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¿Estás seguro de que no estás exagerando un poco?

Jamás he estado tan seguro —SeokJin lo mira con un atisbo de desconfianza, haciendo al contrario suspirar. Señaló al otro con exasperación—. Es que, ¡por dios, míralo! Todo en él grita 'maldad'.

Ambos chicos dirigieron la vista hacia JungKook. El castaño se encontraba sentado pacíficamente sobre el pasto húmedo, con su espalda descansando en el tronco de uno de los árboles de su patio. Tenía los ojos cerrados y los auriculares en sus oídos.

SeokJin voltea a ver a YoonGi, incrédulo.—Definitivamente, no creo nada de lo que dices. Ese chico no tiene ni pinta de malvado. Hasta parece un ángel.

YoonGi soltó un suspiro con cansancio y optó por rendirse al ver que su hermano no estaba dispuesto a creer sus palabras. Se sentó nuevamente sobre el suelo, recostándose en este.—Estás juzgando a un libro por su portada —Comentó, colocando sus manos detrás de su cabeza.

Que yo sepa, JungKook no es un libro —Dijo, divertido. Se acerca hasta el azabache para poder sentarse a su lado—. Quizás de verdad lo dijo de chiste y tú, como siempre, malinterpretas todo. Hasta las bromas.

Giró su cabeza en dirección al castaño que mantenía sus ojos cerrados, recostado en el árbol. A él también le sorprendía. Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, seguramente no lo creería. Así que entendía a SeokJin. Pero no podía convencerse a sí mismo de que aquello había sido no más que una inocente broma, algo en su interior le decía que aquellas palabras tenía algo de verdad.

YoonGi, no quiero dejarte aquí solo, pero voy a ir un rato con mis amigos —Dijo, atrayendo nuevamente su atención. El azabache hizo un ademán con la cabeza para que se largara—. ¿Estás enojado?

Suspiró, mientras se levantaba.—No, claro que no. No puedo enojarme porque quieras pasar tiempo con tus amigos, es tonto —SeokJin lo miró con lástima.

¿Qué tal si intentas hacerte amigo de JungKook? Quizás así veas que no es tan malo como tú crees —Comentó, para luego darle una palmada en el hombro como despedida y comenzar a caminar lejos de él sin haber esperado a su respuesta, la cual quedó revoloteando en la mente del azabache. "¿Será esa una buena idea?", se preguntó.

Nuevamente se voltea para mirar a JungKook, y se sorprende cuando casualmente el castaño estaba mirándolo a él. No corre la mirada cuando estas dos se encuentran, y pareciera como si de algún modo tratara de intensificarlas. Traga duro cuando el castaño hace un ademán con la mano para que se acerque, quitando los auriculares de sus oídos.

Limpia sus pantalones cuando se levanta del frío suelo, teniendo algunos pedazos de pasto húmedo y tierra en estos. Coloca ambas manos en los bolsillos delanteros de su pantalón y comienza a caminar en dirección al chico que lo esperaba con mirada interrogante en el árbol. En cuanto está cerca de él, éste ríe.

Estabas hablando de mí, ¿no? —Esta pregunta toma por sorpresa al azabache, quien no puede decidir entre mentir o decir la verdad. JungKook lo observa con una sonrisa, aún recostado contra el árbol—. No me sorprende. No soy como aparento, ¿no es así?

YoonGi continúa en silencio. Siente que de alguna forma dejó de tener el control de su lengua. JungKook lo mira espectante, esperando pacientemente por una respuesta que no llega.

¿Sabes? Me jode mucho que no me respondas.

Nota que la voz del contrario se ha puesto un toque más grave, detonando enojo. No sintió miedo, pero sí inquietud de no tener una respuesta para darle. Más específicamente, la respuesta que el castaño estaba esperando. Así que se quedó en silencio otra vez.

Escuchó al contrario exhalar ferozmente por la nariz, como si fuera un toro.—Si no estuviera de buen humor, ahora mismo estaría metiéndote un golpe en esa nariz diminuta que tienes —YoonGi abrió los ojos por su contestación, observando como el chico se levantaba de su lugar con rapidez—. Cuídate, Min YoonGi. No te gustaría relacionarte con personas como yo.

No supo qué le sorprendió más: que le estuviera advirtiendo, o que supiera su nombre. JungKook comenzó a irse, sin embargo YoonGi se adelantó unos pasos para poder hablarle.

Define "personas como yo" —Inquirió.

JungKook se dio la vuelta y soltó una risa. —¿Has escuchado hablar de Amon?

YoonGi lo miró, confundido, y negó con la cabeza. —Búscalo y sabrás de qué hablo —Contestó, y continuó con su camino.

Más tarde, YoonGi se enteró que el tal 'Amon' es el demonio de la ira, catalogado también como uno de los pecados capitales.

Look Pretty | KookGiWhere stories live. Discover now