Capítulo I

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Escuché la grabación una y otra vez, buscando cualquier hilo que me llevara a la red de mentiras que podría estar tejiendo Alex Zabel.

—...sabía que solo habia una forma de detener al sector quinto y era infiltrándome. Pude detener muchos de sus planeas porque yo era quien sabía que estaban planeando antes que todos. Hoy la historia seria diferente si Gyan Cinquedea hubiera completado todos sus planes....

Pause la grabación.

Nia olfateó mi mano y se recostó a mis pies, apoyando su cabeza peluda justo sobre mis pesadas botas negras.

Busque con la mirada algo sobre la mesa de la oficina que pudiera darle para comer, pero en los últimos días no me habia preocupado de conseguir comida. Solo había papeles, lápices y computadoras.

Quería terminar rápido con la captura y encarcelación del emperador del sector quinto porque necesitaba salir de la ciudad de Inazuma pronto.

Me estaba arriesgando a que me reconocieran si me seguía paseando por estas calles como si nada.

Y sabía que, si me reconocían, todo el esfuerzo de mi último año alejada de familia y amigos se iría al traste de la basura.

Me incliné y rasqué detrás de las orejas de Nia.

—Te conseguiré algo pronto. —le prometí.

Pero ¿Qué tan pronto?

Tenia ordenes claras de procesar rápido al emperador del sector quinto, pero habia retrasado todo tres días.

Pasé una mano por mi cabello mientras trataba de pensar.

Gyan Cinquedea estaba arrestado hace meses, pero quien se habia escapado del arresto fue Alex Zabel. Incluso Austin Hobbes habia sido procesado y posteriormente absuelto por falta de cargos.

Pero el mundo pedía la sangre de Alex Zabel.

El misterioso emperador que se habia alzado de la nada y que habia desaparecido en la nada también.

La AIF pedía la cabeza de Alex Zabel a los pies del presidente.

Lo odiaban por haber corrompido el mundo del fútbol. Por haber manchado algo tan sagrado para los ingleses.

Al menos, eso era lo que decía el comunicado oficial del presidente Edgard Partinus hace un mes atrás.

Miré la oficina.

Desde el techo al suelo, las paredes estaban cubiertas de papeles. Mapas, fotografías, datos. Todo lo que fue necesario para la captura de Alex Zabel en su departamento hace tres días.

Hubiera sido la misión más rápida y eficaz en mi curriculum.

Solo un día me habia tomado planificar todo, dar vueltas cámaras de seguridad de toda la ciudad, hablar con las personas necesarias para saber dónde se ocultaba Alex Zabel y desplegar con astucia los policías a mi cargo.

Y no podia encarcelarlo.

Si era inocente como el declaraba, no podia procesarlo.

Mi cuello correría peligro si Jensen se enteraba de que habia enviado a un inocente a la cárcel.

Los sigilos no podíamos permitirnos errores. Si eras culpable, sufrirías y te arrepentirías el resto de tus días por serlo. Si eras inocente, seguirías viviendo tan tranquilamente como siempre.

No le obedecíamos a gobiernos ni partidos políticos.

Le obedecíamos a algo más puro.

Nosotros nos guiábamos por la justicia.

Redención (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Where stories live. Discover now