Parte 12: La averiguación

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En el momento en que Lincoln cerraba la puerta tras él, Leni por fin dejó salir un gemido, y se recostó en el sillón, dolida.

- ¿Aún no lo superas, Leni? 

Lori sabía por lo que Leni estaba pasando, no porque le hubiera ocurrido, pero las intenciones de su hermana más cercana nunca le habían pasado desapercibidas. Se sentó junto a ella.

- ¿Estás enojada conmigo, Lori? -sollozó Leni, vencida al fin.

- No niego que sí me enojé un poco. Pero... Creo que ya tuviste suficiente castigo. Ya te decía Leni, Lincoln no iba a aceptarte jamás. Eres una chica increíble, cariñosa, amable, pero simplemente alguien más ya se había ganado su corazón. Tuviste un impulso esa noche, lo entiendo. Pero solo te dio falsas esperanzas. Prácticamente lo acosaste, y lo presionaste, y era lógico que en un momento dado te lo iba a decir... Aunque no pensé que fuera tan pronto. Pero es mejor así, no lo hizo muy tarde.

- Es que... Es que... -Leni volvió a rendirse a sus lágrimas. La mayor se le acercó.

- Leni... Déjalo ir. 

- Lo... Lo intentaré -gimió Leni. Sus plañidos eran cada vez más audibles, y se recostó en las piernas de Lori como conforte. Conociéndola, Lori estaba segura de que la modista tardaría un tiempo en recobrarse de ese dolor. Todas sus hermanas parecían dispuestas a ayudar, pero era algo que Leni iba a tener que superar sola. Por varios días, Lori se mantuvo al tanto de Leni. No la dejaba ni un minuto y cada vez que necesitaba apoyo, Lori estaba ahí para ella. Así Lori demostraba lo bien que conocía a sus hermanos, y que se preocupaba por ellos.

Sus pensamientos volvieron a Lincoln. Una llama que la tristeza de Leni había apagado un poco, volvió a encenderse. No perdonaba del todo a Lincoln por haber roto el corazón no de una, sino de dos de sus hermanas. Aunque fuera un accidente, o que quisiera enmendar las cosas, no quería decir que todo estaba arreglado. 

En esos meses de furtivas citas, y a pesar de que nadie le decía nada, no era muy difícil para Lori enterarse de las cosas. Al fin y al cabo, las paredes eran delgadas y las hermanas eran muchas. Al enterarse, la mayor decidió no inmiscuirse mucho y dejar que ocurriera lo que tuviera que ocurrir.

Lori esperaba que Leni encontrara otro amor, o que superara el de Lincoln... Pero que unos abusivos persiguieran a Leni, que ella hiciera de todo con Lincoln esa noche, que Lynn los viera, que el albino rechazara a la modista, y que la deportista hubiera escapado; que todo eso hubiera ocurrido en un plazo menor a veinticuatro horas era algo que jamás se le había pasado por la mente. 

Aún no se perdonaba del todo el haber faltado a ese partido de Lynn, y desde entonces era mucho más atenta a su familia, sin dejar de salir con Bobby, claro está. Pero gracias a eso, se enteró del confuso triángulo amoroso no declarado que había entre esos tres. 

Estaba enfadada con Leni por no haberle hecho caso, y por impulsar a Lincoln a tomar esa decisión tan desesperada, pero lo estaba todavía más con el peliblanco por no tener el valor de decirle que no desde el principio. Aunque... Era cierto que hubiera destrozado a Leni si la negaba. No obstante, eso no quitaba el hecho de lastimar de igual manera a Lynn. Era un círculo vicioso.

Mientras le pasaba un pañuelo a Leni, y le acariciaba la cabeza, Lori se dijo a sí misma:

- Nunca pensé que tuvieras realmente una oportunidad, Leni. Eres increíble, pero Lincoln no te quiso del todo, siempre prefirió a Lynn. Sobre todo después de lo que hicieron de niños.

Miró hacia afuera, y esperó con todas sus fuerzas, a pesar de su enojo, que Lincoln volviera con Lynn.

En esos momentos Lincoln caminaba lentamente por las calles, intentando saber adónde podría haber ido Lynn. A juzgar por la mochila que le había visto a Lynn, no tendría tanto dinero, y apenas tendría ropa, en un intento desesperado de salir cuanto antes. No saldría de la ciudad y estaría relativamente cerca, pero podría tardar semanas en encontrarla. Y quién sabe si estaría quieta o cambiaría de lugar. Se estaba comenzando a desesperar, cuando sonó su walkie talkie.

Mi hermana favoritaWhere stories live. Discover now