| 10 |

7.9K 1.3K 294
                                    

   El castaño leía tranquilamente las últimas páginas de su libro, siendo observado por cierto azabacje que intentaba decidir entre hablarle o no, indeciso.

   YoonGi siente como dos dedos tocan su hombro, tratando de llamar su atención. Voltea su cabeza en dirección a aquella persona, encontrándose con TaeHyung— Alguien parece muy interesado de hablar con mi hermanastro —Canturreó, pícaro. El azabache frunció el ceño.

   —¿Hermanastro?

   —Lamentablemente —Suspiró el castaño, cansado, para luego sentarse en el pupitre vacío frente a él—. De tantos hombres, mi padre se enamoró del suyo. No lo culpo, es un buen hombre —Continuó. Al minuto, su atención volvió a ser puesta en el contrario—. ¿Por qué dudas tanto? Ve a saludarlo. Parece malo pero es un gatito atemorizado.

   "Un gatito atemorizado que es capaz de abollar casilleros, compararse con demonios y matar personas", pensó. Jamás se atrevería a decirlo en voz alta.

   —¿Ustedes viven juntos? —Preguntó, ahora realmente interesado. TaeHyung se rascó el mentón.

   —No, vivimos en casas separadas. Él con su padre y yo con el mío. Aún no se han casado, pero planean hacerlo el próximo año. Quizás ahí nos mudemos juntos —Dijo, desganado. No parecía muy entusiasmado con la idea. YoonGi asintió con la cabeza, analizando de entre tanto la información recién brindada.

   —¿Y tú vives con SeokJin? —Preguntó esta vez el castaño, apoyando su codo en el pupitre del azabache, al mismo tiempo en que descansaba su mentón en su mano.

   —Así es. Se pelea mucho con nuestras madres. Para peor dormimos en el mismo cuarto, y de tantos portazos que ha pegado por cada pelea, puedo asegurar que algún día nos quedaremos sin puerta —Contó, haciendo reír a TaeHyung, quien parecía muy interesado en su historia con su hermano.

   —Pues, JungKook... —De repente, calló. Pareció mirar con miedo al castaño, quien no se percataba de que ambos jóvenes hablaban de él a escondidas. Se inclinó hacia YoonGi, bajando el tono de voz—. La verdad es que él es muy... colérico, si es que me explico. Se enoja demasiado rápido y en sus arrebatos es capaz de hacer cualquier cosa. Una vez se peleó conmigo por tocar su diario y me lanzó platos. Tengo la cicatriz de un golpe en la pierna —YoonGi sintió verdadero temor cuando el castaño se arremangó el pantalón y dejó ver en su tobillo una cicatriz en forma de línea. El largo sería entre cuatro y cinco centímetros.

   Al momento, frunció el ceño.— Espera, ¿JungKook tiene diario? —Preguntó, observando al castaño asentir con la cabeza, para luego negar.

   —No sería un ‘diario íntimo’. Es más un cuaderno de dibujos, pero no deja que nadie lo vea. Cuando está enojado, dibuja. No sé qué clases de dibujos hará... pero tengo mucha intriga.

   En cuanto el chico terminó de contra esa anécdota, YoonGi no pudo evitar dirigir su mirada al castaño, quién no lo miraba a él. Quería acercársele. Quería ignorar su advertencia —o amenaza— y hablarle.

   De imprevisto, JungKook se levantó de su pupitre dejando su libro sobre éste y caminó a paso rápido hasta salir del salón. YoonGi tomó a esta como una oportunidad para hablarle y no pensaba desaprovecharla. Sin siquiera despedirse de TaeHyung, agarró sus cosas y fue en búsqueda del castaño, mas no aparecía por ningún lado.

   No faltaba mucho para que la campana que indicaba el receso sonase, así que decidió apurar el paso, sin embargo esto fue imposible de hacerse ya que una mano lo tomó bruscamente de la muñeca y lo arrastró a un salón vacío, donde fue liberado del feroz agarre.

   JungKook se veía cansado.— ¿Por cuánto más piensas insistir, YoonGi? Eres masoquista, quién lo diría —Dijo, irónicamente. El azabache hizo un puchero.

   —¡Jeon, no quiero dejar de hablarte, y no pienso hacerlo! —Impuso con firmeza, seguro de su decisión. JungKook lo miró con una pizca de diversión y ternura. Parecía como que algo en él se había aflojado, sin embargo, no lo hizo mostrar demasiado.

   —Entonces... gánate mi cariño —Dijo, divertido, y se cruzó de brazos. YoonGi pareció decepcionado.

   —Creí que ya me lo había ganado...

   —YoonGi, TaeHyung es mi hermanastro y no pudo ganarse mi cariño.

   El azabache bufó. JungKook lo cansaba mucho, el chico era demasiado complicado y él muy lento.

   —Está bien...

   —Espero que seas consciente de que esto tendrá consecuencias, y también espero que sepas lidiar con éstas.

   —Lo sé, y sé que podré hacerlo.

   —Solamente tengo una última pregunta —Dijo, volviéndose serio—. ¿Por qué haces todo esto? ¿No es más fácil alejarte de mí? —Preguntó. YoonGi se hizo el pensativo.

   —No lo sé, JungKook... Quizás los demonios están destinados a encontrarse.

Look Pretty | KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora