JonDami Random

Confiable

—¿Qué demonios es esto, Kent?—demandó mientras agitaba el informe del menor frente a él—. ¿Cómo es que solo usas una palabra tan desatinada para definirme?

Jon sonrió, decidido a molestar al otro.

—¿A sí? ¿Qué palabra hubieras usado tú? —preguntó, arrebatándole su informe, estaba particularmente orgulloso de su redacción y de la forma en que había descrito a Damian... aunque quizá hubiera alterado ciertos hechos.

—Inteligente, admirable, increíble, sexy... —comenzó enumerando uno por uno.

El menor dejo de prestarle atención, consciente de que Damian era eso y mucho más, ¡lo entendía! pero tampoco podía ponerse a hacer una declaración de amor cuando su tarea era escribir sobre su mejor amigo.

Había definido a Damian como confiable porque siempre está allí para cubrirle las espaldas, para darle una mano, ya sea peleando contra un villano o cuando no entiende la tarea. El otro siempre esta cuidándolo y Jon sabe con una certeza absoluta que eso no va a cambiar nunca, porque tiene su confianza, de la misma manera que él está seguro que siempre va a velar por él, porque es su mejor amigo y porque le quiere.

—¿Me estás escuchando? —cuestionó el otro, con una clara mueca de enojo que por lo generar auguraba trabajo adicional para él.

—Obviamente —contestó, riendo sin querer por la culpa.

Damian suspiro, mientras se alejaba de él. Aún seguían en la escuela y el descanso estaba por terminar.

—Entonces... ¿soy tu mejor amigo? —preguntó con una cara rara, a la que no supo definir una expresión.

A Superboy le pareció ridículo que preguntara algo tan obvio, ¡por supuesto que es su mejor amigo! Asintió en repetidas ocasiones con entusiasmo, mientras extendía sus manos para tomar las del contrario.

—¡Por siempre y para siempre! —declaró, sosteniendo sus manos con fuerza.

La mueca de Robin cambió por completo, soltándose con rudeza de su agarre. Parecía herido.

—¡No me toques! —gritó, comenzando a alejarse.

Jon se enojó por el repentino cambio de actitud.

—¿Qué te sucede? —chilló, adelantándose para poder interceptar al mayor.

Damian no dijo nada y eso enervó aún más al menor, ¿qué le pasaba? Agradecía que las gradas de la escuela estuvieran vacías en ese momento, porque seguro que estaban montando un buen espectáculo.

—¿Solo eso? —preguntó bajito, deteniéndose abruptamente, apretando los puños con fuerza a sus costados.

—¿Eh? —soltó sin pensar, mirándolo confundido.

Robin sacudió la cabeza y siguió con su avance. Esta vez ignorándolo por completo.

La pregunta le cayó segundos después con fuerza, ¿solo eso?

—¡Si! ¡Pero no quiero que seamos solo eso! —gritó con todas sus fuerzas, dándose cuenta después de que había sido a un nivel demasiado alto.

Abochornado, se dejó caer en cuclillas, sosteniendo su cabeza con fuerza entre sus manos, ¿que acababa de hacer? ¿Qué demonios había dicho? ¡Acaba de echar a perder su amistad! Damian lo odiaría... lo despreciaría, lo que acababa de hacer estaba mal en todos los sentidos.

No era normal...

Supo que el mayor estaba frente a él por sus zapatos y se encogió más en sí mismo, tenía miedo de enfrentar las consecuencias de sus actos. ¡No quería que terminara de esa forma!

—Jon... —comenzó el otro, tocando suavemente su hombro.

—¡No! ¡No lo digas! ¡No quiero escucharlo! —gritó asustado, las siguientes palabras que dijera Dami podían destruirlo todo y él no se sentía listo para ser rechazado.

—Mírame, Jon —ordenó, intentando levantarlo.

El menor no lo permitió, estaba aterrorizado. Sabía que muchas personas eran juzgadas por sus gustos y no sabía de qué forma reaccionaría Damian, no quería ver el repudio en sus ojos, eso le destrozaría.

—Yo también —soltó.

Superboy estuvo seguro que su corazón se detuvo.

—¿Eh? —soltó, inseguro de haber escuchado correctamente, ¡era imposible!

Damian... Dami no podía ser como él...

No podía ser gay.

—Me gustas, Jon y no solo como un amigo —confesó, adueñándose de su barbilla, obligándolo a mantener la mirada sobre la suya.

—Yo... yo... a mí también me gustas —declaró a toda prisa, inseguro.

El mayor sonrió entonces, confiado, casi, casi podría decir que esa sonrisa que le estaba mostrando era de pura felicidad.

—Pero— intentó rebatir, queriendo hacerle saber sus inseguridades, el miedo que sentía de revelarles a todos aquello que llevaba meses ocultando.

—No hay pero que valga, tú me quieres y yo te quiero. Es lo único que cuenta y a lo que me voy a aferrar. ¿Me permites, Jon? —preguntó, esta vez acunando su rostro con ambas manos, observándolo con seguridad.

Superboy sabía que había todo un camino por delante, que las cosas no iban a ser fáciles si aceptaba, pero confiaba en Damian, su mejor amigo, la persona que le gusta. Así que asintió despacio con la cabeza y luego, reuniendo todo el valor que cabía en su cuerpo, se inclinó para besar al otro.

Y como Dami es su persona confiable, Jon supo que todo estará bien.

Esto lo escribí luego de ver las primeras viñetas de la historia que saldrá en el comic por los 80 años de Robin, ¡diganme que no soy la única emocionada! Tendremos un poquito más de los super babys.

En otros temas... creo que nunca había tratado la inseguridad de los bebés con respecto a su orientación, oh, las cosas que hace la edad...

Por otro lado, me dije a mi misma que dejaría de subir mis trozos inconexos de historias y aquí estamos de nuevo, espero alguien se tome el tiempo de leer.

Finalmente y si llegaron hasta aquí, les agradezco, cuidense mucho.

See yaa!