Esclava Del Amor

7

KATIA

Desperté por la mañana al sentir aroma a pan caliente. Me levante, me di una ducha y me cambie (imagen en galeria). Sali caminando tranquila por los pasillos, con la carriola de Benjamín, quien aun se encuentra dormido.

Al entrar a la cocina lo primero que hice fue ver la espalda desnuda del señor, dejandome ver un tatuaje que cubre desde su cuello hasta la misma espalda baja donde comienza su pantalon.

- ¿Señor? - el se voltea y me mira de pies a cabeza - ¿Que hace despierto tan temprano?

- ¿Temprano? - me sonrie - van a ser las diez de la mañana, desperté y al no sentirte te fui a ver pero estabas tan tranquila dormida que no te quise despertar.

- señor soy yo quien debería estar haciendo su desayuno, no al revés. - me mirá.

- bueno, no se me van a caer las manos por hacerlo - se rie. - te voy a comprar un celular, necesitas estar conectada con el mundo.

- gran cosa - lo miro - ¿Con que mundo voy a estar conectada si no tengo amigos?

- pues aunque sea que te sirva para fotografiar a la cosa. Ahora siéntate ya casi esta el desayuno.

- si señor.

Me sente en donde el me indico, lo miré terminar de preparar todo, sus brazos me dejaban ver parte de sus venas, que se marcaban en el minimo esfuerzo. El me sirvió una taza de leche y luego se sentó frente a mi.
El desayuno es en completo silencio, en que minuto pase de tenerle miedo, a comer a su lado y de lo que el prepará; podria pensar que me quiere envenenar, pero el no parece del tipo de persona que prefiere ese tipo de muertes.

- ¿No te gusto la leche? - lo miró.

- ¿Señor? - el me mirá - ¿Por que es tan atento conmigo?

- pues por que - piensa - no lo se, supongo que cuando te traje aquí, te traje con una visión equivocada y ahora tengo otra opinión - me mirá - aparte si vamos a vivir juntos debemos llevarnos bien.

- pero usted es mi esclavista - el me mira - ellos no hacen eso.

- no soy tu esclavista - me mirá Serio - si fuera de esos te estaria tratando mal.

- pero usted me compró - le sonrio y el me mirá.

- pero tu puedes irte cuando quieras - lo miró - te dije que no podías huir, pero si puedes hacerlo - me sonrie. - solo debes querer hacerlo.

- ¿Y me van a matar? - el se sonrie.

- ¿Te quieres ir de aqui? - lo miró - por qué si quieres hacerlo, solo debes tomar a tu cosa e irte. - sigue desayunando.

- no quiero irme, me gusta aquí - el me mira - solo quiero saber,¿por que siempre hay guardias en todos lados?

- por que alguien debe cuidar de ti y de la cosa cuando yo no este. - me sonríe.

- ¿puedo preguntar otra cosa? - el me mira - ¿Por que acepto traerme aqui?

- no lo se, ni yo me lo explicó. - me mira - solo se que algo me dijo que debía traerte aqui. Digo tampoco es que necesitaba con urgencia alguien para ordenar, soy un hombre solo gran desorden no hago - me mira - pero cuando te ví, supe que debía traerte aquí.

- oh - lo miró - ¿Le di lastima? - el me mira y se rie.

- no, me recordaste a mi mamá - lo miro - cuando era niño, mi papá nos saco de su casa, por que su amante quiso vivir con el - me mira - mi mamá no tenia donde llegar y vivimos en la calle mucho tiempo, hasta que ella encontró trabajo en un prostíbulo.