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PIERO

Subí por las grandes escaleras, la puerta estaba con seguro. Y al igual que mi padre la abrí con la misma delicadeza que el abrió las de mi casa.  Lo primero que hice al cruzar la puerta fue dispararle a una anciana que intentaba escapar al segundo piso, el silencio en la casa era grande, que mis pasos se escuchaban con eco y a lo lejos el llanto de Benjamin, casi como gritos de auxilio.
Una de las sirvientas intento pasar desapercibida, me acerque a ella y la tome del cabello, y su grito ahogado de miedo. Senti su delgado y debil cuerpo temblar y sus sollozos que no le permitian nisiquiera rogar por su triste y miserable vida.

- ¿Donde esta el bebé?  - la miro.

- e... En... En el sótano - dice llorando. - no, no me mate por favor.

- llevame, ahora. - la ignoro.

Mire a unas cuantas mujeres escondiendose. Le hice señas a la anciana de que me guiará. Caminamos a través de la gran sala, ella intentó abrir la puerta que estaba cerrada con llave, saque mi arma y al igual que hace un rato la abrí con un disparó. Encendí la luz de aquel sotano oscuro, el cual estaba inundado con el llanto de mi hijo. Baje en silencio, miré a Benjamin con sus ojos rojos e hinchado. Tenia un golpe en su rostro y unas cuantas mordeduras en sus brazos, y mi padre riendose mientras apretaba su rostro fuerte.

- ven aqui cosa - lo tomo en mis brazos. - mira como te tienes ese viejo loco. - beso su cara. - te eh dicho que no llores, eres muy hermoso para llorar. .

- vaya, vaya... El hijo prodigo ah vuelto a casa. Despues de decirme a los 5 años que nunca volverias a pisar esta casa. - le sonrio.

- jamás hubiese vuelto si no fuera por que tienes algo mío

- humm... No me invitas a tu boda, no me dejas pasar tiempo de calidad con mi nieto, matas a mi hijo y a mi prometida. - pone sus manos en el cuello de Benjamin- eres muy egoísta, hijo.

- aleja tus asquerosas manos de mi hijo - digo apuntándole con mi arma. - y no vuelvas a decirme hijo.

- soy tu padre, aunque no te guste.

- mi padre esta en casa con mi mamá - el me mira - seguramente viendo televisión,  leyendo o tal vez haciendo el amor, no lo se. Pero tu solo eres el bastardo que me engendro.

Le disparé justo en su pierna, provocando que el alejé de Benjamín.  Me acerqué a mi hijo, lo tome en mis brazos y subí en silencio con él, mientras limpiaba sus lagrimas y le daba unos cuantos besos en su rostro. La anciana que me guío hasta el sótano, hace unos minutos aun se encontraba ahí llorando, la quede mirando y luego a Benjamín.

- escucha cosa - lo miró - papá debe hacer unos  trámites aquí aún - beso su cara - si papá no llega hoy a casa, quiero que cuides de mamá y sean muy felices ¿Si? - beso su rostro - tambien quiero que seas un niño bueno, y siempre te comportes, no hagas llorar a mamá ¿Si? - los abrazo - papá te ama con la vida. - se lo entregó a la anciana - llevalo hasta afuera donde estan mis autos, y luego haz que te lleven con él a casa. ¿Si?

Ella se fue con mi Benjamín en los brazos. Mientras Él volvía a llorar mientras me miraba por sobre el hombro de aquella anciana y me estiraba sus pequeños brazos.

Sentí un golpe en la cabeza y al voltearme estaba mi padre con un fierro en sus manos. Toque con mis dedos el golpe y  al mirarlos estaban llenos de sangre, le devolví el golpe con el puño provocando que este cayera. Le dí unas cuantas patadas, quebrando sus fragiles costillas.

- ¿Vas a hacerle esto a un anciano? - me rio y me pongo a horcajadas sobre él.

- ¿Por que tendría que tener lastima de ti, si tú no tuviste piedad con una cosa de 5 meses. - pongo mis manos en su cuello y lo apreto - y sabes que es lo peor, que esa cosa era mi hijo, y a mi hijo nadie lo toca - el intenta aflojar mis manos - cometiste un grave error al tocar a mi hijo, al dispararle a mi esposa.

- soy tu padre, tu y yo somos iguales - se rie a duras penas. - jamás seremos de una sola mujer.

- que tu no sepas amar a una, no significa que yo sea igual, mi esposa es mi vida y tu te atreviste a intentar matarla. - apreto mas mis manos - ni matandote en 6 vidas distintas lograrás pagar esto.

Sus debiles manos siguieron luchando, poco a poco sus labios se comenzaron a tornar morados al igual que su cara. Su cuerpo dejo de luchar y pude sentir el último aliento salir de su cuerpo, un ruido estruendoso me hizo mirar a mi lado y como casa pared de la casa caía incluyendo las que estaban sobre mi, indicandome que mi hijo ya estaba a salvó y que yo ya no podría salir de este lugar.

Esclava Del AmorWhere stories live. Discover now