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Mis vacaciones por fin terminaron, se supone que Seijuro había llegado desde hace una semana pero estuvo completamente ocupado haciendo los deberes que no pudo hacer en su viaje.

Acomodo mi corbata y me miro al espejo. Ahora me arrepentía terriblemente de haberme cortado el cabello en un momento en el cual no pensaba claramente. ¡Lo peor de todo es que Midorima estaba conmigo y no me detuvo! Fue cómplice de tal acto y ahora que estoy a unos minutos de ver a Seijuro, me arrepentía horrible.

Si no quiere volver a besarme por este corte, lo entenderé.

—¡Naomi! ¡Llegaremos tarde al primer día! —grita Shuzo desde el primer piso.

—¡Ya estoy lista! —tomo mi mochila y salgo de mi habitación.

Shuzo entraría a su último año en Teiko, el último año jugando baloncesto con los chicos.

El pasillo del jardín principal de Teiko estaba lleno de puestos donde ofrecían su club. ¡Ah! ¡Lo olvidé! ¡Debo entrar a uno!

—Te dejo aquí, Naomi. —Shuzo besa mi frente. —A la salida pasa por el club de baloncesto y de ahí nos vamos juntos a casa.

—Claro. —sonrío de lado. Y yo que quería irme con Seijuro.

Paso por todos los puestos y llego al famoso pizarrón de clases. Ya sabía cuál era la mía, ahora necesitaba llegar temprano para tomar lugar junto a Seijuro.

—Ah, miren una enana en el camino. —Aomine pasa a mi lado y me empuja levemente. —Por poco y te piso. —se burla.

—No es gracioso. —trato de empujarlo de vuelta pero apenas y se mueve. —Ahomine.

—¿Cómo me llamaste? —sonríe malévolo. Momoi se mete entre los dos.

—¡Chicos! ¡Es el primer día! No deberían pelear. —me mira. —Hola, Nijimura.

—Hola Momoi. —desvío la mirada. —¿Cómo es que puedes soportarlo?

—Te escuché. ¿Acaso quieres volver a quedar encerrada en el tercer gimnasio con tu amigo el fantasma? —amenaza. Momoi se horroriza.

—¡Aomine! —regaña. —¿Quiere decir que ya lo hiciste antes?

—Tranquila Satsuki, no hay nada en ese gimnasio. —se burla.

—Yo no estaría tan segura. —golpeo su hombro a modo juego. —¿Por qué no le echas un vistazo por tu propia cuenta? ¿Tienes miedo?

—Tonterías. —sonríe con ego. —Y en caso de que hubiera un fantasma basquetbolista le pediré que juegue conmigo.

—¡Aomine! ¡No es tema para burlarse! —se queja Momoi.

—Buenos días.

Se me fue el aliento, estaba justo detrás de mí y acaba de hablarnos. Momoi y Aomine giran a ver al pelirrojo.

—¡Akashi! ¡Buenos días! —saluda Momoi sonriente. Aomine bosteza.

—Hola.

Mis mejillas se sonrojan, él me miraba.

—Sei. Bienvenido. —desvío la mirada.

—Es un buen inicio escolar ¿no creen? —Akashi mira a los otros dos. —Espero que vengan igual de preparados para el club de baloncesto.

—¡Claro que sí! ¿Verdad Dai? —Momoi mira al moreno, pero éste me miraba a mí.

—Oe, Naomi. ¿Estás bien? Estas muy roja.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora