23

1.5K 152 95
                                    

No pude seguir con esto. Mi madre no supo la razón por la que pasé de estar tan emocionada a encerrarme en mi habitación durante varios días. Shintaro me visitaba de vez en cuando para ponerme al tanto de cómo Shutoku ganaba en la WinterCup. Me sentía mal por no ir a verlo pero realmente no podía hacerlo. Me dolía pensar siquiera en Seijuro.

—Pasamos a la semifinal. —explica el peliverde sentado en mi escritorio. —Iremos contra Akashi.

—¿Estás bien con ello? ¿No tienes miedo? —suelto sin pensar. Shintaro acomoda sus lentes.

—Estoy ansioso... y decidido a ganar.

Miro al suelo pensando en todo y al mismo tiempo en nada. En ese momento tenía tantas emociones encontradas que no sabía si ponerme a llorar o a gritar.

—Iré a verte. —suelto por fin.

—¿Estás segura de hacerlo? No te sientas obligada.

—No. Es suficiente... —lo miro con súplica. —Necesito una manera de superarlo... Tal vez pueda librarme de él si observo cómo le ganan. Porque estoy segura de que lo harán.

—Ganaré por ti, Naomi. Lo prometo. —asiente Shintaro.

El partido era al día siguiente. Después de estar encerrada todos esos días, pude salir en ese en especial. Una chaqueta encima, guantes para el frío y botas para lo mismo. Mi madre sugirió salir conmigo pero la rechacé amablemente, esa tarde salí en dirección al estadio para observar todo y por fin ser libre de su persona.

Aunque en el fondo me era imposible creerlo de corazón... nunca lo vi perder y ni siquiera podía imaginarlo.

Fui a sentarme en las gradas hasta enfrente para observar el partido, la gente estaba muy emocionada por lo que irían a ver.

¿Quién iba a imaginar que el partido iba a terminar así?

Ambos equipos salieron y mi corazón latió con rapidez al verlo ahí al frente, solo pude fruncir los labios mientras observé el inicio del partido.

Como siempre, Seijuro era precavido sobre todo cuando sabía que su contrincante era fuerte. Medía sus pasos y sus movimientos y al final arrasaba con todo. Fue hasta el segundo cuarto cuando él se encargó de el mayor problema: Shintaro.

Muchas veces pude encontrarme con el ojo emperador, esa mirada tan fría y calculadora que te petrifica en tu lugar. No sabía exactamente la forma en que Shintaro estaba soportando tanta presión por parte de Seijuro y el resto del equipo que parecían igual de buenos.

Que molesto.

Eran los últimos dos cuartos y no veía solución alguna, estaba cada vez más resignada a el triunfo de Seijuro cuando Shintaro y Takao sacaron su carta maestra, un movimiento que Seijuro no podía detener.

Se me fue el aire.

Ver como Shintaro anotaba una tras otra vez me emocionó, sobre todo porque me hizo creer que podían ganarle. Y no pude evitar gritar su nombre, apoyándolo.

Pero no siempre pudo ser así, y como el buen jugador que es. Seijuro encontró una manera de detener al dúo, así... ganando el juego.

Shutoku acababa de perder.

Me quedé unos minutos extras mirando a las personas limpiar la cancha, después pude por fin levantarme e ir a ver a Shintaro que de seguro estaría devastado.

No has sido al único que Seijuro destruye emocionalmente.

Y como si mi mente tuviera poder, casi tropiezo con mis propios pies al ver al pelirrojo en el mismo pasillo vacío en el que estaba yo. Por un momento pensé en seguir adelante e ignorarlo pero... ¿A quién engaño? Él no me dejará ir fácilmente.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora