 a.m nos encontrábamos sobre nuestro nido de amor, mientras recibía caricias por parte de Embry y me quedaba dormida poco a poco. 

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Ya se mudaron juntos que gonitos 😊😍 jejeje solo nos falta el prólogo y ustedes saben que de una les subo la siguiente historia, así que muy pendientes mañana porque apenas monte el final subiré la continuación de la serie, nos leemos mañana.
No olvides apoyarme con un votico, gracias por todo 💓😊    

Dangerous [Embry Call] |Libro 4| de la serie 'Improntas'Where stories live. Discover now