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PIERO

Terminé de cerrar con seguro la puerta. El silenció es abrumador y el miedo se respiera en el aire, mis pasos se sienten en aquel desolado lugar, y entre más me acerco a mi objetivo el llanto de la madre de Katia se escucha un poco más.
Puedo sentir como al verme su piel se eriza sabiendo el final que van a tener los tres. ¿Me pregunto cual de ellos merece la muerte mas lenta y dolorosa? ¿Quien de ellos hizo sufrir más a mi esposa? Tal vez ese titulo lo tiene Camila, pero mi suegra fue quien debió cuidar más de ella.

- por favor -dice mi suegra llorando - no, no nos mates.

- ¿Por que no haría tal cosa? - la miró. - fuiste la causante de que mi esposa sufriera.

- ¿Causante? - dice llorando - por favor, yo no hice nada.

- exacto, no hiciste nada. Cuando debiste hacer todo por protegerla. - la miró - lastimosamente mi esposa quien es un ángel, me pidió que no te hiciera sufrir asi que tu muerte será más rapida. - tomo su cara y la apretó. - aún así ella te protege a pesar de que tu no lo hiciste con ella.

- ya dejanos. - dice camila - ¿Por que nos haces esto? ¡NOS ÍBAMOS A CASAR! -Grita llorando.

- nos ibamos a casar por que tu me prometiste una virginidad.

- ¡Y te la entregué! - me agachó hasta su altura.

- exactamente - le sonrió - y me case con la mujer a la cual le pertenecía.

- ¡ERES UN MALDITO IDIOTA! - grita llorando - ¡CREES QUE ELLA TE VA A AMAR, PERO SIEMPRE TE VA A TENER MIEDO!

- Si lo que digas.

- MI NOVIO TE VA A MATAR PIERO, Y VA A MATAR A TU BASTARDO Y VIOLAR A TU ESPOSA - se rie. - TU PADRE DEBE ESTARME BUSCANDO.

La levante, la desnude entre una pequeña lucha en donde ella intento golpearme mas de una vez. La tome en mis brazos y la lleve directamente hasta los ganchos de carne que se encuentran en ese lugar. El galpón se lleno de gritos cuando estos empezaron a romper cada capa de su piel. Me aleje para verla colgando mientras gritaba y la sangre corria por su espalda y baja por sus piernas hasta un pequeño charco que se estaba formando en el piso.

- te ves como lo que siempre fuiste - le sonrió - un trozo de carne, y sabes que es lo mejor que vas a morir ahí colgada mientras te desangras lentamente o tal vez si tienes suerte tus musculos se rompan antes de que eso pase y caigas. - hago que el gancho colgante se mueva.

Los gritos de ella volvieron a escucharse, me acerqué nuevamente a mi suegra y ella me miro asustada mientras nuevamente suplica por un perdón el cual ya fue concedido por mi esposa.
Me acerqué a Mario quien hasta ahora a estado en completo silenció y lo saque de su misero rincon, el intento correr, aunque no muy lejos llegó ya que las esposas de los pies le impedian moverse bien. A penas tropezó le di una patada en la espalda, lo levante y de un solo golpe lo lancé al piso una vez más, el me miró sonriente o mas bien con burla.

- ¿Que te molesta? - se rie - que fuera mi mujer, o que casi mato a tu bastardo.

- sabes que me molesta - lo tomo de su polera - que un asqueroso como tu pusiera sus manos sobre ella. - lo golpeo. - me da asco que un hombre que la vió crecer la miré como mujer - lo pateó - y me molesta que por tu culpa casi matas a mi hijo.

Lo volví a golpear está vez quebrando su nariz. Vi como esta sangraba, me puse sobre el y lo golpeé, una, dos, tres veces. Sin parar, mientras como sentia que el intentaba quitarme de encima. Lo golpeé tanto que mis puños se adormecieron, su cuerpo dejo de luchar y su cara se desformo por completo.
Dejo de existir, su vida fue arrebatada por mis propias manos, quiero decir que fue satisfactorio pero no soportó tanto como esparaba. Como supuse hasta para luchar por su vida era un cobarde.

Me acerqué a mi suegra, la miré unos segundos llorar a mares por su "amado" esposo. Diría que esto es castigo suficiente, ¿Pero será así?
Solté sus manos y ella lo primero que hizo fue ir a abrazar el cuerpo muerto de Mario, lo beso e intento limpiar la sangre que quedo en su cara. ¿Como puede decir que es madre? Si le importa más ese hombre que su hija.

- ¡ERES UN MALDITO MONSTRUO! -dice llorando.

- ¿monstruo? - me agachó - yo no abuse de tu hija con conciencia, pero él si. Me llamas monstruo cuando me casé con ella y le di un lugar que le corresponde como mi esposa y madre de mi hijo. Y no lo llamaste a él monstruo cuando el violó a tu hija estando embarazada, cuando tal vez tocó a tu hija siendo una niña. ¿Quien es más monstruo? Yo estoy haciendo algo que debería hacerse en el mundo y es eliminar a personas que se aprovecha de gente mas inocente. Si soy un monstruo por salvarla cuando irrumpió en mi casa a media noche para tomarla como mujer, entonces quiero ser ese monstruo, por que voy a protegerla de quien sea, aunque sea llevándome la vida del mundo enteró. - me levantó - soy un hombre de palabra, y tu hija me pidió que no sufrieras, aunque no estoy de acuerdo lo voy a cumplir. No mereces una muerte tan piadosa, ni tampoco merecias una hija así - ella me mirá - pero aún así, has sido bendecida.

- ¿Que, que me vas a hacer?

- pues te voy a dar la muerte sin sufrimiento que te concedió tu hija.

Tome uno de los cuchillos que suelo usar a veces y la tome del cabello y la hice mirar a su esposo muerto. Enterre el cuchillo en su cuello de un costado a otro, al soltarla la vi desangrarse mientras caía justo al lado de su esposo. Fui tal vez muy piadoso con ella.
Los miré unos segundos y luego me fui caminando hasta donde se encontraba aun vivo mi trozo de carne, tomé una silla que estaba no muy lejos y me sente frente a ella. La patee un poco y la sentí quejarse por el dolor que le causan los ganchos en la espalda.
Tome el cuchillo con el que maté a la madre de Katia y a medida que ella se acercaba a mi con su balanceó le enterraba lentamente este en diferentes partes.

Pasaron al rededor de 3 horas, cuando alfin camila murió. Lavé mis manos, los brazos y mi abdomen que estaban salpicados con sangre, y salí caminando tranquilamente. Miré a Katia dentro del auto reirse de algo, me puse la camisa y la corbata tome mi chaqueta y miré a uno de mis guardias, quien esperaba mis instrucciones.

- desaparezcan los cuerpos y limpien el lugar.

- si señor.

Me subí al auto junto a Katia, ella me dio una de sus calidad sonrisas que tanto me tranquilizan. El auto partió segundos más tarde, miré a Katia reirse una vez mas y luego noté que es mi teléfono con el que ella se encuentra. Podría decir que me preocupa lo que puede encontrar, pero la realidad es que no lo utilizo para nada mas que llamadas y tal vez algunas fotografias que le eh tomado a Benjamín.

- mira encontré esta pelicula y es buena - me muestra - ¿Podemos llegar a verla? ¿O debes volver a trabajar?

- claro que no, podemos verla si es lo que quieres. - ella me sonrie. - ven aqui.

Pase mi brazo por su cintura y la apegue a mi cuerpo. Su cabeza se apoyo en mi hombro y mientras ella seguía buscando peliculas para ver los dos, yo solo me dedique a pensar en lo que dijo camila.
Bese la cabeza de Katia, y su risa me hizo salir de mis pensamientos, para ver ahora un video de alguien cayéndose. Katia se separó de golpe y me miró ahora con una cara preocupada, esta vez asustandome a mi.

- no tenemos nada para comer en nuestra tarde de cine.

- ¿En serio te preocupa eso? - me río - que tal si te dejo en casa con nuestro Benjamín y yo voy a comprar algo.

- bien - me sonrie. - no debes tardarte.

- ¿Que es lo que quieres comer?

- quiero patatas fritas, gaseosa, palomitas y golosinas. Y no te tardes, por que no quiero que estemos hasta muy tarde viendo televisión. Me dijiste que no tardarías trabajando y estuviste casi todo el dia, mi batería se agotó y el tuyo también esta casi muerto.

- lo lamento, aunque eso no te ah detenido para seguir viendo videos. - le sonrió.

El auto se detuvo, Katia tomo sus cosas y bajo de este. La miré y me aseguré de que entrará a casa y me fui hasta el supermercado para comprar las cosas que ella quiere y necesita. Mientras paseaba con el carro poniendo unas cuantas cosas, me llegó un mensaje de texto de Katia, mostrandome a Benjamín sonriente. Definitivamente ellos me van a alegrar hasta mis peores días, y debo hacer todo para protegerlos.



Esclava Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora