Rear View [zarry au]✅

Dieciséis

Apenas se distinguen los rayos del sol cuando abre los ojos, siente el cuerpo pesado, incapaz de mover un solo brazo; Zayn está dormido, con los labios entreabiertos, a su lado. Harry intenta recordar cuánto vodka bebió, pero su memoria se nubla luego de terminar la segunda botella. Sabe que no tomó las dos botellas solo, pero se podría decir que su consumo fue un aproximado al 75% de cada una de ellas. Con mucho dolor estira un brazo hasta rozar con los dedos el celular que está sobre la mesita de noche, es el celular de Zayn, Harry solo mira la hora: son las cinco y cuarto. El sentimiento de culpa es enorme, casi tanto como la sed, intenta levantarse, luchando con el mareo que todavía siente a causa del alcohol, pero es pronto detenido por un brazo que lo envuelve en un abrazo.

—¿Harry? —Zayn se sienta y lo mira preocupado —¿Tienes nauseas? ¿Estás bien?

—Iba a buscar agua —contesta éste, las palabras en su cabeza desfilan tratando de formular una disculpa por sus acciones, pero, de repente, se siente en blanco.

—Toma, aquí —el mayor se estira hacia el otro velador, donde yace una botella de agua casi nueva, el castaño agarra la botella, mirando a los ojos de Zayn con mucha pena y agradecimiento.

—Lamento haberte arruinado la fiesta, otra vez —dice luego de casi vaciar el líquido en su garganta, sus dedos ahora juguetean con la tapa de la pequeña botella.

—Harry, deja de pensar que cuidarte es joderme la fiesta, está bien.

—Lo siento, no sé cuándo pasó de ser un vaso a convertirse en botellas...

—Está bien ¿sí? —Zayn sonríe tiernamente, Harry lo distingue con claridad porque la luz que entra por la ventana se ha hecho más clara —Ahora nos compete evaluar el hecho de que estés bebiendo tanto.

—Creo que me agrada sentirme nublado —admite el menor en un suspiro, tras varios minutos de silencio en los que sus ojos han vagado por todo el dormitorio. Zayn no dice más, lo mira analizando su lenguaje corporal, permitiendo divagar su mente por narrativas muy poco reales en las que él se encuentra en el lugar de su mejor amigo.

Harry sabe que todavía está un poco borracho, no ha dormido casi nada, no ha comido y todavía siente que las cosas tambalean cuando se detiene a mirarlas por mucho tiempo, pero hay una cosa que puede mirar sin sentir un tremor en la nuca: los labios de Zayn. Una línea recta. Un contorno suave. Una tentación. El mayor mira a los ojos de Harry y sabe que apuntan fijamente a un solo lugar, y de pronto sus ojos apuntan a los labios del castaño. Rosados y humedecidos por el agua que acaba de terminar.

Casi como imanes en cámara lenta, sus rostros se acercan y sus respiraciones se entrelazan como un tejido, sus bocas se encuentran y no hay jugueteo delicado, van directo a responder ese instinto que parece electricidad corriendo en sus cuerpos. Harry reconoce el brazo del mayor abrazando su torso, atrayéndolo más cerca de su anatomía. Zayn desliza sus labios por el mentón del castaño hasta rozar sus clavículas, pasando por el lóbulo de la oreja, provocando que un suspiro sonoro escape de la garganta del menor.

Las manos frías de Harry se cuelan por debajo de la camiseta del mayor, subiendo la tela con una lentitud tortuosa hasta sacarla, luego abre la curva de su cuello, dándole espacio a éste para seguir besando húmedamente ahí. La camisa del castaño se esfuma rápido, y ahora sus pechos desnudos se rozan sin descaro.

—Harry —Zayn intenta ahogar un gemido, separando sus labios de los de su amigo —, estás borracho —dice, intentado ser el razonable de la situación.

—No —contesta éste, muy serio, acercando su mano a la liga de los boxers del mayor.

—Joder —el moreno murmura, alargando la "r" cuando los dedos del ojiverde bailan sobre su piel, muy cerca de su miembro. Harry ríe suavemente, pero de repente la mano del mayor acaricia su entrepierna por sobre la tela, provocando que muerda su propia lengua para evitar gemir muy fuerte. Sus pupilas se ven dilatadas, su rostro simboliza el balance perfecto entre lujuria y adoración. Harry solo puede suspirar ante los besos violentos desfilados por su pecho.