21

1.6K 154 115
                                    

—¡Aquí vamos!

Las vacaciones habían llegado y pude calmar un poco toda esta situación por la que estaba pasando, Shintaro siempre procuraba mantenerme distraída o con algo en mente que no fuera Seijuro y se lo agradecía a montones, ese chico era hermoso.

—Oye Shin-chan. ¿Me puedo sentar junto a Naomi en el autobús? —pregunta Takao con una sonrisa enorme.

—No.

—¡Pero Shin-chan!

—Cállate Bakao. —Shintaro me empuja de la espalda baja para subir rápidamente al autobús.

Al inicio no querían dejarme ir pero luego de que Shintaro tuviera una larga conversación con el capitán éste terminó por aceptar siempre y cuando yo también ayudara con su entrenamiento, la verdad es que no sabía qué podría hacer yo. Pero bueno.

Shintaro tomó asiento en uno de los lugares de casi al fondo, me fui a sentar con él y suspiré.

—Practicar en la playa va a ser muy complicado. ¿Lo sabes? —sonrío levemente.

—Es la idea. —veo en su mano un mapa de Japón, era su Lucky Item. Sonrío un poco más y me recargo en su hombro, él respinga. —¿Qué haces?

—Me acomodo para dormir. ¿Te molesta mi cercanía?

—No. —chasquea la lengua avergonzado. —Apúrate a dormirte, nanodayo.

Pero no podía hacerlo, me sentía cansada pero por alguna razón no podía dormir. Varias veces me acomodé sobre el brazo de Shintaro pero de ninguna manera me sentía cómoda para dormir.

—¿Puedes dejar de moverte como gusano?

—No puedo dormir. —chasqueo la lengua, molesta. —¿Qué se supone que haré durante todo el tiempo en que tardamos en llegar?

—Juega tu consola. —dice como si nada.

Me quedo de piedra, no lo había pensado y también olvidé que la tenía. Claro, todo el tiempo la llevaba conmigo pero puedo decir que llevo casi más de un año sin usarla. Me separo de Shintaro y miro mis manos con nerviosismo.

—No... mejor conversemos un poco. —el peliverde se sorprende.

—¿Estás bien? Nanodayo...

—¡Claro que estoy bien! —gruño molesta. Él seguía mirándome sorprendido, le veo suspirar mientras un sonrojo recorre sus mejillas. Entonces estiró su brazo por mis hombros y me recargó en su pecho en una especie de abrazo. Creo que hasta yo me sonrojé.

—Duérmete, nanodayo. —es lo único que me dice. Casi me pongo a llorar, lo abracé de vuelta y suspiré contra su pecho.

—Llámame cuando lleguemos. —susurro cerrando los ojos.

Esta vez pude dormirme con tranquilidad sobre el cuerpo de Shintaro. Dos horas después habíamos llegado, el ambiente era caluroso y nos hospedaríamos en una pensión.

—¡Bien, chicos! ¡Dejen sus cosas y reúnanse aquí afuera! —ordena el capitán. Honestamente la pensión era un asco y sentía que en cualquier momento el techo se me caería encima. Gracias a eso salió barato y pude tener una habitación para mí sola.

Regresé al punto de encuentro junto con todos, Takao al verme se acercó.

—¡Nao! ¿Usarás un lindo bikini?

—Cállate bakao pervertido. —lo aleja Midorima de mi persona. Takao le mira ofendido.

—No soy pervertido. No me vas a negar que Naomi se vería muy linda con un bikini verde. —contraataca. Shintaro se sonroja levemente.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora