𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|

09

Y el tan horriblemente esperado día llegó. No pude concentrarme en el club de lectura ni cuando leía en voz alta mi ensayo sobre el libro de Jane Eyre el cual no hice yo, sino Seijuro y del cual todos ahora estaban embobados y sorprendidos.

—¡Impresionante! —grita el jefe del grupo. —¡Tu ensayo tiene todo lo necesario! Incluso analizaste bastante bien a los personajes y profundizaste en las situaciones. Perfecto, tienes el talento, Nijimura.

Eh... siempre supe que Seijuro era talentoso.

—Gracias. —digo no muy convencida.

—Bien. Es todo por hoy, nos vemos en la noche. —dice el jefe despidiéndonos. Me mira. —¿Crees que pueda quedarme con tu ensayo para ponerlo de ejemplo a los nuevos integrantes?

—Claro. —se lo doy. Me sonríe.

—Gracias. —y lo guarda en su mochila.

—Naomi. —Nil toca mi hombro. —F-felicidades, te quedó estupendo.

Tendré que felicitar a Seijuro, al parecer lo hizo perfecto.

—Gracias Nil. Quería comentarte algo y no he tenido la oportunidad. —acaricio mi nuca.

—¿Q-qué es? —se sorprende y se sonroja. Al tener el cabello blanquecino su piel parecía más pálida y por ello cuando se sonrojaba se notaba mucho.

—Akashi Seijuro nos acompañará mañana al cine, al parecer también quiere ver la película. —rasco mi mejilla con nerviosismo. —¿Te molestaría?

—¡N-no! ¡No pasa nada! Mientras más seamos, mejor. —asiente varias veces.

—Ah, perfecto. —sonrío ampliamente. Aprovecho y despeino su cabello blanquecino, sonrojándolo más. — Entonces mañana nos vemos en la tarde en el cine.

—S-s... —estaba tan rojo y nervioso, ni siquiera podía decir nada.

—Naomi. —esa voz eriza mi piel con tanta facilidad. Estaba por girar a ver al pelirrojo pero su mano cubrió mis ojos y al instante sentí que besaba mi mejilla.

—¿¡Q-qué ha-ha...ce...!? —me alejo bruscamente chocando con Nil, ambos caímos al suelo. Y los dos rojos como tomates. —¡Lo siento, Nil!

—Vamos, Nao. —Akashi sujeta mi brazo y me ayuda a levantarme.

—S-sí. —cubro mi rostro un par de segundos en los que me calmo. —Nos vemos mañana.

No escucho respuesta de Nil, huyo rápidamente de da biblioteca con Seijuro detrás. A la vuelta del pasillo tomo el valor suficiente, me detengo frente a él y me cruzo de brazos aunque el sonrojo seguía ahí.

—Debemos hablar.

Me mira curioso.

—Te escucho.

—Simplemente no puedes seguir haciendo esas cosas. —señalo el fondo del pasillo. —¿¡Qué tal si la gente comienza a crear rumores!?

—¿Importa mucho? —me miraba como si eso no le importara.

—Importa. —me quejo. —No somos nada.

—O tal vez lo que te preocupa es que el tal Nil se dé cuenta. —para mi gran sorpresa, Seijuro se acerca hasta acorralarme contra la pared, golpeando su mano junto a mi cabeza justo en el muro. —¿Tanto te gusta?

—Oye, si me gustara. ¿Eso a ti te importa? —mi voz sale nerviosa, no podía evitar titubear.

Su gesto endureció.