18

18.1K 748 19
                                    

KATHIA

Ya han pasado casi 2 hora desde que se derrumbó esa casa con mi esposo adentro. Sentí ruido y celebraciones, tome a Benjamín en mis brazos y me sonreí al ver a Piero venir caminando, mientras les explicaba algo a todos los chicos y se reía.
Nuestra mirada se encontró enseguida, abrió sus brazos y sali corriendo con Benjamín. El nos abrazo a los dos y rompí en llanto al sentir sus grandes brazos arroparnos. Unos cuantos besos en nuestra cabeza y su sonrisa, solo mostrando que estaba un tanto lleno de polvo.

- ¡Estas aqui! - me acurrucó en su pecho.

- te dije que tu y la cosa son mi motivo para llegar a casa mi reina - se rie. - los chicos me han contado que los has tratado muy bien -me sonríe - y solo por ti, por como los trataste ellos me siguieron buscando, no habría podido salir solo. - toma mi cara - estoy muy orgulloso de ti.

- vamos a casa ¿Si?

- vamos a casa - el mirá a la anciana y ella se asusta. - te dije que te encontraría una persona para que te acompañe en el día, me sonrie.

- ¿Entonces si la llevamos? - el me sonrie.

- claro, aparte ella me alimento y me dió dulces hasta como los cuatro años - me sonrie - le hará bien a Benjamín.

- tu eres mi niño Piero - ella toma su cara y le sonríe.

- hola nona, lamentó no saludarte hace un rato - se rie - estaba enojado.

- mirate que grande y guapo estas - se rie - y mira que fuerte, no puedo creer que seas tu, por eso el bebé me recordaba tanto a ti. - se rie.

- vamos nona, sube al auto - me sonrie - vamos a casa mi vida.

- debes darle un día por lo menos libre a tus trabajadores, se lo merecen.

- bien.

El cargo a Benjamín en sus brazos, y se sentó junto a mi. Benjamín se dedicaba a mirarlo atento, mientras Piero se dedicaba a charlar con aquella dulce anciana. La mano de mi esposo tomó la mía, la acarició con delicadeza .

Llegamos a la casa, baje en silencio y miré esta fijamente desde afuera. ¿Va a volver a ocurrir lo mismo? ¿O solo pasó esta vez?
Miré a la ancianita entrar feliz con mi suegra y mi suegro quienes estaban esperando que llegáramos. Piero me abrazo por la espalda y dejo un suave beso en mi cuello, mientras su grande espalda me arropa y protege.

- estarás bien - se sonrie - me voy a asegurar de que estes segura con nuestra cosa, estaré yo en casa hasta que la casa sea mucho mas segura ¿Si?

- no quiero que nos lo quiten de nuevo - me volteó y el me abraza - no quiero volver a pensar que te perderé por segunda vez.

-no me vas a perder, siempre voy a volver - toma mi cara y me besa - te juro mi vida, que siempre intentaré volver con ustedes.

Le dí una pequeña sonrisa, el tomo mi cuello con delicadeza y me beso en los labios. Dulce y tierno, sus manos se posaron en mi cintura, y con delicadeza me apego a su cuerpo. Mis manos abrazaron su cuello y nos vimos interrumpidos al sentir el llanto de Benjamín.

- creo que nos llaman mamá - se rie.

- Piero -el me mira y me sonríe - tenia mucho miedo de que no vivieras, ¿Como te salvaste? No quedo nada de la casa.

- pues cuando le entregué a nona a Benjamín, estaba junto al sótano, mi padre me pego en la cabeza con un fierro, por cierto amor debes revisarme la herida.- me sonrie - luego de matar a mi padre, vi que la casa estaba derrumbandose luego del sonido de las bombas así que me deje caer escaleras abajo en el sótano,el piso de la casa que era el techo del sótano, me protegió.

- fuiste muy valiente - le sonrio - eres mi heroe.

- ¡Hey! Ya debia ser tu héroe de antes. - me besa - te amo.

- y yo te amo a ti.

El me abrazó por el hombro, nos entramos caminando tranquilos, y mientras Demian le contaba a su madre todo lo que ocurrió, me fui hasta la habitación para buscar un pequeño botiquín y sanar su herida.
Lo escuche hablarle a su madre, contarle la misma historia que me contó, y como mi suegra lo miraba impresionada.
Piero tomó a nuestro hijo, quien estaba esta vez mordiendo el dedo de su padre, mientras lo miraba fijamente.

- y entonces al derrumbarse todo la puerta del sotano quedo bloqueada, si los chicos no sacaban las cosas de ahí no hubiese podido salir.

- piero fuiste muy irresponsable al dar esa orden.

- mamá si mi padre me mataba, y el quedaba vivo iba a matar a mi hijo y a mi mujer, debía protegerlos.

- lo se, pero casi los dejas solos.

- pero no fue así, le prometí a mi esposa que siempre haría todo por volver a casa, y lo haré.

- por lo menos se que alguien esta cuidando de ti, antes estabas siempre solo. - se sonrie - y para más, ya me diste un hermoso nieto.

Miramos todos a Benjamín, quien dormía plácidamente acurrucado en el pecho de su padre y su pequeña mano estaba afirmada a su dedo, que minutos antes estaba mordiendo. Le tome una fotografía, y bese la cara de mi esposo, antes de irme a guardar el maletín de primero auxilios.

- oye mi vida - me abraza por la espalda - al final la nona se fue con mi madre a trabajar - besa mi cuello.

- ¿Y eso?

- aaa mamá fue quien la contrato cuando era esposa de ese hombre - se sonríe. - y ya se fueron, mamá dijo que en la semana viene a verte.

- Bien - me sonrió - ¿Y Benjamín?

- duerme en su cuna plácidamente, ¿Quieres que descansemos los dos?

- ¿Tienes hambre? - el me sonrie y besa mi cabeza.

- ¿Y tu? Los chicos me dijeron que no comiste nada.

- no tengo hambre, solo quiero descansar contigo.

- pues vamos a descansar - me toma en sus brazos. - si no estuvieses herida o te hubieses cuidado hoy, ya te estaria haciendo mía - me deja en la cama - pero me conformo con besos.

- que considerado. - me río.

Nos acostamos los dos en la cama, puse mi cabeza en su hombro y mi brazo izquierdo abrazo su barriga. Sentí su mano acariciar mi cabello y como dejaba suaves besos en mi cabeza, mientras los dos miramos el televisor.

- ¿ya no hay nadie mas que quiera matarte?

- solo queda una persona. - me siento y lo miro.

- cuidado estas herida.

- ¿Y quien es?

- tu padre. - acaricia mi cara.

Esclava Del AmorWhere stories live. Discover now