Capitulo 10.-

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La primera noche que pasó sin Keith, Lance no pudo dormir 

Los paladines de Voltron le habían propuesto que volviera a dormir en su antigua habitación, en el castillo de los leones 

Algo a lo que Lance se negó rotundamente, por obvias razones 

Si era sincero consigo mismo, tendría que aceptar que una parte de él pensaba que podrían arrancar el castillo de los leones sin que él se diera cuenta, que podían secuestrarlo y llevárselo de Lotus porque habían decidido que no valía la pena salvar a Keith 

Claro que solo deliraba. Sus amigos jamás harían eso 

-Aquí estamos- le dijo con una sonrisa a Bastián, el pequeño niño que había salvado durante la Gran Batalla. El pequeño niño que le recordaba tanto a Keith

Bastián no era estúpido, y sabía que Lance estaba triste

Bastián también estaba triste 

Durante todo el camino desde el castillo hasta el departamento que compartían Lance y Keith, Bastián no dejó de hablar de su madre muerta 

-Mamá solía decir que Papá nos observaba desde las estrellas

-Mamá decía que si no dormía antes de las nueve, me iba a comer

-Cuando mamá pisaba el pasto, brillaba de un color rosado muy bonito, aunque aveces también brillaba color mandarina

En ese momento, el pequeño niño miró a Lance con los ojos muy abiertos 

-¿Extrañas a tu Keith?

Lance tragó saliva, y como no le pareció correcto mentirle a un niño, asintió 

-¿Él también está muerto?- siguió el pequeño

Lance intento no sentirse herido por la pregunta. A fin de cuentas, era un niño. Un niño sin padres. Un niño que solo contaría con Lance a partir de ahora

-Espero que no- le contesto el cubano, poniéndose a su altura

Bastián lo miró triste con sus ojos violetas y con cuidado, le puso su pequeña manita en la mejilla 

-No te preocupes, Lonce, si está muerto, te cuidará desde las estrellas. Como mi Papá...como mi mamá

Lance soltó un sonido entre la risa y el sollozo y se obligó a si mismo a asentir 

Le revolvió el pelo al pequeñín y se puso en pie

-Oye, Baz, por cierto, se pronuncia "Lance", con A. No "Lonce"

Baz lo miró ladeando la cabeza 

-La señorita de las marcas rosas te llama "Lonce"

Lance se rió 

-Eso es porque es rica 

Baz parecía dispuesto a responder, pero un sonido captó su atención 

Mantequilla de Maní maullaba desde el sillón

-¡Tienes un gato!- le dijo el niño, con la boca abierta

Lance admiró al gato y sonrió al recordar la mañana en que Keith lo había nombrado, el primer día que pasaron en Lotus

-Si. Pero es un gruñón

Baz, sin embargo, se dirigió hacia allá y tomó al gatito entre sus brazos 

Lance supo que no lo iba a soltar a partir de ese día 

...

Lance le dio de cenar fresas con crema a Baz, que se había estado paseando con el gato en brazos por media hora, pidiéndole a Lance que jugara con ellos

Por siempre y para siempre (Klance) Secuela La distancia de un beso no dadoWhere stories live. Discover now