Esclava Del Amor

2

KATIA

Desperte por la mañana al sentir la alarma de aquel hombre sonar. Me di un baño rapido, me cambié por uno de los tantos conjuntos deportivos que habian en aquel closet (imagen en galería) y me fui hasta la cocina a preparar su desayuno.

- buen día - dice aquel hombre - mi cafe cargado y sin azucar, y solo dame dos tostadas.

- si señor - se lo sirvo. - ¿Algo mas?

- no solo eso - dice bebiendo su café mientras lee un periódico - hazme el almuerzo temprano hoy vendre a las 12, y quiero una copa de vino. Cuando llegue a las 5 de la tarde del trabajo, tú me vas a tener mi botella de whisky con un vaso listos para que yo me los sirva - le asiento. - ya me voy, voy tarde.

El tomo su gabardina negra, se fue dando un portazo y me senté a desayunar tranquila para luego irme a hacer los que haceres, mientras Benjamin dormía plácidamente.

Las horas pasaron rápidamente, mientras yo intentaba quitar algunas manchas de sangre de la alfombras y otras de vino.

El ruido de la puerta de entrada me hizo levantarme enseguida, para encontrarme al señor de pie mirándome con una expresión de confundida. El dejo su gabardina en el sillón y se sentó a beber su vaso de whisky.

- ¿Que haces? - dice luego de un rato.

- intento quitar estas manchas - lo miro. - son de vino y esta parece ser sangre.

El se quedó mirándola fijamente, tal vez recordando cuando o cómo fue que la mancho. Lo mire beber su vaso tan concentrado y perdido en sus pensamiento, seguí en lo que estaba y suspiré al sentir como el esta vez se encontraba agachado a mi lado mirandola mas de cerca.

- eso no va a salir niña - dice luego de mirarla un rato - si yo fuera tu no gasto más energía.

- ¿Por que dice que no va a salir? - lo miro.

- por que esta muy vieja - me mira - ¿Esta lista mi cena?

- casi señor - me levantó del piso - iré a verla.

- te vas a llevar tu cena a la habitación y vas a comer ahí, tendré visitas y no te quiero afuera.

- pero señor aun no acaba mi... - el me mira - si señor.

- y no quiero a tu cosa llorando. - le asiento. - ya puedes irte a tu habitación. Por cierto ¿Tu cosa donde esta?

- dormido en la habitación señor, es solo un recien nacido.

- bien.

Me fui hasta la cocina para ver la comida. Ordené la mesa para el y su cita. La mirada de él es tan fuerte o poderosa, no lo se con exactitud pero aun sin verlo se que el me está observando detenidamente, queriendo tal vez decirme algo o darme otra tarea para antes de ir a esconderme a mi habitación.

- ¿Tu eres hermana de Camila? ¿No? - el plato que tenia en mis manos se cae - ¡Pero qué haces niña! - dice enojado.

- lo, lo, lo siento señor.- intento recoger todo - lo, lo siento mucho - digo asustada - no, no fue mi intención.

- ya vete a tu habitación. ¡RAPIDO! - doy un salto.

Me fui corriendo a la habitación que se encontraba casi al final de esa gran casa. Me senté en la cama a llorar aun asustada y un tanto molesta conmigo misma. Yo me jure que ese nombre no me volvería a causar miedo y aun así logra provocar que mi piel se erice de solo escuchar su nombre.
Miré a Benjamin dormido tranquilo en su cuna, me fui hasta la ducha para tomar un baño e intentar tranquilizarme, no quiero que el desde ya me sienta con ese tipo de sentimientos, quiero que el siempre sepa que yo soy feliz.