❝The king❞ 왕 ﹙Yoonmin﹚ «Omegaverse»

E I G H T

—Me alegra que estén conmigo chicos, los he extrañado demasiado como no tienen idea. —Dijo Jimin abrazando a sus tres amigos al mismo tiempo. —Él es Min Yoongi, mi futuro esposo. 

Seokjin fue a saludar amablemente al futuro rey de Daegu, luego lo siguió Taehyung que le dedicó una sonrisa a lo que Yoongi le respondió con otra y por último el hermano más pequeño de los tres, Yugyeom, que fue a saludar al alfa con mucho respeto y admiración.

—Sean bienvenidos al palacio, como ya saben su trabajo aquí será cocinar para nosotros, por lo que recibirán un sueldo mensual digno de un chef real. —Yoongi los recibió de la mejor manera. —Ustedes al ser amigos de mi futuro esposo, tienen el privilegio de convivir conmigo y mis hermanos. Espero que nos llevemos bien, no sé si ya conocieron a mis hermanos...

—Solo a uno, Hoseok. —Habló Taehyung. —Es muy alegre, me cae bien.

Jimin sonrió ante la confianza que ya tenía Taehyung con Yoongi, él simplemente era así, solo decía lo que pensaba y que salga lo que tenga que salir.

—Bueno, pueden acompañarnos así les presento a los restantes y también a las habitaciones donde ustedes van a dormir. —Yoongi tomó la mano de Jimin y comenzaron a caminar por el palacio buscando a Namjoon que seguramente estaría en la biblioteca.

Efectivamente estaba ahí, Jimin lo visualizó leyendo un libro bastante viejo ya que se notaban las páginas algo resecas y marrones.
Yoongi y los cuatro omegas se acercaron a donde estaba Namjoon, este dejó la lectura y levantó su mirada hacia las personas que estaban frente a él.
Cordialmente saludó a todos los chicos y exactamente cuando estaban por ir a buscar a Jungkook éste apareció en la biblioteca.

La tarde paso lenta pero entretenida, sobre todo para Jimin que tenía a sus amigos con él, ahora podría estar más tranquilo en el palacio.
En cuanto a Yoongi, él simplemente se metió en su habitación quien sabe a qué.

[...]

—¿Como está el pequeño Jae? —Preguntó Jimin a su amigo Yugyeom.

—Lo dejé con su abuela por estos días, pronto tendré que ir de visita a verlo y llevarle algo. —Dijo cortando algunas cebollas, los omegas ya se encontraban cocinando la cena.

—Podrías traerlo aquí algún día, realmente extraño a tu pequeño hijo Yugyeom. —Jaebum era el pequeño hijo adoptivo de Yugyeom, con tan sólo dieciocho años Yugyeom decidió hacerse cargo del pequeño Jaebum ya que los padres del niño eran sus vecinos y murieron en un incendio, solo quedó la anciana abuela del niño y ella no podía hacerse cargo de él, entonces Yugyeom le tomo tanto cariño al pequeño de tan solo seis meses y lo cuidó todos estos años. Ahora Yugyeom con veintiún años estaba más que feliz con su pequeño hijo y haría lo posible para que nunca le falte nada.

—No quiero que rompa algo valioso de aquí y luego tendré que volver a nacer para pagarlo.

Jimin rió un poco, en la cocina se sentía mucho frío, aunque el horno esté encendido no tenía tanto efecto. Caminó por los largos pasillos del palacio que todavía le costaba memorizar, podría volver a perderse ya que el palacio era enorme. Llegó su habitación y buscó un abrigo para él, el frío de repente entró por todo el lugar. Se sentía raro, fue a ver si las ventanas estaban abiertas pero estaban completamente cerradas. Su piel se contrajo ¿De dónde entraba tanto frío?
Se sentó en su cama y se tapó con la primera manta que encontró, entonces ahí se dió cuenta que lo que estaba emanando frío era él, su cuerpo estaba frío y el aire se tornaba mas frío mientras lo tocaba.

—Jimin, ¿Que sucede? —Dijo Yoongi ingresando a la habitación desesperado, mientras Yoongi estaba en su despacho sintió como el aire se volvía mas frío, entonces rápidamente fue a ver qué ocurría con Jimin. Al entrar a la habitación del omega lo primero que hizo fue correr hasta la cama de este para asegurarse de que todo esté bien.

Jimin no se veía para nada bien.

La habitación parecía un refrigerador, fácilmente la temperatura era de casi treinta grados bajo cero si es que no hacía más frío.
Éste fenómeno que estaba ocurriendo únicamente en la habitación del omega era creado por él mismo. Jimin sin saberlo había desarrollado su primer poder y Yoongi todavía no había llegado a hablar con él sobre ese tema.

En su vida pasada, Jimin tenía el poder de controlar el clima, dependiendo de su estado de ánimo. Si se encontraba feliz había sol, si se encontraba triste llovía, y así siempre. A veces simplemente dejaba que el clima hiciera lo que quiera pero el problema ahora era este.

Jimin no sabía que tenía un poder, Jimin no sabía que podía controlar los cambios climáticos y para eso estaba Yoongi, él era el encargado de enseñarle a controlar sus poderes. Ya que cuando Jimin no sabía cómo calmarse, él tenía que saber hacerlo.

Yoongi palideció al ver como la piel de Jimin se oscurecia cada vez más debido al frío, si seguía bajando la temperatura podrían morirse congelados allí dentro.

Jungkook entró a la habitación, y así como puso un pie adentro lo volvió a sacar, el frío era imposible de penetrar. La única solución era Hoseok. Corriendo fué a buscar a su hermano.

—Solo tú puedes entrar y parar con éste frío. —Dijo Jungkook empujando a Hoseok dentro.

Apenas ingresó a la habitación, Hoseok apoyo sus manos en el piso casi congelado y comenzó a desprender fuego de sus manos. La única manera de bajar la temperatura era usando el calor, y Hoseok podía dominar el fuego.

El fuego comenzó a hacer efecto en la habitación subiendo así el nivel de temperatura, apagando ese frío insoportable que Jimin desprendía. Cuando la temperatura era de cero grados, Yoongi se acercó a Jimin que casi no podía reaccionar. Lo envolvió en sus brazos para así darle calor corporal, lo cargó en sus brazos y lo llevó hasta su habitación, obviamente la habitación de Jimin era un desastre así que el alfa no tuvo problema alguno en acostar a su Omega en la cama y lo arropó con todas las frazadas que encontró. Encendió la calefacción y se acostó junto a Jimin, abrazándolo y dándole ese calor corporal que tanto necesitaba.
Mientras Jimin dormía en los brazos del alfa, Yoongi estaba pensando en la forma de explicarle al día siguiente lo que acababa de ocurrir.