𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|

07

El fin de semana llegó y mis nervios estaban a tope, ya le había dicho a mi hermano que saldría esa noche con Seijuro pero nunca le conté que iría bastante elegante... y lo digo por el vestido que ahora me espera sobre mi cama.

Un hermoso vestido color rojo y delgado que caía hasta los talones. Para colmo, tenía que peinarme pero estaba seriamente pensando en solo rizarme el cabello. ¿Maquillaje? ¿Qué hago con el maldito maquillaje?

—Ugh... maldición. —me quejo al verme al espejo con el vestido. Me quedaba perfecto en medidas y se veía muy bien. ¿Cuánto le habrá costado? Meh, poco me importa. Él quería que lo acompañara, pagar el vestido era lo menos que podía hacer.

—¡Naomi! —mi hermano toca la puerta, asustándome. —¿A qué hora llega Akashi por ti?

Miro mi celular.

—En... quince minutos. —contesto.

—Llevas dos horas encerrada en tu cuarto. ¿Estás bien?

—Estoy bien... Claro que estoy bien. —voy colocándome los tacones. Casualmente no eran tan altos, supongo que el pelirrojo no quería que lo alcanzara en estatura. —¿No tienes que hacer tarea o algo?

—Sí, pero me preocupo por mi hermanita. Hoy tendrá su primera cita y no he hablado con ella sobre "la plática".

—¡Ni se te ocurra darme la plática otra vez! Además, a esta edad ya sabemos mucha información, no es necesario que me avergüences.

—¿Información? —repite detrás de la puerta. —¿A través de experiencia o cómo?

—¡Internet! —grito molesta. —Y no es una cita, es una salida de amigos.

—Ja, y yo soy Batman. —se burla. Me miro al espejo, solo me había puesto rimel y un brillo en los labios, con eso bastaba. —¿Quieres comer algo antes de irte? ¿Te preparo un sandwich?

—¿Y que se me quede la lechuga entre los dientes? —me quejo. —No gracias.

—Uuuy... no es como si Akashi te fuera a besar.

Me sonrojo con fuerza.

—Ugh... eres tan idiota.

Abro por fin la puerta de mi habitación y veo a mi hermano, él da un paso atrás y me mira con seriedad.

—¿Quién eres y qué haces en el cuarto de mi hermana? —amenaza. Ruedo los ojos.

—Qué gracioso, ahora muévete que Seijuro llegará en cualquier momento.

—Un momento. —me detiene. —Vas muy arreglada, bastante diría yo... además... ¿Seijuro? ¿Desde cuando le dices así?

—Desde "que te importa". Ahora muévete.

—Puedes parecer una dama hermanita, pero ese vocabulario lo arruina todo. —se mueve. Bajo los escalones y él me sigue. —A donde sea que vayan mejor no hables, o arruinarás lo bonita que pareces.

Tomo un bolso y reviso si tengo lo necesario.

—Entonces me veo perfecta. —suspiro una vez lista. Giro para que me vea, gruñe.

—Ese vestido muestra mucha piel. —señala mi espalda. —Yo digo que te cambies, unas bermudas y una polera mía holgada te quedará mejor.

—Voy a una fiesta de gala, idiota. No puedo simplemente aparecerme como vagabunda aunque para ti eso ya es mucho. —me burlo.

—Entonces no vayas, asunto resuelto. —y de repente ya tenía el celular en la mano. —Yo le puedo avisar a tu "Seijurito" que te enfermaste del estómago. ¿Te parece?