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KATIA

La hora de la boda llegó, me cambie por mi vestido de novia (imagen en galería) y me miré al espejo. Tome el ramo de rosas de colores rojas, blancas, amarillas, rosadas y naranjas.
Al abrir la puerta un poco pude visualizar el jardin de atras decorado perfectamente para una ceremonia pequeña y privada.

- ¿Estas lista? - me volteo asustada y le sonrió a mi futura suegra - te ves mas hermosa de lo que pense.

- gracias - le sonrió.

- ya estan los invitados y piero esta esperando que salgas.

- ¿Ya? - ella me asiente. - ¿Y Benjamín?

- esta con uno de los guardias de Piero - la miró - tranquila, el está bien - me sonríe y toma mis manos - bienvenida a la familia, ahora ya eres mi hija y vas a ser lo mas importante por que me hiciste abuela. - le sonrió.

- gracias. - la abrazo.

Ella se salió de la casa, me mire por ultima vez al espejo y salí caminando tranquila por aquel pequeño camino entre ambas filas de asientos. Con un grupo de personas que me miraban espectantes y susurraban sobré mi. En primera fila pude ver a mi madre, a Camila y mi padrastro quienes me miraban fijamente.
Llegué junto a Piero quien estaba con un traje gris me miró detenidamente de pies a cabeza, con sus ojos aun mas grande de lo que suelen ser.

- woo...w - dice Piero.

- ¿Que te pasa? - lo miró y el me ignora. - ¿Era necesario invitar a mi familia?

- claro, son tu regalo de matrimonio. - lo miró confundido y el se sonrie.

- estamos iniciando la ceremonia de matrimonio entre estas dos personas en matrimonio....

Me quede observando el bello jardin al que jamás voy, lo perfectamente decorado que estaba con un bello cenador blanco, con rosas de color damasco. Miré atenta como habían hombres que trabajan para mi futuro esposo mirando atentos por todos lados, como si alguien se fuera a atrever a interrumpir este momento.

Sentí la risa contagiosa de Benjamín y al voltearme, me encontré a el padrastro de Piero jugando con el y uno de sus juguetes, mientras mi futura suegra se sonrie al mirar a mi hijo.

- entonces, como no hay impedimentos para este matrimonio y por la facultad que me confiere la ley, yo los declaro "casados"

Lo quede mirando, parecían que la palabra esa rebota en mi cabeza. Jamás pensé casarme y no de esta manera. ¿En que minuto pasó una ceremonia tan rapido?
El juez me entrego un lapiz y me mostró el lugar donde yo debía firmar, luego firmo mi "esposo", quien no se tardo nada en hacerlo. Luego firmaron los testigos que yo nisiquiera se quienes son, los aplausos de las personas se hicieron notar en el lugar y solo senti un pequeño beso en mi mano izquierda por parte de Piero.

- ¿En que pensabas? - dice piero - hasta el anillo lo pusiste estando distraida.

¿Anillo?. Miré mi mano izquierda y sobre el anillo de compromiso tenia uno nuevo que brilla aún más que él anterior. Mire a Piero que me miraba un tanto burlesco por la confusión en la que yo me encontraba.
Le di un pequeño golpe en el brazo por su risa burlesca y me fui junto a mi suegra para tomar en mis brazos a Benjamín, quien esta vez se encontraba llorando.

- ven aqui bebé de mamá - lo beso en su cara.

- te ves muy linda hoy hija - dice mi suegra - ¿Cierto Piero? - lo miro.

- si, se ve hermosa. - se sonrie.

- hola hija - mi madre me abraza - mira que hermosa estas.

- no la toques - dice Piero - solo yo puedo tocarla.

- que sensible - dice camila - así que ese es el mocoso. - abrazo a Benjamín fuerte. - se parece a ti en lo hermoso Katia.

Piero se puso frente a mi, cubriendome con su cuerpo y limitando la mirada de ellos. Con una mirada desafiante y con sus ojos negros que esta vez demostraban un sentimiento que hasta ahora no eh visto en él, y que más que probocarme tranquilidad, hacen vibrar mi cuerpo de temor, y tal vez un poco de seguridad.
Las personas de traje que lo siguen a todos lados se llevaron a mi madre y su "familia", Piero se volteo esta vez con una sonrisa y me miró fijamente, como si lo que ocurrió recien, no existió.

- dame a la cosa, quiero tenerlo en brazos. - se lo entrego y lo carga bajo su brazo.

- piero - dice mi suegra molesta - es un bebé, no un paquete.

- mamá, a la cosa le gusta que lo cargue asi. - dice sin darle importancia.

- me voy a charlar a otro lado antes que me hagas enojar más. - se va y me sonrio.

- ¿De que te ries? - lo miró.

- por que tu madre me agrada mucho - el me mira y se sonríe - ¿Cuanto mas vamos a jugar a la boda?

- hasta la noche, cuando vamos por tu regalo - lo miró - ¿Ya te cambiaste a mi habitación?

- no, anoche dormí en la mia.

- Katia, ya hablamos de esto. Tu vas a dormir en mi habitación y esta cosa también.

- no veo para que.

- por qué necesito estar lo mas que pueda en la vida de la cosa, y dormir lejos de él me hace perder tiempo con él.

- bien - le sonrió - pero sabe algo, mis cosas ya estan en su habitación, supongo que me da miedo estar al lado suyo pero se que es un hombre de palabra y no intentará sobrepasarse conmigo.

- claro que soy de palabra, es lo que más vale para mi. Pero cuando estemos en público tu mano siempre estará tomada a la mia - lo miró.- y me vas a tener que acompañar a algunas cosas.

- y pido el lado de la ventana.

- no tendrias el de la puerta. - me mirá y saca una tarjeta de credito - esto es para que tu la uses en lo que quieras para ti y la cosa, es ilimitada - me sonrie - pero sabre cada compra que haces, asi que si le compras algo a algún hombre lo sabré.

- ajá, y si es para usted - el me mirá - como sabrá si es para usted que tal y si arruina el regalo.

- no necesitas regalarme nada, mientras tu me seas fiel en cada segundo de tu vida - me toma de la cintura y me apega a su cuerpo. - estaremos bien.

La mirada de ambos se cruzó por unos cuantos segundos. Solo quite mi mirada al sentir unos cuantos flash sobré nosostros. Piero me soltó y me aleje de su cuerpo, miré a Benjamín aun en los brazos de el, bueno mas bien bajo su Brazo derecho como si fuera un pequeño paquete.

- deberias aprender a cargarlo - se lo quito - es un bebé no una caja.

- a la cosa le gusta que lo cargue asi - me mira - y no te metas, esto es entre padre e hijo. Yo no me quejo cuando tu lo besas y mimas en tu tiempo.

El se fue caminando con Benjamín bajo su brazo, solo me limite a sonreir por tal escena. Me fui siguiendolos en silencio, los dos nos sentamos en un pequeño asiento a mirar a los pocos invitados disfrutar de nuestra boda.

Las horas pasaron, la fiesta acabó y ambos nos entramos a nuestra casa. A disfrutar de la tranquila soledad y el silencio profundo que se siente en la casa.

- oye, la cosa no se quiere dormir.

- lo se - me siento a su lado. - jugo mucho con tu padre, y ahora no quiere dormir, creo que quiere seguir de fiesta.

- mañana iremos por tu regalo ahora es mejor que descansemos. - me mirá - ¿Quieres que comamos algo?

- si, iré a preparar enseguida.

- cambiate ese vestido, se ve incomodo. La cosa y yo vamos a cocinar - me mira - mañana te toca a ti.

- bien, Benjamín no llores con tu padre. - tomo su pequeña mano - Mamá ya viene ¿Si?. - beso su cara.

-claro que no va a llorar, esta conmigo.

Me levante del sillón, alcancé a llegar a la habitación y el llanto de Benjamín inundo la casa. Una pequeña sonrisa se formo en mi rostro al sentir a Piero intentando que Benjamín no llore y como parecia ser que el en cualquier minuto lo haría tambien.

Esclava Del AmorWhere stories live. Discover now