JonDami Random

No eres él

—No eres él…

La frase quedó flotando en el aire durante algunos segundos, antes de que Jon se diera cuenta de que no está en casa, no está en su habitación jugando videojuegos. Al principio se aterra, pero poco a poco se tranquiliza al descubrir a quién pertenece la voz.

—Damian –dice, le observa durante lo que parecen minutos, enfrentando su mirada que parece querer enterrarlo. Su amigo ha crecido, es mayor, ¿estará en el futuro? Por supuesto que sí, Damian no pudo haber crecido tan repentinamente. La observación mutua continua… ahora es consciente de la condición del contrario, se le ve decaído, tiene barba de días y su ropa no es usual… casi podría jurar que es Árabe, perteneciente a la liga de los asesinos.

Pero eso es imposible, Damian juro que jamás volvería a la tierra que le vio nacer.

—Dami, ¿qué está sucediendo? –inquiere, intentando acercarse al mayor. La distancia le molesta por alguna extraña razón, quiere tocarlo.

—No eres él –repite nuevamente, esta vez en su voz se trasluce la decepción, la ira…

—Damian –llama nuevamente.

—¡Cállate! ¡No eres el mío! ¡Está muerto! –estalla y Jon comprende… su yo del futuro está muerto y finalmente recae en las figuras pintadas en el suelo, en el pozo seco cercano a su lado izquierdo…

Jon hace lo único que sabe que siempre ha calmado al mayor, vuela rápidamente, abrazándolo por la espalda.

—Entonces prometo que voy a recuperarlo para ti –murmura, intentando ser conciliador.

Ahora sabe que no puede morir, no puede ver a su Damian en ese estado.

Algo hace clic en su mente ante el pensamiento.

Su Damian…

Empiezo a creer que es cierto que me gusta que sufran.