| 04 |

9.9K 1.5K 568
                                    

YoonGi sostenía entre sus manos una taza de café helado, con su mirada perdida en el suelo. Al parecer su madre había estado de humor como para prepararle de antemano su bebida favorita y colocarla en su mochila, siendo precavida para que el chico no la viera.

Le dio un largo y lento sorbo, observando a JungKook a lo lejos. Nuevamente, tenía auriculares en sus oídos y parecía muy concentrado escribiendo algo en un cuaderno de tapa negra. Si nunca hubiera hablado con él, lo más probable es que hubiera pensado que era un ángel por su angelical rostro.

El demonio de la ira, Amon.

Unas palmadas en su hombro hace que se voltee confundido, pensando que seguramente sería su hermano que venía a hablarle, sin embargo se sorprendió al ver que frente a él un pelirosa lo miraba con una sonrisa cuadrada dibujada en sus labios.

Disculpa, mi intención no era molestarte, pero me ha parecido que tenías algún problema, pareces triste. ¿Estás bien? Preguntó, luciendo preocupado. A todo esto, YoonGi no podía estar más sorprendido. Jamás había visto a este chico en su vida, y el contrario pareció darse cuenta de su confusión porque rió ante el acto—. Soy Kim TaeHyung, el presidente de tu clase.

Oh, TaeHyung $Pronunció su nombre en voz alta como si fuera la primera vez que lo escuchase. Negó con lentitud con la cabeza, antes de darle un sorbo su café—. Aprecio tu preocupación, pero me encuentro muy bien, sí. Gracias.

Está bien... ¿puedo sentarme? —Preguntó, señalando el espacio vacío a su lado. Una vieja y descolorada banca colocada junto a una pared de ladrillos. Asintió con la cabeza cediendo a TaeHyung el permiso de sentarse.

Sintió al contrario ocupar el lugar anteriormente vacío a su lado. Se removió en su asiento, incómodo. No estaba acostumbrado a la compañía debido a que normalmente pasaba su tiempo solo de no ser por SeokJin.

Su vista se dirigió nuevamente a JungKook y se sorprendió al descubrir que, nuevamente, él lo estaba mirando. Se había quitado los auriculares y el cuaderno en el que anteriormente estaba escribiendo ya no se veía por ningún lado. Tragó duro.— ¿Sabes? Últimamente te he estado observando... —YoonGi giró bruscamente hacia TaeHyung cuando sintió que éste le estaba hablando, y enarcó una ceja, sorprendido de haber captado la atención de alguien—. Y sinceramente me gustaría ser tu amigo. Creo que eres interesante.

Umh, eso estaría bien. Podemos intentar ser amigos —Habló positivamente, robándole una sonrisa al pelirosa. Éste se levantó de la banca.

De acuerdo, Min YoonGi. ¡A partir de ahora somos amigos! Mañana quiero que me esperes en la entrada, hasta que yo no aparezca no puedes entrar, ¿hecho?

Soltó una risa.— Está bien.

Se sonrieron como despedida antes de que TaeHyung se diera la vuelta y caminara hacia algún lugar desconocido para él. Y al volver la vista hacia JungKook, el chico había desaparecido, como si jamás hubiera estado ahí. Miró a todos los lados con intriga de saber el paradero del castaño, sin embargo éste seguía sin aparecer en su campo de visión.

Puedes dejar de buscarme, aquí estoy.

Su corazón dio un vuelco por el susto cuando giró su cabeza hacia la izquierda y ahí estaba JungKook, con un semblante frío y distante. Hizo una rápida y floja reverencia como saludo antes de volver a su postura original.

Era extraño, pero cuando se encontraba con cualquier otra persona que no fuera él, sentía que podía respirar y relajarse, como con TaeHyung. Sin embargo, cuando estaba a su lado, todos los músculos de su cuerpo se tensaban y el aire se volvía pesado.

JungKook chasqueó la lengua.— Puedo ver que te has llevado bien con el chico ese de pelo rosa, TaeHyung —Habló, con un atisbo de desinterés. YoonGi se encogió de hombros. No sabía si 'llevado bien' era la palabra. Estaba seguro de que para mañana el chico ya habría olvidado toda su conversación y seguiría solo, como siempre. El castaño soltó una risilla—. ¿Te cae bien?

Sí, supongo. Parece buena persona —Admitió, con total sinceridad. Sin embargo, JungKook se rió en su cara como si acabara de contar un chiste de lo más gracioso.

Buena persona, claro. Nadie en este mundo es buena persona, YoonGi. Todos somos pecadores. —Habló, corriendo la mirada para otro lado. Se despeinó el cabello dándole un aspecto rebelde y escondió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, empezando a caminar hacia otra parte—. Hasta este chico con cara de ángel.

YoonGi lo observó alejarse.

Hasta ese chico con cara de ángel.

Look Pretty | KookGiTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang