Esclava Del Amor

20

[4 años mas tarde]

PIERO

Mire a mi esposa subir al escenario a recibir su título de medicina, miré a la cosa aplaudir emocionado  y solo me sonreí. Lo tomé en mis brazos y deje un pequeño beso en su cara, mientras los dos saludamos a mi esposa quien nos mira sonriente.

- papá, ¡mi mamá nos miró! - dice feliz.

- pues vas a tener que llevarle ese ramo de rosas cuando baje del escenario - le sonrio.

No pasó mucho tiempo en el que la ceremonia terminó, Benjamín tomo el ramo de rosas que le compre a mi esposa y se fue corriendo a su encuentro, llevando las rosas arrastrando por el piso.
Kathia lo tomo en sus brazos, beso su cara lo abrazo feliz. Mientras yo, solo la observo de una gran distancia. Me acerque a ella sonriente y orgulloso de ver en lo que se ah convertido, la tome de la cintura y deje un pequeño beso en sus labios.

- estoy orgulloso de ti. - ella se rie.

- bueno, debía aprender para sanar tus heridas - se rie.

- mamá, mi papá no trajo rosas. - ella se rie y besa su cara.

- de seguro mas tarde me dará su regalo. - Benjamin me mira y le sonrió - debe estar avergonzado que no es tan lindo como el tuyo. - el asiente.

- oye cosa, Ve por tu juguete que nos vamos.

El se bajo de los brazos de su madre y se fue corriendo hasta donde minutos antes estuvimos sentados. Abrace a mi esposa y deje muchos besos en su cabeza antes de irnos caminando tranquilos de la mano, mientras Benjamin corria feliz adelante con su superman de juguete.

- ¿Que es lo que vamosa a pedir hoy? - la miró y le sonrió.

- hoy el que cocina es papá - la beso.

Ambos subimos al auto, en donde Benjamin ya se encontraba listo en su asiento. El viaje a casa fue un trayecto no muy largo, en donde ella solo se dedicó a jugar con Benjamin y yo a ir mirando hacia adelante, al igual que mi guardaespaldas.

Al llegar a casa, Benjamín se fue corriendo a su habitación a jugar, mientras mi esposa se iba a nuestra habitación  siendo seguida por mi, quien la abrazo por la espalda y deje besos en su cara y hombros.  Deje mi nariz entre su cuello y pude sentir su suave aroma del perfume que se pone cada día.

- ¿No ibas a cocinar super papá? - se rie.

- ¿Y te vas a cambiar sola? - se queja.

- entre mas luego cenemos, mas luego tenemos tiempo para los dos - me separó de ella.

- voy a cocinar, no vuelvas a seducirme. - ella se rie y me mira- no me mires asi, que me seduces.

- te seduces solo, por que no eh hecho nada cariño- me rio. - eres muy debil Piero.

- no, tu eres mi debilidad que es diferente. - lo beso. - te amo mi reina, ya voy a cocinar.

- voy enseguida. - me besa.

- oye, por cierto - me sonrie. - ayer me encontré con tu padre.

- sabes que no tengo papá, no después de que me pidiera que te abandonara con Benjamín para vivir con él.. - el me besa.

- me preguntó si seguia casado contigo y le mostre el anillo - se rie y lo miro - ya no sigas enojada, tu no me dejaste matarlo. - me besa. - voy a la cocina, no te tardes.

Salí de la habitación arremangando mi camisa con una gran sonrisa, mientras sentía la ruidosa habitación de mi hijo y sus juguetes. Al entrar a la cocina, me puse a buscar las cosas para preparar. La voz de mi hijo me hizo voltear y el estaba intentando poner sus mangas de la camisa igual a las mia.