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KATHIA

Miré la casa del padre de Demian derrumbarse, a penas el autonse detuvo baje corriendo y lo busque por todos lados con la mirada.

- señora, usted deberia estar descansando - dice uno de los hombres que trabaja para él.

- ¿Donde esta mi esposo? - lo miro y el mira a la casa. - ¿Y MI HIJO? ¿DONDE ESTA?

- lo lamento señora, fue orden de él que derrumbemos la casa - me mira - suba al auto por favor, el niño Benjamín esta con una mujer que el pidió que lo sacará.

- ¿Mujer? - me volteó y veo a una anciana - ¡BENJAMIN!

Abrí la puerta del auto y se lo arrebate a la mujer de los brazos. Bese y abrace a mi bebé tanto como pude o el cuerpo me lo permitía, Benjamín se puso a llorar e intente calmarlo. Tal vez con su pequeña mirada busca a Piero, sin saber que el no esta aqui con nosotros.

- señora, vamos a casa. - le niego.

- quiero a mi esposo. - lo miró.

- ellos se quedarán buscando al señor, pero debo llevarla a casa. - la miró-. Usted no deberia estar aquí, esta delicada nosotros ya nos llevábamos al niño con usted.-mira al hombre que me trajo - ¿Por que trajiste a la señora? esta delicada, fuiste desobediente e irresponsable, si algo le pasa a ella el señor no va a matar.

- el señor ya está muerto, no nos va a pasar nada - los miró.

- ¿Muerto? ¿Estas diciendome que el de verdad murió? - digo interrumpiendo la charla.

- callate y ve a buscar al señor entre los escombro - me mira - señora, por favor suba al auto debo llevarla a casa.

- claro que no, me quedaré aqui hasta que mi esposo aparezca. - digo seria. - sosten a Benjamin, ya me duele.

Le di a Benjamin, el al igual que Piero lo cargo como un pequeño paquete bajo su brazo. Al parecer es cosa de hombres como ellos no tener sencibilidad. Me apoye en el auto y suspire un tanto agotada.

- señora - lo miro - ¿Por que vino? Sabe la herida que tiene y la cantidad de sangre que perdió es mucha, es un estado muy delicado deberia estar descansando.

- lo se, pero no puedo. Me da miedo estar allá sola - el me mira. - y no, no es lo mismo que esten ustedes a que este mi esposo. - el se sonrie.

- lo sé, todos estamos mas seguros cuando el señor esta cerca - se rie.

- ¡ENCONTRAMOS AL ANCIANO! - grita uno.

- señora, quedese aqui - lo miró. - tenga al bebé.

Abrí la puerta del auto y me sente junto a aquella anciana quien aun lloraba un tanto asustada. No se que hizo fue lo que pasó, solo espero que ella no crea que la van a matar, puse mi mano sobre la de ella, la cual me dió una mirada asustada, le di una sonrisa y senté a Benjamin mirandola.

- no tengas miedo - ella me sonrie - si mi esposo te salvo fue por algo, tal vez le agradaste. Gracias por sacar a mi Benjamin de ese lugar.

- solo lo saque, quien lo salvó fue aquel joven. - le sonrio.

Acomode a Benjamin para que se durmiera, pero parecia que nada nllo logra. Cada vez tiene los ojos mas abiertos, y a pesar de que ya debiese estar durmiendo su siesta, el solo quiere jugar con la chaqueta que es de piero.

Miré por la ventana, como aquellos hombres que trabajan para el estan buscandolo sin descanso aun con el sol en medio del cielo. El reloj marcan exactamente las una de la tarde, hay cerca de 37 grados de calor, y los rayos de sol suelen estar mas fuerte que antes. Miré a uno de los que estan cuidando de mi auto, para que nada me pase y me baje con Benjamín en el auto.

- oye, por que no vas al mercado y compras agua, gaseosa y comida - el me mira y me asiente.

- ¿Que quiere comer señora? - le sonrió.

- compra comida para todos nosotros, y mucha agua y tambien gaseosa. Y tambien pañales.

- si señora.

- te haré un cheque de los de piero - el asiente. - puedes comprar una carriola de bebé tambien, es incomodo tener a Benjamín aqui, oh y algun juguete.

- si señora, vuelvo pronto.

Saque la chequera de piero que estaba dentro del saco con el que jugaba Benjamin. Le di este y lo vi irse con la anciana que estaba en el auto. Bese la cabeza de mi benjamin y nos sentamos bajo un árbol a descansar.

Miré en silenció como todos los hombres que trabajan para piero, poco a poco iban sacando mas su ropa. De estar con saco muchos terminaron sin este con sus mangas remangadas y sus camisas abiertas, llenos de sudor.

Mire a Benjamin, saque sus pequeños zapatos y su pantaloncito, dejandolo solo con su polerita y el pañal. Lo tome en mis brazos, hice que se pusiera de pie y le sonrei.

- eres tan guapo como tu padre - le sonrio - si papá estuviese aqui, ninguno de ellos llegaria a ser tan lindo como el - beso su cara - por eso ahora le hacemos la competencia ¿No? Tu eres el mas guapo aquí. - el se rie.

Lo deje acostado de espalda, lo miré mover sus pies y manos por todos lados. Solo disfrutando de no estar tan incómodo con tanta ropa, tome mi bolsa para sacar el teléfono y ver alguna serie, y me sonreí al encontrar el celular de mi esposo, tomé este y al desbloquearlo lo primero que vi fue una foto de nosotros en nuestra boda. Busque su galería y estaba llena de fotos de Benjamin, desde antes que él se enterará que era su hijo.
Tomé una de él ahora, y volví a guardar su teléfono al sentir el auto con el hombre que mande a comprar, el bajo con todas las cosas e hice que las repartiera. Dejé mi comida a un lado y seguí jugando con Benjamín.

- El va a volver - le sonrió a Benjamín- no te preocupes, papá va a volver con nosotros el lo juró, el siempre va a volver, eso me dijo.

Esclava Del AmorWhere stories live. Discover now