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KATIA

Me cambie por la pijama de ceda de color rojo (imagen en galeria). Me puse una bata que combina y las chanclas para estar más comoda, cambié a Benjamín por su pijama de Batman y me fui hasta la sala para preparar todo, para la noche familiar.
El timbre de la puerta se hizo presente, tomé a Benjamín en mis brazos y me fui hasta esta para abrirle la puerta a Piero. Sin embargo lo primero que ví al mirar el jardín fue a aquel chico rubio que trae las verduras.

- hola, no se si te acuerdas de mi - me sonrie - soy mark, el que trae las verduras.

- ¡aaah! Si, deja las verduras ahí y luego las entró.

- nada de eso, ya te dije hace un tiempo, yo puedo entrarlas. - intenta entrar y le niego el paso.

- no quiero que entres a la casa, deja ahí.

- tranquila, tu jefe no se va a enterar. Nisiquiera esta su auto.

- te dije que no, dejá ahí y te vas.

- cálmate, no va a pasar nada yo te protejo a ti y al niño que cuidas. - intenta entrar

- creo que mi esposa te dijo que no entres - el se voltea asustado.

- ¿es... Esposa? - me mira y luego a Benjamín - ¿entonces el bebé es tuyo? Se... Señor juró que ella era la que me coqueteaba. -lo miró.

- aléjate de mi esposa - el deja las cosas y se va sin mirarme - creó que ya te lo había dicho antes ¿No? Que si ella no queria tu ayuda, no insistieras.

- lo siento - lo mirá.

- igual, te dejaré un recordatorio.

El tomó todas las bolsas en una mano, sacó su arma y le disparó en la pierna. El estruendo de la bala me hizo dar un salto, a la vez que Benjamín rompía en llanto y aquel hombre gritaba llorando tirado en el piso. Piero le hizo una seña aunos hombres que custodian por fuera de la casa y ellos lo subieron a su auto para llevarselo, piero tomo las bolsas de las verduras en la misma mano que minutos antes traía su arma y se entro con todas las cosas a la casa.

- mi reina te eh dicho que no habrás la puerta a cualquier persona.

- se que esos hombres afuera me van a cuidar, aparte solo tu madre toca la puerta. - el me sonrie y besa mi cabeza- ¿Estas molesto?

- no, solo no quiero que nada les pase -toma en sus brazos a Benjamín - aparte que haces con pijama son las 4 de la tarde.

- tu tambien debes cambiarte, asi vamos a ver las peliculas. - le sonrió - ya deja de besar a Benjamin y ve a darte una ducha y te pones la pijama.

- bien - me sonrie. - ya vengo, no le habrás a nadie.

El beso la cabeza de ambos, miré como se iba quitando la corbata en el trayecto a la habitación. Aunque Piero sea un hombre cruel, el me agrada más de lo normal, algo me atrae a su lado y cuando esta junto a mi, con sus muestras de afectos tan minimas a veces acelera mi corazón locamente.
Puse a Benjamín en su silla mesedora y preparé todo en la sala, sentí a Piero hablarle a Benjamín y a los segundos aparecieron los dos en la cocina, Benjamín estaba sonriendo en los brazos de su padre y yo solo suspiré.

- Piero - el me mirá - lo deje en su mesedora para que se acostumbré, es que esta muy grande y solo quiere pasar en los brazos. - el se sonríe. - ¿De que te ríes? -digo molesta.

- de que al fin me dijiste por mi nombre -se sonrie- la cosa es un Bebé, estarás bien - me mira - anda, vamos a ver la pelicula ¿De que trata?

- de unos locos que se toman un manicomio y de otro loco que se hace pasar por doctor para ir por la mujer que ama. - el me mira.

- bien, ¿La cosa puede verla?

- no lo se, supongo que no la va a entender. - le sonrió. - a menos que quieras ver una pelicula que hacen para los bebes.

- Katia yo se como se hacen los bebes - dice burlesco. - no necesito ver una película en donde me enseñen.

- no me refería a eso. - digo avergonzada. - mejor veamos la película.

Me volteé a mirar el televisor, para evitar el contacto con el quien se reía aun. Sentí como dejo un suave beso en mi cabeza y luego dejo a Benjamín en su asiento. La pelicula comenzó, lo miré servir dos copas de vino y como preparaba la carne en una parrila eléctrica. Una sonrisa se dibujo en mi rostro al verlo cocinar para mi.

- sabes te había dicho patatas fritas y palomitas para no cocinar - el me mirá y se sonrie.

- no me molesta cocinarte Kathia - me mirá - sería muy mal esposo si no te alimento como corresponde, aparte estas amamantando necesitas comer bien.

El siguió cocinando en silencio, un rico aroma se hizo presente en toda la sala a medida que pasaba la película. Cada quien miraba el televisor, la compañía de él me hace sentir tan comoda y tranquila. A mitad de la pelicula tomé a nuestro hijo para darle de mamar y así poder dormirlo. Mientras yo lo sostenía, Piero me daba de comer en la boca como ah hecho unas cuantas veces desde hace un tiempo.

- oye se quedo dormido - le digo a mi esposo.

- ¿Lo llevamos a la cama?

- lo dejaremos en la cuna - el me mirá.

- ¿Y eso? - se rie - la cosa jamás ah dormido en la cuna.

- estaremos aqui en la sala, me da miedo dejarlo dormido solo en la cama. - el me asiente.

- damelo, yo lo llevo.

Se lo entregué con cuidado, Piero se fue hasta la habitación siendo seguido por mi. Lo dejo en su cuna y lo arrope con mucho cuidado, lo miramos llorar dormido, piero se sacó su polera de pijama y la dejo a su lado. Tomó una de mis poleras, le puso de mi perfume y la dejo tal como la de él. Benjamín volvió a dormirse esta vez aferrado con sus pequeñas manitos a nuestra ropa.

Volvimos a la sala, esta vez nos sentamos en el sillón. Apoye mi cabeza en su hombro y el con su brazo me apego más a su cuerpo. Su mano izquierda se posó en mi cadera y un suave beso se posó en mi cabeza en forma de una pequeña caricia, o tal vez una muestra de amor.

- Piero - me quedo en silencio - estoy enamorada de ti.

Esclava Del Amorحيث تعيش القصص. اكتشف الآن