Capítulo XIV

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Shawn empujó la puerta de entrada del hotel, después guardó las llaves en el bolsillo de su chaqueta. Las luces del vestíbulo estaban encendidas y la mesa de recepción que estaba casi al final estaba vacía.

Había personas que trabajaban con él, como la recepcionista, cocinero y empleadas que se ocupaban del aseo. Ellos solian venir cada pocos días, pero la mayor parte del tiempo Shawn estaba solo en ese hotel.

Todos esos empleados también tenían una deuda de familia con los sigilos, pero Shawn nunca habia preguntado más acerca de eso. Eran mayores que él y parecían felices de hacer su trabajo sin que Shawn intentara conversar con ellos.

Así que, con el tiempo, Shawn habia percibido que su amistad no era bienvenida y se habia quedado en el bar. Era el único lugar del que nadie se encargaba y le daba un poco de paz.

No sabía porque el habia sido elegido como el dueño, pero tuvo que aceptarlo. Tampoco era como si los otros empleados estuvieran celosos.

Asi que con el tiempo Shawn se habia acostumbrado a pasar noches en solitario en uno de los departamentos del segundo piso.

Nunca habia llegado nadie en los meses que el habia estado allí. Por eso estaba un poco asustado cuando vio a un hombre del porte de un gigante cruzar la puerta con Tessa inconsciente en sus brazos.

—Parece que no te fue bien.

Él dio un salto.

— ¡Tessa! –gritó.

Su corazón latía deprisa y su visión se volvió un poco borrosa por la súbita descarga de adrenalina. No la habia escuchado hasta que estuvo justo al lado de él.

Ella alzó sus manos como gesto de paz, aunque sus ojos brillaban divertidos.

Su rostro estaba sonrosado y brillaba con nueva energía. Saltaba a todas luces que habia ocupado su aura.

—Entrenaste. –comentó Shawn, caminando hacia su bar. Tessa lo siguió y tras ella, vio a Nia agitar alegremente su cola.

—No puedo hacer más. Tengo que esperar a Jensen.

— ¿Cuándo llega? –preguntó Shawn, dejando su chaqueta sobre el colgador de la pared.

—Probablemente nunca. –murmuró.

Shawn la miró un poco apenado. No estaba muy seguro, pero parecía que Tessa estaba en problemas por algo. Según lo poco que sabía de la jerarquía de los sigilos, Jensen era como su rey.

Que el rey te citara personalmente solamente era la señal de que habías hecho algo muy bien o muy mal.

Por la expresión de Tessa sospechaba que era muy probable la segunda opción.

— ¿De qué fue la reunión? –preguntó Tessa, sentándose sobre una silla alta al borde de la barra. Shawn se sentó en una silla frente a ella.

Shawn apoyó su codo sobre la barra y luego apoyó su cabeza sobre el hueco de su mano.

—Edgard está tratando de unificar lo que el sector quinto destruyó. Volver a reconstruir, devolverles la fe a las personas. –Shawn se dio cuenta de la atenta mirada de Tessa. Despierta y ansiosa. Supo que su orgullo no la dejaría seguir preguntando, así que él trato de profundizar. –La AIF tiene muchos problemas. Las madres no quieren dejar que ninguna institución de fútbol ponga sus manos sobre sus hijos. Hay muy pocos jugadores activos. Hay aún menos entrenadores calificados. Los dineros que el sector quinto ocupó desde la AIF creó un vacío demasiado grande.

—Lo suficiente para traer al presidente a esta ciudad. –murmuró Tessa.

Shawn asintió.

—Además del dinero que falta, tampoco ingresa nuevo. Sin jugadores los patrocinadores no van a entregar dinero.

Redención (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Where stories live. Discover now