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Burbuja

Salgo corrieron de los vestidores para llegar a mi parada de autobús a tiempo. Como Boomer me dijo que su hermano iba a hacer una minifiesta, me invitó para pasarla un poco alocado, claro que como amigos. No pienso quejarme. Una invitación es una invitación.

Aunque todavía no tengo nada pensado para esta noche. Tal vez podría usar el conjunto que probé para la fiesta de Diane el año pasado, o el vestido ajustado del martes de bowling que usé cuando salí con Bellota, sino también tengo la remera con el escote pronunciado que me regaló Bombón para el concierto de los Rolling Stones.

Tampoco tengo la menor idea de cómo volveré a casa. Podría pedirle a Bellota ir a su casa, o a Bombón. Pero apuesto que Bombón irá dos minutos y volverá a su casa, y realmente tengo ganas de estar un largooo tiempo ahí. Y si me lleva Bellota a mi departamento tendría que manejar las copas de mi amiga y... eso es algo complicado. Y para ser sincera mi licencia me la cancelaron en el verano al no aprobar la prueba. Soy muy joven para romper las reglas.

Cuando llego a la parada me pongo mis auriculares para distraerme un poco. Siempre escucho la misma canción; Treasure de Bruno Mars. Me imagino luces, estrellas y líneas doradas, ¿un poco extraño no? Claro. Cuando escucho canciones mi imaginación vuela por los aires y crea nuevos mundos, mis mundos. Mis dedos giran una moneda de cinco centavos mientras escucho la melodiosa voz del cantante. Marco el ritmo con mis pies. Una brisa recorre mis tobillos y un escalofrío recorre mi cuello transpirado por el ejercicio. Levanto la mirada a la calle. Una luz aparece de repente. La miró mejor para saber si es mi transporte, pero me sorprendo al saber que no es ni un colectivo ni un auto. Mis ojos se abren al ver la velocidad.

¡¿Eso era una persona?!

Mi mano va directamente a mi boca para taparla. Me recuerda a la semana pasada cuando Boomer me salvó del casi accidente. Me acuerdo de sus brazos en mi cuerpo, de sus ojos y de su rostro. El terror de que me pasase algo grave. Comparo lo que acabo de ver con lo del otro día. Trago duro.

Boomer tiene más secretos de los que aparentan y está más que claro que nunca me los dirá. No tenemos esa confianza para contarnos todo. Quizás porque nunca hablamos seriamente o porque no queremos hablar de nuestros problemas. Hasta hay algunos momentos que nos hace mejor guardar nuestros problemas y dejar que todo fluya. Quiero que confíe en mí pero no al punto de obligarlo. Así no funciona.

Cuando paro el colectivo con la mano, este frena al frente mío y el chofer me sonríe con amabilidad. Pago, digo mi próxima parada y sigo por el largo del pasillo para encontrar asiento. Afortunadamente asientos vacíos sobran. Me siento en un de atrás cerca de una ventana. Suspiro y de mi bolso cojo la campera de pluma para abrigarme más. Abro mi celular para ver si hay un mensaje—olvídense del crujido del sapo en el bus—. Al ver el nombre de Boomer mi corazón salta de mi pecho. Una cálida vibración se expande por todo mi pecho y me produce una sonrisa de boba enamorada. Todavía no he visto el mensaje y mi cuerpo ya está intranquilo.

Él: más o menos a las 22. Perdón si no lo dije antess.

Yo: no pasa nada. Ahí estaré. Es en tu ksa?

Él: Noop. T mando dirección.

Yo: vale. Graciassss.

Dirección

Él: en la ksa d un bro.

Solamente te quiero a ti [#STQAT 1] [TERMINADA] Where stories live. Discover now